Comenzó el circo político de las elecciones presidenciales de Estados Unidos
La encuesta nacional estableció que Donald Trump está bien apoyado por los republicanos y los independientes de tendencia republicana en tres métricas: tener las mejores posibilidades de ganar en noviembre, ser un líder fuerte y el candidato más calificado del partido.
Las primarias de 2024 comienzan con Donald Trump muy por delante de sus oponentes republicanos en medidas claves de popularidad, mientras que el índice de aprobación del trabajo como presidente de Joe Biden ha caído al nivel más bajo para cualquier presidente en los últimos 15 años, según una nueva encuesta de ABC News/Ipsos.
Antes de comenzar las asambleas (caucus) electorales de Iowa del lunes 15 de enero, la encuesta nacional estableció que Trump está bien apoyado por los republicanos y los independientes de tendencia republicana en tres métricas: tener las mejores posibilidades de ganar en noviembre, ser un líder fuerte y el candidato más calificado del partido.
Trump también aventaja a sus oponentes republicanos, por un margen menor, en otros dos atributos: empatía (es decir, comprender los problemas de las personas comunes, no solo desde un punto de vista macro) y valores compartidos. Y siete de cada 10 republicanos y seguidores del Partido Republicano reportan una opinión general favorable sobre el expresidente.
En mi opinión, estas respuestas se produjeron en unas condiciones especiales. El voto de muchos republicanos y sus simpatizantes no se refirieron al programa político de Trump —que por demás en la práctica no existe, pues es solamente decir “yo tengo la razón siempre y la uso a mi arbitrio, y las leyes son para los demás, nunca para mí que existo por encima del bien y del mal”—, sino que representa un deseo de ser y de comportarse como él. Es un sueño que tienen muchos de ser multimillonarios, tener un jet privado (o varios), abusar de hombres y mujeres impunemente, y muchas otras cosas, que representan los “ideales” de, lamentablemente, mucha gente. De esa manera, vemos que hay un 45% de los encuestados que afirma que Trump es quien “representa mejor sus valores”. Por supuesto, nos asalta la pregunta: ¿Serán valores o antivalores?
En total, el 72 por ciento de los adultos alineados con los republicanos estaría satisfechos con Trump como candidato, similar al 75 por ciento de mayo. El 61 por ciento estaría satisfecho con Ron DeSantis. Otros obtienen puntuaciones más bajas: Nikki Haley, satisfactoria, con un 48 por ciento; Vivek Ramaswamy, 44 por ciento; Chris Christie (que se retiró el miércoles), 23 por ciento, y Asa Hutchinson, 17 pr ciento. De nuevo, en mi criterio, estas cifras reflejan cómo los entrevistados consideran la capacidad de actuar igual que Trump de los otros aspirantes y no se refieren generalmente a un programa concreto de gobierno, que sin intención de ofender, no han presentado de forma definida ninguno de ellos.
Como se ve en la tabla arriba, las ventajas de Trump en la contienda republicana son particularmente sorprendentes en términos de capacidad de elección y liderazgo percibidos. El 68 por ciento de los republicanos y los independientes de tendencia republicana dicen que es el candidato con mayores posibilidades de ser elegido en noviembre. Eso cae en picado al 12 por ciento para Haley, al 11 por ciento para DeSantis y a un solo dígito para el resto. Casi la misma cantidad, el 65 por ciento, considera a Trump como el líder más fuerte en la alineación del Partido Republicano, cayendo nuevamente para sus oponentes.
Menos, pero todavía el 54 por ciento, dice que es el candidato mejor calificado para ocupar el cargo de presidente. Menos de la mitad, el 46 por ciento, expresa que Trump entiende mejor los problemas de personas como ellos, y esencialmente la misma cantidad (45 por ciento) elige a Trump como el candidato que mejor representa sus propios valores personales. DeSantis y Haley obtienen puntajes entre 14 por ciento y 29 por ceinto en estas medidas. Un 10 por ciento adicional elige a Ramaswamy como el candidato que mejor comprende sus problemas.En todas las demás medidas, las preferencias por Ramaswamy, el excandidato Christie y Hutchinson son de un solo dígito.
