Fuerzas de seguridad iraquíes y manifestantes protagonizaron un nuevo enfrentamiento, esta vez en el puente de Aljoumhouria en el centro de Bagdad, donde fueron utilizadas bombas de humo para dispersar a los participantes en la protesta, informó el corresponsal de Almayadeen. 

Asimismo, varias gobernaciones en el sur de Iraq fueron  testigos el sábado por la noche, de manifestaciones descritas como "una nueva escalada". Esto sucedió  72 horas después de que el gobierno del nuevo primer ministro Mustafa Al-Kazemi ganó la confianza del Parlamento.

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Docenas de manifestantes salieron a las calles de las grandes ciudades del sur de Iraq, condenando lo que llamaron la  permanencia de los "corruptos y ladrones", en el poder , y el deterioro del servicio y las condiciones de vida en el país.

Mientras tanto, el Consejo Judicial Supremo emitió una decisión ordenando a todos los tribunales que  liberen a  manifestantes detenidos.

Esto ocurre después que Al-Kazemi asumiera oficialmente el 8 de mayo la responsabilidad y las carteras ministeriales de su predecesor, Adel Abdul-Mahdi.