Parar la agenda de agresión con misiles apuntando a Venezuela, bombarderos volando por nuestros suelos, destructores navegando enfrente, y hablar de estética realmente es un regalo en la agenda.

Yo quisiera abordar estas breves palabras desde una perspectiva entre la filosofía, la filosofía en su renglón de filosofía de la estética, pero bajo la vertiente también de la filosofía de la comunicación. Entonces filosofía de la belleza estética, filosofía de la comunicación y finalmente la filosofía política.

Creo que estas tres áreas podrían dar elementos interesantes para la reflexión en torno al hecho estético en el siglo XXI, porque esa estética o esa filosofía de la belleza que nosotros podíamos estudiar o que estudiamos desde 1995 hasta el 2006 absolutamente nada tiene que ver con las nuevas perspectivas en torno a la conceptualización de la estética, pues absolutamente todo ha cambiado. La llegada del 3.0 ha trastocado no solamente la comunicación, no solamente la política, sino también el arte.

La llegada de la virtualidad ha colocado nuevos horizontes de reflexión sobre la belleza. Y de hecho la nueva estética que surge entonces, que implosiona en el arte -si me permiten la expresión-, en la comunicación y en la política tiene que ver muchísimo con la virtualidad y con las nuevas formas de belleza.

¿De qué sirve el concepto de verdad? ¿De qué sirve el concepto de verdad si no es vestido, por así decirlo, por utilizar una metáfora, con la belleza, con la estética? Nosotros podemos tener la verdad más grande del mundo, pero si no va acompañada por la estética se convierte en un dogma.

Como decía el filósofo Ortega y Gasset, la verdad, dame la mano y vamos a buscarla. Porque la verdad sin belleza es una imposición. La verdad sin belleza es vencer sin convencer, vencer con el otro.

Es decir, que en un primer momento la estética es un acompañamiento en términos de la verdad, en términos primero epistemológicos de la verdad, para hacerla una verdad de todos o de todas.

Yo quisiera adjuntarle como fundamento, y les va a parecer quizás raro, un concepto teológico. Un concepto además teológico medieval, que tiene que ver con eso que los filósofos llamados doctores de la iglesia llamaban los trascendentales. ¿Cuáles son los trascendentales? Son las categorías que acompañan el concepto de Dios. Para los latinos estas categorías eran unum (Dios tiene que ser uno), bonum (Dios tiene que ser bueno) y verum (Dios tiene que ser verdadero) y entonces la última categoría nos llama en esta muy breve reflexión, pulcrum (Dios tenía que ser bello). Dios tiene que ser entonces: uno, bueno, verdadero y bello.

En términos de marketing político, y esto lo digo con respeto desde el punto de vista fenomenológico, uno de los productos que mejor se ha vendido en los últimos 2000 años es el Dios cristiano, católico, apostólico y romano, y viéndolo como un producto de marketing, hoy día incluso se vuelve un producto de marketing 3.0.

Hace poco mi hijo adolescente que acaba de cumplir 17 años, Diego me dijo, viste como ahora hacen fiesta, pero ahorita hay un sacerdote viral porque la está haciendo con el concepto de Dios. Entonces ahí me hizo pensar mucho para estas palabras que iba a tener, porque ese mismo concepto de Dios pulcrum, es decir de Dios bello, incluso va mutando en las categorías desde Santo Tomás de Aquino, o San Anselmo, o San Agustín, hasta hoy día con las tecnologías del 3.0. Esto me permite entonces hacernos una pregunta, desde la filosofía: ¿Cuál es la verdad de la belleza, y la belleza de la verdad en este siglo XXI?

Y coloco otro elemento que quizás puede parecer anecdótico, pero yo creo que también tenemos que tomar en relación como hito fundamental para construir el concepto de belleza, y el concepto de verdad en términos de comunicación, de estética, de epistemología, que es la pandemia.

La pandemia trastoca absolutamente la visión de proximidad que nosotros teníamos, incluso con el concepto mismo de belleza, y con el concepto mismo de verdad. Muchos de nosotros que parecíamos unos evangelistas, para no decir evangélicos, tratamos de empujar desde fenómenos como la Iguana.TV, uno de los conceptos que nosotros veníamos empujando el de la comunicación en aquel momento 2.0, ahora comunicación 3.0.