DeSantis y Haley también siguen a Trump en favorabilidad. En comparación con el 71 por ciento de Trump, el 60 por ciento de los republicanos y los independientes de tendencia republicana ven favorablemente a DeSantis, y el 46 por ciento dice lo mismo de Haley.
Después de todos sus meses de campaña, el 22 por ciento todavía no ofrece una opinión sobre Haley; es el 13 por ciento para DeSantis, frente al uno por ciento para Trump.
Hay algunas diferencias notables entre los grupos. Los republicanos y los seguidores del Partido Republicano que tienen un título universitario de cuatro años tienen menos probabilidades que los no graduados de decir que Trump es el mejor en cada uno de los atributos evaluados. Lo más sorprendente es que solo el 27 por ciento de los que tienen un título universitario dicen que Trump comprende mejor los problemas de personas como ellos, en comparación con el 57 por ciento de los que no tienen un título de cuatro años. Hay una brecha similar de 27 por ciento por educación al decir que Trump “representa mejor sus propios valores personales”, 24 por ciento al decir que está mejor calificado, 16 por ciento al verlo como el líder más fuerte y 10 por ciento al verlo como el más elegible. Para decirlo de una forma directa, mientras alguien es menos preparado, más apoya y se identifica con Trump.
Además, los protestantes evangélicos blancos, un grupo republicano de importancia crítica(como lo fuera para Bolsonaro en Brasil), son 11 por ciento menos propensos que sus homólogos no evangélicos a decir que Trump representa mejor sus valores, 40 por ciento frente a 51por ciento, una ligera diferencia dado el tamaño de las muestras. Al mismo tiempo, el índice de favorabilidad general de Trump es más alto entre los evangélicos que entre otros grupos religiosos, lo que sugiere que están utilizando un indicador diferente al de los valores compartidos para evaluarlo.
Biden y Trump
Una elección general de Biden y Trump, si fuera el resultado de la temporada primaria, representaría una batalla entre candidatos marcadamente impopulares. Entre todos los adultos de los Estados Unidos, el índice de aprobación de Biden es solo de 33 por ciento en esta encuesta, peor que el bajo de Trump como presidente (36 por ciento) y el más bajo desde George W. Bush, de 2006 a 2008. El 58 por ciento desaprueba el trabajo de Biden.
Entre los distintos sectores, solo el 31 por ciento de las mujeres aprueba el trabajo de Biden en el cargo, un nuevo mínimo (al igual que el 34 por ciento de los hombres). Ganó el voto del 57 por ciento de las mujeres en 2020. Tiene 28 por ciento de aprobación entre los independientes, que es un grupo habitualmente de votantes indecisos, un mínimo del 32 por ciento entre los moderados, y un mínimo del 41por ciento entre los graduados universitarios, 10 puntos por debajo del promedio de su carrera en ese grupo.
En esas condiciones se produce la arrancada de las elecciones primarias que, comenzando este lunes en Iowa, seleccionarán los delegados para la Convención Nacional del Partido Republicano, que se efectuara en Milwaukee, Wisconsin, del 15 al 18 de junio, y del Partido Demócrata, en Chicago, Illinois, del 19 al 22 de agosto, de donde saldrán los candidatos para presidente y vicepresidente.
Iowa vota en medio de un clima invernal (tanto político como meteorológico)
Un ambiente invernal en Iowa, a pesar de lo cual se produjo una nutrida asistencia a las asambleas. Al amanecer, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos advirtió sobre un “frío potencialmente mortal”. Las temperaturas rondaban los 18°C bajo cero en Des Moines el lunes por la mañana, mientras que se pronosticaba que la sensación térmica descendería hasta 35°C bajo cero desde el lunes 15 de enero hasta el martes por la mañana.
