Poco antes de la sentencia: ¿Qué condena se aplicaría a Trump? ¿Cuánto afectaría sus empeños electorales?
La sentencia se producirá cuatro días antes del inicio de la Convención Nacional Republicana, por lo cual estaría fresca cuando se produzca la Convención, y podría tener un impacto psicológico alto, no tanto en los asistentes a la Convención, muchos de ellos MAGA convencidos, pero si en las bases republicanas.
Como sabemos, el expresidente y actual candidato republicano Donald Trump fue declarado culpable de todos los cargos imputados, que eran 34, en su juicio por “dinero secreto” en Nueva York el jueves 7 de junio. El juez que supervisa el caso pronto se aventurará en territorio inexplorado para determinar si un expresidente debe ser encarcelado por una condena por un delito grave por primera vez. La sentencia está planeada para el 11 de julio de los corrientes, fecha en que el juez de la corte de Manhattan, Juan Merchán, dictaminará el castigo a recibir por el convicto.
Trump fue declarado culpable de falsificar registros comerciales para ocultar un pago de 130 mil dólares a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels, con vistas a comprar su silencio antes de las elecciones presidenciales de 2016. El jurado de Manhattan emitió su veredicto de culpabilidad después de un juicio que duró seis semanas y contó con más de 20 testigos. Este veredicto fue unánime, de no haberlo sido, el juicio podía haber sido declarado nulo y volver a empezar de cero. Cada uno de los 34 cargos de delitos graves conlleva una multa de hasta cinco mil dólares y una sentencia de prisión de hasta cuatro años. Pero si Trump irá a prisión es otra cuestión, una que corresponde al juez al dictar la sentencia.
Conseguir la unanimidad del jurado, incluso en un juicio de mucha menor connotación, es algo muy difícil, en casi todos los casos, una tarea bastante agotadora. Me parece que lograr el acuerdo de culpabilidad de todos los doce jurados del juicio contra Trump, implica que la evidencia existente contra el acusado era realmente aplastante.
¿Quién es el juez Juan Merchán?
Juan Manuel Merchán es un juez y exfiscal estadounidense nacido en Colombia. Es en el presente el juez en funciones de la Corte Suprema del estado de New York, en Manhattan. Presidió el juicio penal contra Trump, en el que este fue condenado. Merchán es el primer juez en la historia que preside la acusación penal y la condena de un expresidente de los EE. UU., y el primer juez que penaliza a un expresidente por desacato al tribunal.
Durante el juicio, el expresidente Trump llamó a la hija del juez Merchán, que dirige una agencia de marketing digital que trabaja con candidatos del Partido Demócrata y organizaciones sociales sin fines de lucro, “una que odia rabiosamente a Trump, que ha admitido haber tenido conversaciones con su padre sobre mí”. Trump exigió un nuevo juez, pero los fiscales afirmaron que la acusación de Trump equivalía a una “cadena de insinuaciones que están muy lejos de ser pruebas”, y Merchán siguió con el caso
Las reacciones ante el manejo del juicio por parte de Merchán han sido variadas y contradictorias, tal y como se esperaba. Por ejemplo, el 21 de mayo de 2024, la congresista republicana Elise Stefanik, de New York, presentó una denuncia ética contra Merchán, alegando un conflicto de intereses. El abogado y comentarista legal Elie Honig escribió que, en términos generales, “el juez Merchán ha hecho un trabajo excepcional al dirigir este juicio hasta el momento”, y es un “jurista completamente impresionante”, pero de todos modos debería recusarse, sin explicar por qué. George Grasso, un juez administrativo retirado de la ciudad de Nueva York que supervisaba a otros jueces, escribió: “Como jubilado, pude asistir todos los días del juicio de Trump. Lo que vi fue una clase magistral sobre lo que debe ser un juez: cómo uno puede servir de manera justa e imparcial para la acusación y la defensa y, sobre todo, seguir siendo un pilar del Estado de derecho en Estados Unidos”. Merchán recibió docenas de amenazas de muerte por su papel como juez que presidió la presentación de cargos, el juicio penal y subsecuente condena por todos los cargos de Donald Trump.
¿Cuándo será sentenciado Trump?
El juez Juan Merchán fijó como fecha para la sentencia el 11 de julio tras el veredicto del jurado. Esa fecha podría cambiar en circunstancias altamente justificadas, pero es algo que hasta ahora no se prevé que ocurra.
El momento coincide con casos similares de “delitos de cuello blanco”, donde la sentencia a menudo se dicta entre tres y ocho semanas después de la condena, según Dan Horwitz, un abogado defensor que anteriormente procesó casos “de cuello blanco” para la oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan.
La sentencia se producirá cuatro días antes del inicio de la Convención Nacional Republicana, por lo cual estaría fresca cuando se produzca la Convención, y podría tener un impacto psicológico alto, no tanto en los asistentes a la Convención, muchos de ellos MAGA convencidos, pero si en las bases republicanas.
