Diana Marcela Gómez Correal
Entrevista exclusiva con antropóloga e historiadora, Diana Marcela Gómez Correal.
Es una joven mujer colombiana, antropóloga
e historiadora. Integrante del movimiento de mujeres y paz, vocera del
Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), e integrante de Hijos e
Hijas por la memoria y contra la impunidad.
Su padre, Jaime Enrique Gómez Velásquez, fue asesinado. Desapareció el 21 de marzo de 2006, en un parque de Bogotá y a pesar de que se hicieron búsquedas en ese lugar, un mes más tarde apareció su cuerpo sin vida en el mismo parque. Durante 8 años las autoridades trataron de hacer parecer su muerte como un accidente, hasta que se comprobó que fue asesinado.
Jaime Gómez, fue asesor de la ex senadora Piedad Córdoba Ruiz y es una de las decenas de miles de víctimas de desaparición forzada en Colombia.
Diana Marcela Gómez Correal, ha recibido amenazas por parte de grupos paramilitares, algunas de ellas la obligaron a salir de Colombia durante algún tiempo. Hoy se encuentra en su país al frente de la lucha por que se logre un acuerdo de paz estable y duradero entre el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y los grupos guerrilleros de ese país.
Su padre, Jaime Enrique Gómez Velásquez, fue asesinado. Desapareció el 21 de marzo de 2006, en un parque de Bogotá y a pesar de que se hicieron búsquedas en ese lugar, un mes más tarde apareció su cuerpo sin vida en el mismo parque. Durante 8 años las autoridades trataron de hacer parecer su muerte como un accidente, hasta que se comprobó que fue asesinado.
Jaime Gómez, fue asesor de la ex senadora Piedad Córdoba Ruiz y es una de las decenas de miles de víctimas de desaparición forzada en Colombia.
Diana Marcela Gómez Correal, ha recibido amenazas por parte de grupos paramilitares, algunas de ellas la obligaron a salir de Colombia durante algún tiempo. Hoy se encuentra en su país al frente de la lucha por que se logre un acuerdo de paz estable y duradero entre el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y los grupos guerrilleros de ese país.
¿En manos de quién está la paz de Colombia?
El resultado del plebiscito del 2 de
octubre, donde se consultó a los colombianos si estaban de acuerdo con lo que
se resolvió, después de 4 años de negociaciones en La Habana, Cuba, entre una
delegación del gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP, avivó la
llama de la gente de ese país. Desde ese día hay manifestaciones en la calle y
debates en distintos espacios donde los defensores de derechos humanos,
organizaciones sociales, víctimas y autoridades, se reúnen para tratar de
lograr que no se pierda el esfuerzo por lograr acabar con la guerra que ya
lleva más de 52 años en Colombia y que fue originada por la exclusión y la
desigualdad.
El presidente Juan Manuel Santos, abrió un diálogo nacional por la paz. Muchos lo consideran un diálogo saludable para la democracia que puede llegar a unir en un mismo espacio a quienes piensan distinto y así evitar el surgimiento de nuevas formas de violencia.
Hay un sector radical de derecha, que estimuló a los ciudadanos a votar por la opción del NO, a esos acuerdos. En la cabeza de ese sector está Álvaro Uribe Vélez, senador y expresidente colombiano, durante sus periodos de gobierno estimuló la guerra yes investigado por sus nexos con grupos paramilitares.
Las víctimas de esa guerra, han estado en el centro de los diálogos de paz y muchas de ellas son las que permanecen en la calle y desde distintos sectores buscando que se logre la paz real para el país. Para este artículo quisimos conversar con una de ellas. Hemos tenido la suerte de que además, es una investigadora del conflicto armado. De allí la riqueza de la entrevista que les presentamos a continuación.
El presidente Juan Manuel Santos, abrió un diálogo nacional por la paz. Muchos lo consideran un diálogo saludable para la democracia que puede llegar a unir en un mismo espacio a quienes piensan distinto y así evitar el surgimiento de nuevas formas de violencia.
Hay un sector radical de derecha, que estimuló a los ciudadanos a votar por la opción del NO, a esos acuerdos. En la cabeza de ese sector está Álvaro Uribe Vélez, senador y expresidente colombiano, durante sus periodos de gobierno estimuló la guerra yes investigado por sus nexos con grupos paramilitares.