Entonces el concepto también de las redes sociales irrumpe con mayor fuerza a partir de la pandemia, porque desde "Cayendo y corriendo" en Venezuela le estaba hablando no a las grandes pantallas, sino en aquel momento a una especie de tablet, y de ahí se rompe una pared en términos de comunicación y en términos de estética, porque nosotros empezamos a hacer tomas que ya no era la toma del ancla (presentador/locutor) y del backing, sino tomas del ancla hablando con la virtualidad, y la virtualidad respondiendo en tiempo real, y a partir de ese momento, a partir de la pandemia, empezamos a ver en las series de HBO, Netflix, Hollywood, que en las películas repica un teléfono y la pantalla no va solamente a la cara del actor, sino refleja la pantalla, porque al final esta nueva estética virtual es como dicen los italianos "un gato que trata de escalar un espejo", al final es una estética de la pantalla, que refleja la pantalla, que refleja la pantalla y que refleja la pantalla. 

Esto lo comenzamos a ver no solamente en la estética audiovisual, insisto, de Netflix, de HBO, de Disney Plus, etcétera, etcétera, sino que lo comenzamos a ver también en las obras de arte, es decir, la virtualidad y la pantalla emergen como un elemento fundamental de la reflexión estética, de la reflexión comunicacional, de la reflexión política y hasta de la reflexión teológica.

La gente empezó entonces a actuar en torno a eso que muchos llamamos, la lógica del insecto, es decir, en un lugar apagado, la primera luz que se encienda, ahí van a ir absolutamente todos los insectos y la nueva estética era una estética de la luz encendida, es decir, de la pantalla, incluso hay series de Netflix que lo reflejan muy bien, Black Mirror, ¿qué es Black Mirror? Es la pantalla apagada, pero ¿la pantalla apagada en el mundo de las pantallas encendidas? Sí, porque cuando la pantalla está apagada, no se vean en sus celulares, ¿qué ves tú? A ti, a ti mismo, a ti mismo y toda la estética y toda la estética belleza y toda la epistemología verdad y toda la ética bondad e incluso todo el derecho, diría Paul Ricoeur "lo justo tiene que ver precisamente con alejar al ser humano de su propia imagen", porque el ser humano tiene que estar hipnotizado por las otras imágenes.

Esto me lleva a un concepto fundamental: unum, bonum, verum, pulcrum, y yo creo que la comunicación es el lugar también de la disputa por la atención, la belleza llama, la belleza convoca, la verdad llama, la verdad convoca, es decir, que al fin y al cabo, en términos incluso existenciales, la reflexión sobre la estética y la reflexión sobre la verdad, es la reflexión sobre la atención, es decir, ¿qué belleza va a llamar mi atención? y por ende, ¿qué verdad va a llamar mi atención?

Hoy día la atención, en estas conferencias que nosotros dábamos hace cinco años, la atención estaba sobre unos 30 segundos, por ahí es que viene todo el tema de los Reels, de los Shorts, que son vídeos cortos, verticales y no horizontales, y aquí bueno, tendríamos que irnos también por una conferencia sobre la fotografía, pero una de las cosas que irrumpen en esta nueva estética, es que rompen con las medidas de la fotografía clásica, y un fotógrafo, al fotógrafo ahora tiene que acostumbrarse a una fotografía vertical, es decir, una fotografía que no tiene como centro de la atención la estética, la amplitud de la obra, sino la medida de la pantalla, sin perspectiva, entonces aquí también entramos en términos incluso de geolocalización.

En esta dictadura de la atención nos adelantamos también a lógicas que ya van a hablar los siguientes ponentes, decoloniales, porque ya la colonia o la colonización no va a ser física, no va a ser espacio temporal, sino que la colonización va a ser una colonización virtual, una colonización de las almas, una colonización de los espíritus, al fin y al cabo una colonización de la atención.

En el caso específico de Donald Trump, tiene que ver con el hecho que todos los santos días, a todas las santas horas, y a todos los santos minutos, nosotros de quién estamos hablando, estamos hablando de Donald Trump, y hay que estudiar bien las estrategias de colonización de los espíritus y de la mente que está llevando a cabo en estos momentos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esto puede parecer ciencia ficción, pero basta ver en la juramentación del presidente Donald Trump quiénes estaban en primera fila, no estaban los futuros secretarios de estado, ni siquiera los generales cuatro estrellas o los almirantes, estaban los dueños de los grandes medios de comunicación 3.0, de comunicación virtual, que en esta guerra por la atención, es decir, en esta guerra por la verdad, colocan como instrumento fundamental de avanzada la guerra por la nueva estética, y esta nueva estética es una nueva estética virtual, y esta nueva estética virtual es una nueva estética 3.0, que transversaliza, no solamente a los medios de comunicación, no solamente a la política, sino también al arte.

