Persiste la violencia en zonas vulnerables de Colombia
La Defensoría del Pueblo en Colombia denunció la persistente violencia en los territorios más vulnerables del país, en medio de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19.
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La violencia contra líderes sociales y defensores de derechos humanos persiste bajo igual dinámica a la denunciada desde hace cuatro años.
La Defensoría del Pueblo en Colombia denunció la persistente violencia en los territorios más vulnerables del país, en medio de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19.
Después de cinco semanas en emergencia sanitaria, apuntó la entidad que 'nota con preocupación que la violencia ejercida por los actores armados no estatales y los grupos armados de crimen organizado persiste'.
Estos actores y grupos han adecuado su presencia y accionar a las condiciones propias de la emergencia sanitaria y particularmente a las medidas de aislamiento preventivo, subrayó.
En este contexto, la Defensoría documentó al menos 40 acciones tendientes a intimidar y generar daño en las comunidades de todo el país, tales como amenazas, restricciones a la movilidad, atentados contra la integridad personal y homicidios.
Es de alta preocupación la arremetida violenta por parte de estos actores y grupos en el departamento del Cauca; el Pacífico nariñense; la zona del bajo Putumayo; el occidente de Antioquia y el Atrato chocoano, donde, para avanzar en sus intereses por las economías ilegales, intimidan y hostigan a la población civil, remarcó.
De la misma manera, constató que la violencia contra líderes sociales y defensores de derechos humanos persiste bajo igual dinámica a la denunciada desde hace cuatro años. Los homicidios selectivos de las últimas semanas son graves y deben ser objeto de medidas contundentes de investigación y esclarecimiento, enfatizó.
Según la entidad, las autoridades están obligadas a promover más acciones encaminadas a la prevención, máxime cuando hay escenarios de riesgo advertidos por alertas tempranas de la Defensoría.
Las condiciones actuales de violencia en su contra, así como la pandemia, están limitando gravemente la labor de los activistas para defender los derechos humanos, acotó.
Todo lo anterior condiciona las posibilidades de mitigar los efectos de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia, configurando una doble afectación en las comunidades más vulnerables, precisó.
Al respecto, el defensor del Pueblo, Carlos Negret, urgió a 'todos los actores armados no estatales cualquiera que sea su origen, motivación, capacidad y orientación, para que en virtud del principio de humanidad reduzcan, hasta la eliminación, el empleo de la violencia armada'.
También los llamó al cese de la violencia e intimidación contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, que respeten y permitan la acción de la misión médica para la prevención y atención de la pandemia, así como el abastecimiento de bienes esenciales para mantener el aislamiento preventivo obligatorio.