François Hollande realiza una visita a Cuba para reforzar las relaciones entre ambos países.
Francois Hollande y Raúl Castro
El 11 de mayo 2015, precisamente un mes después
del encuentro histórico entre Barack Obama y Raúl Castro en la Cumbre de las
Américas en Panamá, François Hollande realiza una visita oficial a Cuba,
convirtiéndose en el primer presidente francés que viajará a la isla.
Aprovechando un contexto internacional favorable con el acercamiento operado
por Washington y La Habana desde el 17 de diciembre de 2014, así como el
proceso de normalización entre la Unión Europea y Cuba desde febrero de 2014,
París refuerza sus lazos con la mayor de las Antillas.
Visita a Fidel Castro
Una visita minuciosamente preparadaVarios viajes
oficiales precedieron a esta visita histórica. En un primer tiempo, el 12 de abril
de 2014, Laurent Fabius, ministro francés de Relaciones Exteriores, realizó una
estancia en Cuba donde lo recibió el presidente Raúl Castro.[1] Se
trataba entonces de la primera visita del jefe de la diplomacia francesa desde
el viaje de Claude Cheysson en agosto de 1983.[2]
Con esta iniciativa oficial, París ratificó el fracaso de la política de
sanciones de Bruselas, que aplica la Posición Común a la Isla desde 1996.
En marzo de 2015, una
delegación francesa liderada por Mathias Felk, secretario de Estado para el
Comercio Exterior, y Bruno Bézard, Presidente del Club de París y Director
General del Tesoro Francés, realizó una visita de tres días a Cuba para
preparar la estancia del presidente Hollande y abordar el tema de la deuda de
Cuba con el Club de París de unos 15.000 millones de dólares.[3]
Las motivaciones de FranciaLas motivaciones
del viaje oficial del presidente Hollande son múltiples. Primero son de orden
político. En efecto, la diplomacia francesa es consciente de que Cuba es la
puerta de entrada de América Latina, donde Estados Unidos ha perdido una gran
parte de su influencia en beneficio de China y Rusia, que tienen relaciones muy
estrechas con la Isla.Jamás en la
historia del continente la influencia de La Habana ha sido tan grande. Cuba no
sólo tiene relaciones diplomáticas, comerciales y culturales fructíferas con
todas las naciones latinoamericanas, sino que además ocupa un lugar
preponderante en los organismos de integración regional como la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que agrupa los 33 países de
América Latina y del Caribe, y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA) que reúne 13 naciones de la región. La II Cumbre de la
CELAC de La Habana en enero de 2014 federó a los jefes de Estado y de Gobierno
de todo el continente, en una demostración impresionante de unidad, y declaró a
América Latina “Zona de Paz”.[4]Prueba de la
importancia de Cuba, Estados Unidos también tuvo que abrir un proceso de
diálogo con La Habana a causa de su
aislamiento en América Latina, donde hasta sus más fieles aliados, como México
y Colombia, expresaron firmemente su oposición al estado de sitio económico
impuesto a la población cubana. Por otra parte, varias naciones del continente
amenazaron con boicotear la Cumbre de las Américas de abril de 2015 en Panamá,
en caso de ausencia de Cuba. Así Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia y principal
socio de Washington en América Latina, declaró en abril de 2012 durante la VI
Cumbre de las Américas en Cartagena que “otra Cumbre sin Cuba sería
inaceptable”.[5]Así, el apoyo
latinoamericano a Cuba supera las oposiciones ideológicas tradicionales. El Gobierno
francés sabe que unas relaciones cordiales con Cuba facilitarán los lazos con
el resto del continente. Por ello, no menos de ocho ministros acompañarán al presidente
Hollande, lo que ilustra la importancia que concede Francia a este viaje
oficial.