Las víctimas de esa guerra, han estado en el centro de los diálogos de paz y muchas de ellas son las que permanecen en la calle y desde distintos sectores buscando que se logre la paz real para el país. Para este artículo quisimos conversar con una de ellas. Hemos tenido la suerte de que además, es una investigadora del conflicto armado. De allí la riqueza de la entrevista que les presentamos a continuación.
LA ENTREVISTA
¿Usted como
víctima de la guerra colombiana por qué cree que hubo ese resultado en el
plebiscito donde una mayoría rechazó los acuerdos de La Habana?
Considero que debe revisarse con lupa como fueron los resultados hubo una gran abstención y en NO ganó por un margen muy estrecho. Creo que la gente salió a votar no por varias cosas entre esas porque se hizo una campaña de desprestigio al proceso de paz y de los acuerdos. Ya se sabe que la campaña del NO, al menos, la que coordinaba el Centro Democrático, que es el partido del presidente Uribe, lo que hizo fue desinformar a la gente sobre los acuerdos, pero también, lo que hizo fue movilizar emociones como el odio, la rabia, la envidia, la venganza para que la gente votara en contra de los acuerdos. Esa es una campaña de desprestigio y es una campaña sucia. En ese sentido, mucha gente votó desinformada.
Por otro lado hay que reconocer que este es un país muy polarizado por toda la historia de violencia que hemos vivido, por los distintos actores armados que han hecho parte de esa historia y creo que hay mucha gente que tiene resentimiento por las FARC, y por eso votaron NO. En este caso hay víctimas de las FARC que dicen NO y hay otra parte de la ciudadanía que se solidariza con esas víctimas. Todo eso también producto de unos medios de comunicación y de una sociedad que considera que la responsabilidad de todos los males del país es de las FARC, lo cual pierde de vista la complejidad de la historia de Colombia y olvida, entre otras cosas la criminalidad estatal, y que en este acuerdo no son solo las FARC sino también el Estado Colombiano el que debe responder por las víctimas.
Considero que debe revisarse con lupa como fueron los resultados hubo una gran abstención y en NO ganó por un margen muy estrecho. Creo que la gente salió a votar no por varias cosas entre esas porque se hizo una campaña de desprestigio al proceso de paz y de los acuerdos. Ya se sabe que la campaña del NO, al menos, la que coordinaba el Centro Democrático, que es el partido del presidente Uribe, lo que hizo fue desinformar a la gente sobre los acuerdos, pero también, lo que hizo fue movilizar emociones como el odio, la rabia, la envidia, la venganza para que la gente votara en contra de los acuerdos. Esa es una campaña de desprestigio y es una campaña sucia. En ese sentido, mucha gente votó desinformada.
Por otro lado hay que reconocer que este es un país muy polarizado por toda la historia de violencia que hemos vivido, por los distintos actores armados que han hecho parte de esa historia y creo que hay mucha gente que tiene resentimiento por las FARC, y por eso votaron NO. En este caso hay víctimas de las FARC que dicen NO y hay otra parte de la ciudadanía que se solidariza con esas víctimas. Todo eso también producto de unos medios de comunicación y de una sociedad que considera que la responsabilidad de todos los males del país es de las FARC, lo cual pierde de vista la complejidad de la historia de Colombia y olvida, entre otras cosas la criminalidad estatal, y que en este acuerdo no son solo las FARC sino también el Estado Colombiano el que debe responder por las víctimas.
¿Han surgido
denuncias de que se frustra el acuerdo de paz con mentiras. Cuáles son esas
mentiras y por qué cree que fueron tan eficientes para lograr ese resultado del
plebiscito?
Si hubo toda una campaña que se hizo con base en mentiras. Quisiera insistir sobre ese punto. La sociedad colombiana no reconoce que existe la criminalidad estatal y esa es una de las grandes debilidades que tiene la sociedad y que tiene la pedagogía que ha puesto en marcha el gobierno nacional. Yo creo que al gobierno nacional también le faltó ponerse más juicioso con la pedagogía, para la paz y de difusión de los acuerdos y que se debió hacer mucho antes o dejar más tiempo para el plebiscito.