¿Qué esperar de la sentencia?
La sentencia mínima por falsificación de registros comerciales en primer grado es cero, por lo que Trump podría recibir libertad completa o libertad condicional, una sentencia sin cárcel (incluyendo multas, trabajo social, etc.) o hasta cuatro años de encierro por cada delito. Si se sentencia a prisión es muy probable que a Trump se le ordene cumplir la pena de prisión al mismo tiempo por cada cargo, es decir hasta cuatro años en total, 34 veces pero al mismo tiempo.
“El juez podría sentenciarlo a cualquier pena entre cero y el máximo”, dijo Horwitz. “Así que podría sentenciarlo a un período de meses de cárcel, podría sentenciarlo a un período de semanas de cárcel, podría sentenciarlo a una sentencia en la que se le exija, por ejemplo, ir a la cárcel todos los fines de semana por un período de tiempo y luego cumplir el resto de la pena en libertad condicional”.
En un análisis a lo más cercano que pudiéramos conseguir de casos comparables (en realidad este es un caso único en su especie) presentados por la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Norm Eisen, quien escribió un libro sobre la acusación federal de Trump relacionada con las elecciones de 2020 y se desempeñó como abogado especial en el primer juicio político contra el expresidente, encontró que alrededor del 10% resultaron en prisión. Pero, insisto, las circunstancias que rodean el caso de Trump dificultan en la práctica (no así ante la ley) cualquier comparación general.
Trump también podría ser sentenciado a detención domiciliaria, donde usaría un grillete en el tobillo y sería monitoreado en lugar de ir a la cárcel. Horwitz sugirió que el resultado más probable podría ser una sentencia de detención domiciliaria, que constituye un punto medio entre no tener ningún castigo y una estancia en una prisión estatal. También satisfaría en cierta medida la inusual situación política y de seguridad de Trump.
Una sentencia de detención domiciliaria también permitiría a Trump continuar haciendo campaña, aunque virtualmente, con la capacidad de realizar conferencias de prensa y permanecer activo en las redes sociales. A lo largo del juicio, el juez Juan Merchán enfatizó la importancia de permitirle a Trump la capacidad de hacer campaña y ejercer sus derechos de la Primera Enmienda mientras busca otro mandato en la Casa Blanca. Pero es sólo una parte de la ecuación que el juez debe sopesar en su decisión.
En una entrevista después del veredicto, se le preguntó al abogado de Trump, Todd Blanche, si esperaba que los fiscales solicitarán pena de cárcel. “No tengo idea”, respondió Blanche. “Mire, existe un sistema en el que se basa en precedentes, y alguien como el ex - presidente Trump nunca, nunca debería enfrentar una sentencia de cárcel basada en esta conducta”.
¿Qué consideraría el juez para dictar sentencia en el caso de Trump?
Hay una serie de factores que el tribunal puede tomar en consideración para dictar sentencia (acorde con la ley estadounidense), incluida la naturaleza y el alcance de la conducta, si se produjeron actos de violencia, si alguien resultó herido, si hay víctimas en general y la aceptación de responsabilidad/arrepentimiento, dijo Horwitz. Trump ha negado repetidamente cualquier culpa en el caso, con toda seguridad rechazando el consejo de sus abogados.
La aceptación de responsabilidad/arrepentimiento es sin dudas beneficiosa desde el punto de vista de una sentencia más indulgente, pero fatídica desde los puntos de vista político y electoral, por un candidato al que una parte de sus votantes admiran su machismo y “guapería”. Si se le cae esa leyenda, perdería grandes cantidades de votos. Para Trump ganar las elecciones es mas importante que tener una condena mas suave, porque el conceptúa que ser presidente le va a dar todo el poder para deshacerse de cualquier sentencia que el haya recibido antes, y situarse fuera del alcance de la ley.
“Los tribunales darán crédito a un acusado que se declara culpable al aceptar la responsabilidad por su conducta, en lugar de no aceptar la responsabilidad al ir a juicio y ser condenado”, añadió Horwitz, diciendo que “la sentencia después de un juicio por no aceptar la responsabilidad es más estricto de lo que hubiera sido de otro modo”. Lo cual está claro para mí, lo que debe subrayar de nuevo lo anterior, para Trump poner en riesgo su votación, o que una parte de su base de votantes flaquee el 5 de noviembre está bien por encima, es mucho más importante que una condena el 11 de julio que él no espera cumplir.
La conducta de un acusado durante el juicio también puede y debe influir, por lo que la repetida violación por parte de Trump de la orden de silencio del Juez J. Merchán puede ser un factor importante en su sentencia. Durante el juicio, Trump fue acusado más de una docena de veces de violar una orden de silencio que le impedía hacer comentarios públicos sobre posibles testigos, jurados, abogados y personal judicial involucrados en el caso.