Yo me vi tentado a traerme un ejemplo fundamental y colocarlo sobre la pantalla, pero dije que quizás esto iba a ser contradictorio, vamos a imaginarnos, a recordar, por favor, esta imagen que yo les voy a decir, para que veamos y tengamos conciencia de la fuerza de la estética dentro de la comunicación 3.0. Las lanchas que en estos momentos está explotando el gobierno de Estados Unidos en el Caribe, ¿las tienen en mente? Bueno, también en el Pacífico Occidental, ¿las tienen en mente, verdad? Ahora, les hago una pregunta, ¿estas lanchas, ustedes las ven a todo color? No. ¿Ustedes ven el turquesa del Caribe? No. ¿Ustedes ven este, esta, que son asesinatos, por cierto, no? ¿Ven estos asesinatos, los ven en definición HD o en 4K? No. ¿Estos videos ustedes los pueden ver en sus detalles, lo pueden ver 30 minutos? No. Estos son videos que son instantáneos, duran pocos segundos, el tiempo suficiente para entrar en un Reel, en un short.

Primero, la temporalidad de la nueva estética 3.0. Estos videos no tienen absolutamente nada que ver con un testimonio de algo que pasó, son una construcción estética, más parecida a la estética de un videojuego, que a la estética de un asesinato. Lo único que ustedes ven son colores entre verdosos y negros, oscuros, videojuegos nocturnos, aunque sea de día, no sabemos si es de día o de noche, al menos que los especialistas empiecen a ver la sombra y hay muchas contradicciones. Lo primero que dijimos desde Venezuela, con declaraciones de nuestro Ministro de Comunicación, es que era una inteligencia artificial. Autores como Atilio Borón salieron con esta hipótesis también, pero inmediatamente nos damos cuenta que es más parecido a un videojuego que a una inteligencia artificial. Lo único que hay arriba escrito, ¿recuerdan qué es? En inglés: Declassified.

Es decir, es una construcción estética en todos sus detalles, donde, y aquí cito a Paul Virilio, que además no es un filósofo, no es un comunicador, no es un sociólogo, no es un politólogo, es un arquitecto, y escribió un libro que se llama Ciudad Pánico, que se los recomiendo, un librito chiquitico de 50 páginas, y ya él comenzaba a decir, a hablar de la desterritorialización que se iba a vivir en el futuro, en términos de la ciudad pánico, que ya no iba a ser una ciudad física, sino iba a ser la irrupción de la nueva política y de la nueva estética en la ciudad, y en este sentido volvemos al verum y al pulcrum, él decía que en el futuro, que ya han pasado 20 años y el mega futuro, porque todo fue muy rápido después de la pandemia, no olvidemos este hito, la verdad no iba a existir, el hecho no iba a existir.

Paul Virilio dice que el hecho no va a existir más en la ciudad pánico, va a existir el acontecimiento, y el acontecimiento no pasa, no sucede, el acontecimiento se crea, entonces esta creación, es una creación de la verdad, es decir, es un hecho epistemológico, pero pasa por una creación estética, es decir, una creación del concepto y de los parámetros mismos de la belleza.

Entonces cuando vemos eso de las lanchas, nos preguntamos, ya va, esto sucedió, esto es inteligencia artificial, esto es un montaje, no sabemos si es un hecho, en todo caso, citando Paul Virilio, sabemos que es un acontecimiento, que puede llevar -Dios nos protege y la Chinita nos guarde- a hechos catastróficos para Venezuela, para Cuba, para el Caribe, para Latinoamérica, pero todo a partir de un acontecimiento, podemos pensar en la explosión de aquel barco en Cuba, para saber que no estamos diciendo nada nuevo, lo que estamos es reflexionando sobre la nueva forma de hacerlo, sobre las nuevas estéticas que se utilizan para la comunicación de este acontecimiento que nada tiene que ver con un hecho. 

