Yahya Sinwar y el regreso del Hamas a casa
El 16 de noviembre pasado, la población Palestina de Gaza festejaba a lo grande su victoria ante una nueva agresión del ocupante israelí.
En la tarima, el líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar recibe ante la multitud, al Comandante del frente oriental de las brigadas Izz Al Din Al Qassam quien le entrega una pistola equipada con silenciador perteneciente a un solado del comando israelí cuyo intento de infiltración en Jan Yunis ( Gaza) había sido descubierto y derrotado por las brigadas Al Qassam. En el acto, 7 combatientes de las brigadas perdieron la vida y un teniente coronel de las fuerzas especiales israelíes fue abatido por la Resistencia lo que desencadenó el bombardeo de Gaza por las fuerzas aéreas sionistas y la contundente respuesta de las Brigadas Al Qassam. Luego de que los misiles palestinos lograran perforar como nunca antes a las defensas israelíes, el primer ministro Benjamín Netanyahu llamó a un alto al fuego.
El apuro de Benjamín Netanyahu en llamar a un alto al fuego, negándose así a lanzar una ofensiva de gran envergadura sobre Gaza como lo pedían varios miembros de su gobierno, suscitó una crisis política mayor en (Israel), empezando por la dimisión de su ministro de defensa, Avidgor Lieberman.
No obstante, el desorden y el caos político en el que se encuentra el gobierno de (Israel) no debe opacar el hecho que la resistencia Palestina ha venido evolucionando política y militarmente, especialmente Hamas que retoma sus objetivos iniciales tras un período de confusión marcado por el quiebre con Damasco y su adhesión a la “Primavera Árabe”.
En su discurso ante esa muchedumbre celebrando la dignidad y la resistencia, Yahya Sinwar con la pistola del comando israelí en la cintura se burló de las capitales árabes que abogan por la normalización con (Israel) y prometió que desde Gaza, la repuesta al intento de normalización desde Tel Aviv será con las armas, martirios y muerte.
Desde que asumió la dirección política del movimiento en Febrero del 2017, Sinwar tuvo a bien de forjar un liderazgo transversal en la sociedad Palestina, un liderazgo que trascienda al territorio de Gaza y las facciones basándose en su prestigio personal y en la coordinación “natural” de los aparatos armados de las diversas facciones palestina en el terreno.
La tarea principal asumida por Hamas ha sido la reconciliación con el Fatah. Un trabajo de ingeneria política muy complejo tomando en cuenta la oposición interna en el seno de ambas organizaciones. Pero el prestigio de las brigadas Al Qassam obtenido en el campo de batalla, y la voluntad férrea del pueblo palestino de enfrentar al opresor hacen que el liderazgo de Hamas en oposición a un aburguesado Fatah más dispuesto al diálogo con (Israel) y al status quo, seduzca cada vez mas a la mayoría de los palestinos.
La llegada de Sinwar al mando de Hamas en Gaza, y su públicamente asumida relación directa con el aparato militar y especialmente con su legendario y muy influyente Comandante, Mohamad Deif, ilustran su apuesta por un regreso al proyecto inicial de la organización, el que hiciera su éxito ante las masas, una apuesta por un liderazgo de terreno, desde Gaza, desde la resistencia, en oposición al liderazgo desde un hotel cinco estrellas en Doha que le dio la espalda al Eje de la Resistencia y que dejó en segundo plano la confrontación con el ocupante por involucrar a la organización en una más que dudosa alianza geopolitica que podría haberle costado al movimiento perder a los únicos aliados dispuestos a mejorar las capacidades combativas de Hamas.
La historia de Sinwar en las Brigadas Al Qassam, su paso por las cárceles sionistas, su carisma personal han sido fundamentales en la construcción de su liderazgo que ya va mas allá de las filas del Hamas o de la Franja de Gaza.
Sus buenas relaciones con las diversas facciones de la resistencia palestina, pero también, con El Cairo donde ha logrado dar una imagen de seriedad y confianza pese a las diferencias políticas e ideológicas, le dan al líder de Hamas en Gaza una dimensión de jefe de Estado.
El pueblo de Palestina precisa de una figura fuerte que lidere la lucha frontal en contra de la ocupación.
La escena de la pistola simboliza la intensión de Yahya Sinwar de asumir la línea de la resistencia hasta las últimas consecuencias. Al dar su discurso con la pistola en la cintura, el político recuerda que la única manera de garantizar la supervivencia de la causa palestina está en su capacidad de golpear al enemigo. Esto implica la necesidad de modernizar el aparato militar, innovar en permanencia en lo táctico, lo que implica a su vez, profundizar las relaciones con el Eje de la Resistencia.