Fue finalmente multado por su constante desacato al tribunal, y el juez expresó que encarcelar a Trump era “lo último que quiero hacer” porque habría interrumpido el juicio y presentado grandes desafíos para los agentes del Servicio Secreto encargados de proteger al expresidente. Si deseo aclarar que un desacato es en este caso un delito menor en comparación por los 34 cargos en que Trump fue hallado culpable, en abierto fraude. Nada comparable, y en este caso ya el juicio habría terminado con la sentencia. “El resultado de hoy no influye en la manera en que el Servicio Secreto de Estados Unidos lleva a cabo su misión protectora”, dijo el Servicio Secreto en un comunicado proporcionado a CBS News tras el veredicto. “Nuestras medidas de seguridad se mantendrán sin cambios”.
El encarcelamiento de Trump probablemente tendría que incluir una rotación de oficiales del Servicio Secreto y tendría que estar aislado de otros reclusos. Probablemente sería necesario inspeccionar la comida y los artículos personales del expresidente para su protección, entre otras consideraciones logísticas. “Para todos los entornos del mundo, estudiamos ubicaciones y desarrollamos modelos de protección integrales y en capas que incorporan tecnología de punta, inteligencia protectora y tácticas de seguridad avanzadas para salvaguardar a nuestros protegidos”, dijo Anthony Guglielmi, jefe de comunicaciones del Servicio Secreto antes del veredicto.
Ninguna prisión estadounidense ha tenido que afrontar hasta ahora el posible encarcelamiento de un expresidente. Horwitz dijo que existen mecanismos para los reclusos bajo custodia protectora en las instalaciones correccionales y cárceles estatales, pero aún está por verse cómo funcionaría realmente el proceso. Después de la condena de Trump el jueves 6 de junio, el Servicio Secreto dijo en un nuevo comunicado que “el resultado de hoy no influye en la forma en que el Servicio Secreto de Estados Unidos lleva a cabo su misión protectora. Nuestras medidas de seguridad se mantendrán sin cambios”.
¿Dónde podrían encarcelar a Trump?
En caso de que Trump sea sentenciado a un período de detención domiciliaria, el expresidente podría ejecutar la sentencia fuera de Nueva York, por ejemplo, en su propiedad de Mar-a-Lago en Florida, donde el estado de Nueva York coordinaría con el departamento de libertad condicional de Florida, que supervisaría el confinamiento de Trump. En caso de que Trump sea sentenciado a prisión, el lugar dependería de la duración de su sentencia. Si Trump enfrenta más de un año de cárcel, la ley de Nueva York exige que su sentencia se cumpla en un centro penitenciario del estado de Nueva York. Los hay de máxima seguridad, como el tristemente célebre Sing – Sing, en el pueblo de Ossining, estado de New York y otros de menor nivel de seguridad.
Pero si su sentencia es inferior a un año, se cumplirá en un centro correccional de la ciudad de Nueva York, como el complejo de Rikers Island, que consta de diez cárceles, alberga a delincuentes locales que están en espera de juicio, cumpliendo sentencias de un año o menos, o que están temporalmente colocados allí en espera de ser transferidos a otra instalación. Rikers Island no es una prisión según la terminología estadounidense, que normalmente mantiene a los delincuentes cumpliendo sentencias de mayor duración. Alberga 10 de las 15 instalaciones del Departamento Correccional de la ciudad de Nueva York y tiene capacidad para albergar hasta 15 mil detenidos.
¿Qué viene después de la sentencia?
Trump podría tratar de suspender la ejecución de cualquier sentencia pendiente de apelación, lo que significa que no tendría que comenzar a cumplir la sentencia hasta que un tribunal de apelaciones tome una decisión, lo cual no es raro en casos de cuello blanco en los tribunales federales de Nueva York. Eso podría retrasar cualquier pena de cárcel hasta las elecciones, o incluso más allá. Un posible encarcelamiento plantea algunos obstáculos para la campaña presidencial de Trump, pero su condena no le impide seguir postulándose, incluso si está tras las rejas. Pero la condena que reciba, repercutirá en la opinión pública del mundo entero, y muy en especial entre los votantes así llamados “indecisos” de los EE. UU., que por cierto son muchos millones.
De una forma u otra, algo si esta claro. La sentencia del 11 de julio próximo nunca satisfará a todos. Si se aplica la justicia como los precedentes indican, Trump tratará de crear una crisis nacional, usando el fanatismo fascista de MAGA. Pero como el “Aprendiz de brujo” de Goethe y Dukas, popularizado por el filme Fantasía (1940) de Walt Disney, donde Mickey Mouse es el aprendiz hechizando a una escoba para que le ayude a cargar agua, Donald Trump quiere amenazar con mortal violencia para atemorizar a los estadounidenses y escapar de sus crímenes. Como Mickey Mouse después no podía parar la escoba, al expresidente también se le puede llenar la casa de agua. D. Trump para escaparse de su condena, quizás pueda desencadenar la violencia social. Pararla más tarde es completamente otra cosa, mucho más difícil.