Por eso de manera provocadora yo hablaba de la belleza de la verdad y la verdad de la belleza, como título de esta conversación, vemos entonces como un grandísimo desafío que tenemos que llevar a cabo en este momento, el repensamiento del concepto mismo de estética y del concepto mismo de verdad en esta nueva etapa, en esta nueva colonización, en esta nueva dictadura, en esta nueva batalla por la tensión.

Nosotros en la Iguana.TV desde hace 13 años, que es la prehistoria de los medios de comunicación, lo primero que hicimos fue sacar las fotografías del portal, si usted va a la Iguana.TV no hay fotos, hay imágenes artísticas, alegóricas, algunas más parecidas a la caricatura, porque entendimos que muy rápidamente nosotros teníamos que acabar con la fotografía que ya no estaba llamando la atención de las nuevas generaciones. Es decir, el concepto de fotografía que seguíamos utilizando y que siguen utilizando muchos medios, en estos momentos es una fotografía, es una estética fotográfica inventada en Inglaterra en el siglo XIX, finales del siglo XIX, y que ya la nueva generación no quiere ver al empresario, no quiere ver al político, ya le fastidia incluso, y ahí nosotros entonces planteamos a partir de un grupo muy joven, dos títulos para atraer la atención, está el título escrito y está el título gráfico, visual, y en algunos casos el título audio, audiovisual, porque se están dando fenómenos muy raros.

No se olviden que nuestros chamos se fueron de Facebook hace ya 15 años, porque llegaron los papás Facebook, después se fueron para Instagram y llegaron los papás Instagram y piraron también, se fueron a TikTok y llegamos nosotros y también se fueron de TikTok. Hoy día están en VK, en Twitch, en otro tipo de plataformas y algunas plataformas ya no tienen que ver con las redes sociales sino con los videojuegos, porque Playstation entendió muy bien que la consola es una cosmovisión, es una wallet en términos económicos, es videojuego también, es decir, es un multiverso donde ellos pueden absolutamente vivir en la virtualidad y esta virtualidad tiene componentes estéticos que tenemos que estudiar, por qué, porque desde hace 20 años y estoy siendo condescendiente, la estética de las lanchas que se están explotando fueron educando a la estética de las nuevas generaciones, es decir, la estética esa verdosa, oscura, desclasificado, es la estética que nuestros chamos están utilizando cual si fuera una escuela desde hace 20 años, para ellos es absolutamente normal, incluso a nuestros chamos, a las nuevas generaciones, las han preparado virtualmente para la guerra, en la cual no se están destruyendo seres humanos o asesinando seres humanos o destruyendo ciudades, todo es virtual y la virtualidad colocó sobre el tapete uno de los más grandes desafíos de la estética, incluso artística, que todo arte se basa en la emoción frente a la obra y si satisface o no, la estética del videojuego le quitó la emocionalidad a la estética y se volvió ella misma emocionalidad. 

Las redes sociales no convocan a la belleza, las redes sociales utilizan la belleza o un nuevo tipo de belleza para vehicular el nuevo mensaje que es un mensaje desensibilizado, si me permiten el neologismo, se quita la sensibilidad propia de toda obra artística, propia de toda belleza y la nueva estética es precisamente una belleza ausente de toda sensibilidad. 

Se instrumentaliza entonces la belleza en pro de la emocionalidad característica del nuevo tipo de comunicación que es la comunicación de 3.0 y nosotros estamos frente a esto ya como un fenómeno, como una realidad y lo que nos toca en estos momentos entonces es comenzar a paso rápido, a paso rápido, a comenzar entonces a crear categorías, para poder entender este nuevo tipo de estética, este nuevo tipo de verdad, este nuevo tipo de sensibilidad.

Anteriormente la discusión en la filosofía estética era si eran los gordos de Botero, o si era el brutalismo o si era la estética del renacimiento inspirada en la estética griega. Hoy día esas discusiones no es que pasan a un segundo plano, sino que tienen que ser actualizadas con las nuevas formas de estética digital 3.0, virtual, donde insisto, la belleza ya es solamente un medio y no un fin mismo para la humanidad, porque lo que tenemos enfrente es la estética de la deshumanización, la estética que como decía Kant no colocaba al hombre como un fin, sino que colocaba al hombre simplemente como un medio.