¡Hassan Diab y el triángulo de las Bermudas!
Hassan Diab, primer ministro interino libanés, durante una entrevista en exclusiva para Al Mayadeen en Español refirió que el cambio -en el Líbano-, debe venir desde lo alto de la pirámide y su base al mismo tiempo.
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¡Hassan Diab y el triángulo de las Bermudas!
El primer ministro interino libanés coincide con la opinión prevaleciente de que hay "manos ocultas" extranjeras que están empeorando la situación en el Líbano en todas las áreas, pero al mismo tiempo cree que estas manos no pueden lograr sus objetivos sin la corrupción de la autoridad política.
El título universitario que posee el primer ministro interino libanés, Hassan Diab -que fue el primero de su tipo en el Líbano en la especialidad de ingeniería de telecomunicaciones-, no le ha ayudado a reparar la grieta en la situación política en este país.
El hombre que entró en el campo de los "políticos" fue recibido con miradas destrozadoras por parte de ellos.
Sus rivales han lanzado sin piedad campañas brutales contra él, mientras una parte del pueblo no entendió su honestidad e incluso en varias ocasiones, ni sus aliados le hicieron justicia.
Sin embargo, lo que ha enfrentado este primer ministro "especialista" es duro y pesado: un país con instituciones desgastadas, lleno de sectarismo, difíciles condiciones económicas, movimientos y manifestaciones en la calle, subida de los precios del dólar por razones políticas por excelencia.
A pesar de ganar 13 premios internacionales y regionales antes de llegar al "Grand Serail" (Sede del gobierno); estos no lo han ayudado a tener éxito en su misión, debido al complejo trabajo en el triángulo local, regional y global de las "Bermudas".
A pesar de todo lo que se habla en su contra, encontramos al hijo de la capital libanesa Beirut en el más alto nivel de conciencia tranquila. Mientras lo que muchos libaneses no saben es que Diab, quien asumió sus funciones en diciembre de 2019, ha estado trabajando 18 horas diarias ininterrumpidamente y ha trasladado su residencia al "Grand Serail" para poder trabajar mejor, movilizando energías, para motivar así a ministros y ministerios.
“El cambio sí se acerca, pero la pregunta es ¿cuánto tardará en llegar este cambio?”, dice Diab quien pronto dejaría el Grand Serail, tras presentar su renuncia el 10 de agosto, y aclara: “El cambio debe venir desde lo alto de la pirámide y su base al mismo tiempo".
Estamos hablando de un hombre muy confiado en sus capacidades, que dice repetidamente "Llegué a la presidencia para servir a mi país, y no gané dinero, y no pagué ni un centavo para lucir mi imagen en las redes sociales, y he enfrentado muchos insultos y no les hice caso".
Una de las dificultades más graves a las que se enfrenta un primer ministro "no sectario", en un país como el Líbano; es el sectarismo, junto al sistema de cuotas entre la mayoría de los partidos.
Hassan Diab: "Ellos están de acuerdo en compartir el pastel, pero no están de acuerdo sobre quién va a picarlo, y quieren acciones en todos los sectores”.
Diab explica: "intentamos emitir decretos, pero las leyes que emanan del poder legislativo son más fuertes. Por eso no pudimos implementarlas".
Sin embargo, aquí planteamos la pregunta ¿sería que su solicitud al gobernador de la Banque du Liban, Riad Salameh a explicar a los libaneses lo que está sucediendo entre bastidores con respecto al tipo de cambio de moneda, fue la gota que colmó el vaso? Tal vez él contestaría esa pregunta con una sonrisa, un gesto que lleva diversos significados.
Muchos consideran que los manifestantes en el Líbano no han sido justos con "el hombre que acaba de llegar al palacio", al no darle tiempo suficiente a llevar a cabo su cometido; cuando ellos muy pronto salieron a las calles pidiendo la renuncia de todo el gobierno, sin excepción.
A pesar de toda la oscuridad que nos rodea, Diab insta a permanecer en la Patria, hacer esfuerzos para salvar el país y seguir exigiendo cambios, ratificando siempre que la riqueza más importante del Líbano es su juventud y su cerebro, además de su prometedora riqueza natural, ambiental y petrolera.
Asimismo, Diab lamenta que las personas creativas no son honradas en su país, sino en el exterior, y porque la situación actual no le ha permitido hacerlo.
A la luz de su experiencia personal él se dirige a los libaneses: “No emigren, sino adquieran conocimientos y experiencia, y vuelvan a su país y trabajan para él”.
Por lo tanto, cuando uno termina de entrevistar a este hombre, uno no puede dejar de recordar a quien la mayoría de los libaneses lo consideran como “la conciencia del Líbano”, es decir, el ex primer ministro, Salim Al-Hoss, quien siempre decía: "El dirigente se mantiene fuerte, hasta que pide algo para su beneficio personal".