Los resultados de las asambleas primarias del Partido Republicano fueron más o menos los esperados, pero, aunque el expresidente Trump venció en toda la línea a sus dos rivales más cercanos por la nominación republicana en esta primera votación en 2024 de las bases de ese partido, obtuvo cifras algo más bajas de lo pronosticado solo un día antes.
Los caucus del 15 de enero en la noche en todo Iowa dieron inicio al proceso de nominación presidencial republicana, cuando los votantes finalmente intervinieron después de meses de campaña El gobernador de Florida, R. DeSantis , la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, N. Haley, y el empresario V. Ramaswamy hicieron llamamientos de última hora, pidiendo el voto de los asambleístas antes de que se convocaran los caucus (asambleas partidistas) a las 8 pm. hora standard del este.
Iowa es un estado del medio oeste de Estados Unidos, con una superficie de algo más de 145 000 kms² (aproximadamente un 30 por ciento mayor que Cuba) pero con solo 3,2 millones de habitantes. Por esa pequeña población solamente enviaran 40 delegados a la Convención Nacional Republicana, un 1,6 por ciento del total de delegados. Pero aunque esta cifra no parezca muy importante, el impacto psicológico de la victoria de Trump en estas asambleas de Iowa es significativo, por ser la arrancada y por mostrar que las encuestas acertaron que el expresidente estaría ampliamente a la cabeza de la intención del voto republicano, ganó 98 de 99 condados del estado de Iowa (en 2016 gano solo 37). Halley ganó un condado y estuvo cerca de ganar en tres más.
Tanto la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU como DeSantis reafirmaron que ellos son los que disputarán ser el “bateador emergente” del Partido Republicano si Trump queda legalmente descalificado de ser candidato presidencial.
Comparando los resultados de este lunes con los de 2016, podemos decir que los cristianos evangélicos de raza blanca (en su mayor parte de áreas rurales) constituyeron aproximadamente la mitad de los asistentes al caucus en Iowa (fueron el 62 por ciento en 2016) y una estrecha mayoría de ellos apoyó a Trump. El respaldo al expresidente fue ligeramente menor entre otros votantes, aunque todavía aventajaba a sus rivales por un amplio margen.
El apoyo a Trump entre los evangélicos blancos fue más del doble de su apoyo del 21 por ciento en las asambleas electorales de Iowa de 2016. Ese año, el senador de Texas (y rabioso anticubano), Ted Cruz, ganó el 33 por ciento de este grupo, lo que impulsó su victoria local en aquella ocasión. Ahora los votos fueron como se muestra en la tabla abajo.
Otras informaciones que arrojan alguna luz acerca de cómo serán las próximas primarias del Partido Republicano son las siguientes:
Los resultados de estas primeras asambleas partidistas en Iowa no solo confirman la preponderancia de Trump dentro del Partido Republicano. La estructura de los votos muestra un partido altamente reaccionario apoyando a un candidato fascista, viejo y enajenado. Los ultraconservadores (UC en la tabla), los mayores de 45 años de edad y las personas de educación media o menos cerraron filas alrededor de Trump y mostraron disciplina: a pesar de las gélidas temperaturas y las calles cerradas por la nieve, más de 110 mil personas fueron a votar a los precintos de las asambleas en los condados.
Ahora Trump, después de festejar su triunfo, se dirige a New York a cumplir con una tarea más difícil y menos alegre, enfrentarse a la justicia. En la mañana del lunes había sacado a tres abogados defensores más, ya que, según él, no cumplían con sus deberes.
Las próximas votaciones serán el 23 de enero en el estado de New Hampshire. En febrero veremos Nevada, Islas Vírgenes y Carolina del Sur, y en marzo muchas, en especial durante el llamado supermartes del 5 de marzo, donde se decidirán 854 delegados, y que puede ser un temprano momento definitorio. El fascismo se cierne sobre Estados Unidos.