Las motivaciones son
también de orden económico. En efecto, además de los encuentros oficiales
clásicos y de la inauguración de la nueva sede de la Alianza Francesa en La
Habana, la agenda de François Hollande incluye también la participación en un
foro económico entre inversionistas franceses y el Estado cubano con
el fin de reforzar la presencia de Francia en Cuba.Así, decenas de
empresarios franceses forman parte del viaje presidencial. Aunque unas 60
empresas francesas se encuentran en Cuba, entre las cuales las más importantes
son Pernod-Ricard, Accor, Bouygues, Alcatel-Lucent, Total, Alstom y Air France[6],
Francia sólo es el noveno socio económico de la Isla después de Venezuela,
China, España, Canadá, Países Bajos, Brasil, México e Italia. Francia desea
desarrollar su presencia en los sectores de las energías renovables,
transporte, biotecnología, agroalimentario e integrar la Zona Especial de
Desarrollo del puerto de Mariel.[7]La reciente
visita de Bruno Rodríguez, ministro cubano de Relaciones Exteriores, a París el
20 y 21 de abril de 2015, ilustra el interés de Francia en las relaciones con
Cuba. En efecto, el ministro cubano no sólo fue recibido por su homólogo
francés Laurent Fabius, sino que también fue acogido por el presidente Hollande,
que bajó la escalinata del palacio del Eliseo para saludarlo, gesto protocolario
tradicionalmente reservado a los grandes jefes de Estado. También se entrevistó
con Manuel Valls, Primer Ministro, que desenrolló la alfombra roja en el Hôtel
de Matignon al representante de la República de Cuba.[8]Las relaciones
entre Francia y Cuba han mejorado mucho, particularmente gracias a Jean
Mendelson, embajador de Francia en La Habana de noviembre de 2010 a enero de
2015, que obró a favor del acercamiento entre ambas naciones y fue apreciado
por los cubanos. Del mismo modo Orlando Requeijo, embajador de Cuba en Francia
de 2009 a 2013, así como Héctor Igarza, su sucesor actualmente en cargo en
París, contribuyeron ampliamente al reforzamiento de los lazos entre ambas
naciones. El embajador Igarza considera la visita del presidente Hollande al
mismo tiempo “histórica y simbólica del estado de las excelentes relaciones
bilaterales”.[9]
Lazos históricos entre Francia y CubaCon esta primera
visita de un jefe de Estado francés a Cuba, François Hollande repara una
anomalía histórica. En efecto, “más de 200 años de amistad y 113 años de
relaciones diplomáticas y consulares [desde 1902]” unen a ambas naciones,
recuerda el embajador Igarza. Los primeros colonos franceses se instalaron en
Cuba en 1804 tras huir la Revolución Haitiana. Cienfuegos, una de las
principales ciudades cubanas, fue fundada por el francés Jean-Louis Laurent de
Clouet. Esta “Perla del Sur” de 150.000 habitantes conserva todavía la
influencia francesa, particularmente en su arquitectura.Del mismo modo
los independentistas cubanos también recibieron la influencia de los ideales de
la Revolución Francesa y el himno nacional de la isla, La Bayamesa, saca su inspiración de La Marseillaise. Victor Hugo apoyó la causa de la emancipación
cubana contra el yugo español y mantuvo una correspondencia con José Martí,
Héroe Nacional cubano.
De la misma forma, cosa
poco conocida, el lema de la Revolución Cubana “Patria o Muerte”, derivado de
la máxima “Libertad o Muerte”, lanzado por primera vez por Fidel Castro el 5 de
marzo de 1960 tras el atentado terrorista que organizó la CIA contra el barco
francés La Coubre que transportaba
armas y municiones a Cuba y que causó un centenar de muertos y más de 200
heridos, saca su fuente del lema robespierrista “Libertad, Igualdad,
Fraternidad, o Muerte”.[10]
Con esta visita
histórica, el presidente François Hollande indica la vía a seguir a las demás
naciones occidentales y manda un mensaje a la Unión Europea y a Estados Unidos.
Francia recuerda que la mejor manera de promover intereses mutuos es basar las
relaciones con Cuba en la igualdad soberana, el diálogo respetuoso y la no
injerencia en los asuntos internos.
*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris
Sorbonne-Paris IV, SalimLamrani es profesor titular de la Universidad de La
Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos. Su último libro se titula Cuba, the Media, and the Challenge of
Impartiality, New York, Monthly Review Press, 2014, con un prólogo de
Eduardo Galeano.
[1]Le Monde, «Laurent Fabius en visite à Cuba, ‘amie’ de la France», 13 de abril
de 2014.
[2] Claude Cheysson, «Déclaration de M. Claude Cheysson, Ministre des
relations extérieures sur les relations avec Cuba et le droit des peuples», 5
de agosto de 1983.
Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba, the Media, and the Challenge of Impartiality, New York, Monthly Review Press, 2014, con un prólogo de Eduardo Galeano.
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