Si hubo toda una campaña que se hizo con base en mentiras. Quisiera insistir sobre ese punto. La sociedad colombiana no reconoce que existe la criminalidad estatal y esa es una de las grandes debilidades que tiene la sociedad y que tiene la pedagogía que ha puesto en marcha el gobierno nacional. Yo creo que al gobierno nacional también le faltó ponerse más juicioso con la pedagogía, para la paz y de difusión de los acuerdos y que se debió hacer mucho antes o dejar más tiempo para el plebiscito.
¿En los
acuerdos alcanzados en las discusiones de La Habana, las víctimas tenían las garantías
de que se haría justicia, de que habría reparación y garantías de no
repetición?
El acuerdo dijo todo el tiempo que ponía en el centro a las víctimas, y en ese sentido, en el punto número cinco (5), de la agenda de La Habana, que es el de víctimas, se construyeron unos acuerdos que crean un sistema integral de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, siguiendo un modelo de justicia transicional. Nosotros creemos que ese modelo abre la posibilidad para que las víctimas de las FARC y las víctimas del Estado, podamos reclamar nuestros derechos. Consideramos que ese punto, así como el acuerdo general es un esqueleto que hay que llenar de contenido. Entonces, en términos generales allí estaba plasmado cumplir con esos derechos. Cómo víctimas de crímenes de Estado, vemos con preocupación que hay unas medidas especiales para los militares, pero a este punto, lo que ponemos por encima de todo es que se llegue un acuerdo pronto y tener y rol protagónico en los acuerdos de La Habana, en especial en lo referido en el punto número cinco, 5. Entonces de esa manera, la forma de garantizar esos derechos tiene que ver con la creación de una comisión de esclarecimiento de la verdad, con la creación de una jurisdicción especial para la paz, medidas de reparación, la búsqueda de personas desaparecidas, que tiene un carácter humanitario y una cosa que si hemos visto débil, son las garantías de no repetición para lo cual organizaciones sociales, entre ellas el MOVICE propuso la creación de una comisión de alto nivel de garantías de no repetición.
El acuerdo dijo todo el tiempo que ponía en el centro a las víctimas, y en ese sentido, en el punto número cinco (5), de la agenda de La Habana, que es el de víctimas, se construyeron unos acuerdos que crean un sistema integral de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, siguiendo un modelo de justicia transicional. Nosotros creemos que ese modelo abre la posibilidad para que las víctimas de las FARC y las víctimas del Estado, podamos reclamar nuestros derechos. Consideramos que ese punto, así como el acuerdo general es un esqueleto que hay que llenar de contenido. Entonces, en términos generales allí estaba plasmado cumplir con esos derechos. Cómo víctimas de crímenes de Estado, vemos con preocupación que hay unas medidas especiales para los militares, pero a este punto, lo que ponemos por encima de todo es que se llegue un acuerdo pronto y tener y rol protagónico en los acuerdos de La Habana, en especial en lo referido en el punto número cinco, 5. Entonces de esa manera, la forma de garantizar esos derechos tiene que ver con la creación de una comisión de esclarecimiento de la verdad, con la creación de una jurisdicción especial para la paz, medidas de reparación, la búsqueda de personas desaparecidas, que tiene un carácter humanitario y una cosa que si hemos visto débil, son las garantías de no repetición para lo cual organizaciones sociales, entre ellas el MOVICE propuso la creación de una comisión de alto nivel de garantías de no repetición.
¿Si no se
aprueba aplicar el acuerdo tal cual fue aprobado en La Habana, cuáles cree que
son los riesgos?
Vemos que hay puntos que son de importancia para los que votaron NO. Uno tiene que ver con los derechos de las víctimas. Vemos que el Centro Democrático, lo que está proponiendo tiende a generar impunidad frente a los crímenes de Estado y proteger a los militares. Lo interesante de esto es que hace poco salió una carta de militares respaldando el acuerdo de La Habana, entonces lo que creemos es que Uribe lo que está buscando es blindarse él, pese a que en el acuerdo él tiene inmunidad porque es expresidente, pero lo que uno pudiera ver es que se está blindando él y está blindando a los políticos y empresarios que contribuyeron a la guerra. Ese es uno de los puntos que se está poniendo en debate y que tiene que ver con el punto de justicia, en el punto de La Habana que es de víctimas. El otro es participación política a las FARC. Lo que leemos es que el Centro Democrático y otros miembros del NO, lo que quieren es quitarle el carácter político a las FARC. Quieren generar una división entre la cúpula de las FARC y la base y esto iría en detrimento de la posibilidad de participación política de las FARC. Aquí se está desconociendo que todo proceso de paz lleva a que la parte que está en contra del Estado, quienes se han sublevado, entran a un acuerdo de paz para integrar la democracia, y esto iría en detrimento no solo de las FARC sino de la democracia en general, porque lo que se está buscando es una ampliación de la democracia.
El siguiente punto que los del NO parecen querer modificar, tiene que ver con el tema agrario. Como sabemos la violencia en Colombia tiene que ver con una causa estructural que es la distribución de la tierra y ha habido élites que siempre se han opuesto a una reforma agraria. Pese a que este punto no propone una reforma agraria ni cambios radicales, se están oponiendo, incluso tienen el coraje de plantear que se reverse o se limite la consulta previa, que es un derecho ya adquirido por las comunidades indígenas y afro.
Y el siguiente punto que nos preocupa muchísimo y con el que hay que estar muy alerta es con lo que han denunciado que es una ideología de género. Esto iría en detrimento de los derechos de las mujeres y de las comunidades LGBTI, porque lo que se está proponiendo es que todo lo que tenga que ver con el género, que en este caso es la inclusión de la perspectiva de género en el acuerdo de manera transversal, se elimine. Todo esto significaría que no se sientan las bases para la construcción de una paz estable y duradera y además que se retrocede en derechos ya adquiridos de mujeres, comunidad LGBTI, indígenas, afros y campesinos.
Vemos que hay puntos que son de importancia para los que votaron NO. Uno tiene que ver con los derechos de las víctimas. Vemos que el Centro Democrático, lo que está proponiendo tiende a generar impunidad frente a los crímenes de Estado y proteger a los militares. Lo interesante de esto es que hace poco salió una carta de militares respaldando el acuerdo de La Habana, entonces lo que creemos es que Uribe lo que está buscando es blindarse él, pese a que en el acuerdo él tiene inmunidad porque es expresidente, pero lo que uno pudiera ver es que se está blindando él y está blindando a los políticos y empresarios que contribuyeron a la guerra. Ese es uno de los puntos que se está poniendo en debate y que tiene que ver con el punto de justicia, en el punto de La Habana que es de víctimas. El otro es participación política a las FARC. Lo que leemos es que el Centro Democrático y otros miembros del NO, lo que quieren es quitarle el carácter político a las FARC. Quieren generar una división entre la cúpula de las FARC y la base y esto iría en detrimento de la posibilidad de participación política de las FARC. Aquí se está desconociendo que todo proceso de paz lleva a que la parte que está en contra del Estado, quienes se han sublevado, entran a un acuerdo de paz para integrar la democracia, y esto iría en detrimento no solo de las FARC sino de la democracia en general, porque lo que se está buscando es una ampliación de la democracia.
El siguiente punto que los del NO parecen querer modificar, tiene que ver con el tema agrario. Como sabemos la violencia en Colombia tiene que ver con una causa estructural que es la distribución de la tierra y ha habido élites que siempre se han opuesto a una reforma agraria. Pese a que este punto no propone una reforma agraria ni cambios radicales, se están oponiendo, incluso tienen el coraje de plantear que se reverse o se limite la consulta previa, que es un derecho ya adquirido por las comunidades indígenas y afro.
Y el siguiente punto que nos preocupa muchísimo y con el que hay que estar muy alerta es con lo que han denunciado que es una ideología de género. Esto iría en detrimento de los derechos de las mujeres y de las comunidades LGBTI, porque lo que se está proponiendo es que todo lo que tenga que ver con el género, que en este caso es la inclusión de la perspectiva de género en el acuerdo de manera transversal, se elimine. Todo esto significaría que no se sientan las bases para la construcción de una paz estable y duradera y además que se retrocede en derechos ya adquiridos de mujeres, comunidad LGBTI, indígenas, afros y campesinos.
¿Entre las
cosas que ha dicho el comandante de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, es que “la
guerra nunca ha sido una iniciativa de las clases dominadas”… Se acusa ahora
que se prepara un pacto de élites en Colombia para decidir el futuro de la paz.
Cree que la insurgencia aceptará eso y las víctimas están convocadas para esa
nueva etapa de la búsqueda de la paz?
Yo creo que en Colombia, ni las FARC ni la ciudadanía va a aceptar un pacto de élites. Ese es uno de los puntos que más se ha visibilizado de todas las plataformas que están trabajando por el SÍ, de todas las organizaciones sociales y fue algo que fuimos a manifestar a la Casa de Nariño (Palacio de Gobierno colombiano). No vamos a aceptar un pacto de élites porque eso no permitiría construir una paz estable y duradera.
Yo creo que en Colombia, ni las FARC ni la ciudadanía va a aceptar un pacto de élites. Ese es uno de los puntos que más se ha visibilizado de todas las plataformas que están trabajando por el SÍ, de todas las organizaciones sociales y fue algo que fuimos a manifestar a la Casa de Nariño (Palacio de Gobierno colombiano). No vamos a aceptar un pacto de élites porque eso no permitiría construir una paz estable y duradera.
¿Álvaro
Uribe, Andrés Pastrana y otros representantes de la ultraderecha del país,
tienen la influencia suficiente en Colombia para atribuirse el triunfo del
resultado de ese plebiscito? Además que buscan con entorpecer esta vía para la
paz?
Yo creo que estos actores lo que están buscando es lo que decía antes, blindarse quienes están directamente involucrados con la guerra como el expresidente Uribe, ahora senador, pero también creo que lo que están buscando es dilatar todo este proceso para sumar a sus campañas políticas a la presidencia. Insisto que el presidente (Santos) fue muy claro en eso y creo que toda la ciudadanía tiene que ser clara en que la paz no se puede convertir en un botín electoral.
Yo creo que estos actores lo que están buscando es lo que decía antes, blindarse quienes están directamente involucrados con la guerra como el expresidente Uribe, ahora senador, pero también creo que lo que están buscando es dilatar todo este proceso para sumar a sus campañas políticas a la presidencia. Insisto que el presidente (Santos) fue muy claro en eso y creo que toda la ciudadanía tiene que ser clara en que la paz no se puede convertir en un botín electoral.
¿Las
movilizaciones que se han registrado en Colombia, exigiendo que se garantice la
paz y las otras manifestaciones que se han hecho en otros países a favor de la
paz, qué influencia cree que puede tener sobre esto que buscan acordar el
gobierno colombiano y otras fuerzas políticas del país?
Yo creo que las movilizaciones dentro y fuera de Colombia son fundamentales para evitar que esto sea un pacto de élites. Y yo creo que a esas movilizaciones las tiene que escuchar el gobierno nacional. Creo que tienen una gran trascendencia y una gran importancia porque además están sirviendo como un ejercicio pedagógico entorno a la paz y entorno a los acuerdos de La Habana.
Yo creo que las movilizaciones dentro y fuera de Colombia son fundamentales para evitar que esto sea un pacto de élites. Y yo creo que a esas movilizaciones las tiene que escuchar el gobierno nacional. Creo que tienen una gran trascendencia y una gran importancia porque además están sirviendo como un ejercicio pedagógico entorno a la paz y entorno a los acuerdos de La Habana.
¿Cuál cree
que ha sido el papel de los medios de comunicación tradicionales en Colombia
para minar este acuerdo de paz y qué opina de esta estrategia utilizada a
través de las redes sociales?
Consideramos que estos tienen una gran responsabilidad en lo que ocurrió, en términos del NO porque se dedicaron a desinformar sobre los acuerdos de paz, pero también a darle un protagonismo a quienes estaban impulsando el NO, mayor a quienes estaban impulsando el SÍ. Además son medios de comunicación que incentivan el odio y la rabia en vez de incentivar emociones como la esperanza, e incentivar el diálogo. Creemos que su papel ha sido perverso en desinformar además porque le dan un protagonismo a las víctimas de las FARC, pero no hacen lo mismo con las víctimas de la criminalidad estatal. Es decir que no están tratando de manera equitativa a las víctimas.
Consideramos que estos tienen una gran responsabilidad en lo que ocurrió, en términos del NO porque se dedicaron a desinformar sobre los acuerdos de paz, pero también a darle un protagonismo a quienes estaban impulsando el NO, mayor a quienes estaban impulsando el SÍ. Además son medios de comunicación que incentivan el odio y la rabia en vez de incentivar emociones como la esperanza, e incentivar el diálogo. Creemos que su papel ha sido perverso en desinformar además porque le dan un protagonismo a las víctimas de las FARC, pero no hacen lo mismo con las víctimas de la criminalidad estatal. Es decir que no están tratando de manera equitativa a las víctimas.
¿El ELN
decidió unirse a esta búsqueda de la Paz en Colombia. Qué opina de eso y que
debería pasar con otros grupos como los paramilitares y el narcotráfico?
Creemos que es fundamental que el ELN se integre a este proceso de paz. Es una demanda que hemos tenido al ELN y al Estado desde hace muchos años, desde que inició el proceso de paz con las FARC. Consideramos que es la posibilidad de avanzar hacia una paz completa. Pedimos que en este diálogo con el ELN las víctimas tengan un papel preponderante igual que la sociedad colombiana. Y frente a los otros actores como los paramilitares y el narcotráfico, lo interesante del acuerdo de La Habana, es que al menos en términos de paramilitarismo, incluía una política de desmonte del paramilitarismo. Yo creo que el Estado debe estar atento a erradicar estos grupos y las vías por las que se haga, todavía están en proceso de concertación. Lo que se necesita también es un mayor seguimiento a estos actores delincuenciales que no tiene carácter político. Es importante elevar este aspecto.
Creemos que es fundamental que el ELN se integre a este proceso de paz. Es una demanda que hemos tenido al ELN y al Estado desde hace muchos años, desde que inició el proceso de paz con las FARC. Consideramos que es la posibilidad de avanzar hacia una paz completa. Pedimos que en este diálogo con el ELN las víctimas tengan un papel preponderante igual que la sociedad colombiana. Y frente a los otros actores como los paramilitares y el narcotráfico, lo interesante del acuerdo de La Habana, es que al menos en términos de paramilitarismo, incluía una política de desmonte del paramilitarismo. Yo creo que el Estado debe estar atento a erradicar estos grupos y las vías por las que se haga, todavía están en proceso de concertación. Lo que se necesita también es un mayor seguimiento a estos actores delincuenciales que no tiene carácter político. Es importante elevar este aspecto.
¿La gente
está en la calle, las fuerzas políticas a favor y en contra de los acuerdos de
La Habana están activadas, organizaciones internacionales y países amigos siguen
apoyando la búsqueda de la paz… En manos de quien cree que está la paz de
Colombia?
Yo creo que la paz de Colombia está en manos de todas y todos los colombianos. Creo que juega un papel muy importante toda la ciudadanía y todas las movilizaciones que están saliendo a la calle. Sabemos que quien tiene la última palabra frente a esto es el presidente y luego de que el presidente decida qué cambio se puede incluir en el proceso de paz, pues se llevará a la mesa de negociaciones entre las FARC y el grupo del gobierno nacional. Hay actores relevantes como la ciudadanía que no estaba organizada pero se está movilizando, todas las organizaciones sociales que llevamos décadas trabajando por la paz, y está el papel que pueda jugar la propia mesa de negociación. A mí me gustaría decir que la paz está en nuestras manos, en las manos de quienes nos estamos movilizando por la paz, pero creo que está en muchas más manos y que distintos actores juegan papeles distintos.
Yo creo que la paz de Colombia está en manos de todas y todos los colombianos. Creo que juega un papel muy importante toda la ciudadanía y todas las movilizaciones que están saliendo a la calle. Sabemos que quien tiene la última palabra frente a esto es el presidente y luego de que el presidente decida qué cambio se puede incluir en el proceso de paz, pues se llevará a la mesa de negociaciones entre las FARC y el grupo del gobierno nacional. Hay actores relevantes como la ciudadanía que no estaba organizada pero se está movilizando, todas las organizaciones sociales que llevamos décadas trabajando por la paz, y está el papel que pueda jugar la propia mesa de negociación. A mí me gustaría decir que la paz está en nuestras manos, en las manos de quienes nos estamos movilizando por la paz, pero creo que está en muchas más manos y que distintos actores juegan papeles distintos.
Dato de cierre
El
Ejército de Liberación Nacional, ELN, el segundo grupo guerrillero más fuerte
de Colombia, anunció desde la sede de la cancillería venezolana en Caracas,
junto a una delegación del gobierno colombiano, el inicio de la fase pública de
las negociaciones de paz. Esos diálogos se realizarán en la ciudad de Quito, en
Ecuador a partir del 27 de octubre de este año. La agenda tiene 5 puntos y el
fin último es la paz para todos los colombianos.