Odio enfermizo: Las pesadillas de Trump con Cuba
Ni la pandemia arreciada en su país, ni el espíritu de concordia navideño, ni su obsesión con no abandonar la Casa Blanca, ni el hecho real de que está en su último mes de mandato, hacen cejar a Donald Trump y los halcones de su gobierno en la arreciada campaña anticubana, que desde junio de 2017 han sostenido sin respiro.
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Odio enfermizo: Las pesadillas de Trump con Cuba
Hace apenas unos días, el Secretario del Tesoro Steven Munchin anunciaba nuevas medidas punitivas contra la nación caribeña. Al hacerlo, echaba mano al enfermizo comportamiento de su administración contra el vecino archipiélago. Estados Unidos, dijo, "sigue comprometido en atacar al régimen cubano por su comportamiento maligno y sus intentos de evadir las sanciones estadounidenses".
Mientras el Secretario de Estado, Mike Pompeo, aseveraba que Estados Unidos se mantiene firme en el compromiso de “poner fin a las prácticas económicas que benefician de manera desproporcionada al gobierno cubano o sus agencias o personal militar, de inteligencia y seguridad, a expensas del pueblo cubano”, señala Pompeo. “También demuestra el compromiso de Estados Unidos de interrumpir el apoyo maligno de Cuba al régimen ilegítimo de Maduro en Venezuela”.
El Departamento del Tesoro informó que las tres empresas cubanas sometidas a nuevas sanciones son el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), la Financiera Cimex S.A.(FINCIMEX) y Kave Coffee, S.A.
Al ser colocadas en la Lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (SDN) todos los bienes e intereses en propiedad de estas entidades que se encuentran en Estados Unidos, en posesión o control de personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos, serán bloqueados.
La medida no tiene efecto práctico alguno, pues estas entidades cubanas no tienen fondos en Estados Unidos; pero sí tienen un sentido amenazador contra entidades de otros países que tengan relaciones con estas tres empresas cubanas.
Es el mismo objetivo que en el 2019 tuvo la activación total del Título II de la Ley Helms-Burton; meter miedo a los probables inversores extranjeros en Cuba y cortar vías de suministro externo al país. Una ofensiva anticubana que ha generado más de 130 medidas punitivas en los dos últimos años; prácticamente a razón de una por semana.
Junto a la agresión económica, la administración Trump ha puesto en práctica numerosos planes y programas subversivos, para intentar aprovechar el escenario de dificultades y penurias que al pueblo cubano le provocan las sanciones del bloqueo.
El pasado noviembre, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) otorgó a una organización de Florida, denominada Directorio Democrático Cubano, $ 97,321 para un programa llamado "La verdad sobre la explotación en el turismo cubano", cuyo objetivo fundamental es obstaculizar los esfuerzos de Cuba por fortalecer la actividad turística, que es la rama económica más importante y dinámica del país..
El principal directivo del Directorio Democrático Cubano es Orlando Gutiérrez, un veterano líder anticubano residente en la Florida . El 4 de diciembre pasado, Gutiérrez expresó su apoyo a una invasión armada de Cuba para derrocar al gobiernorevolucionario. Él dijo: "Si hay una represión mortal, el uso de la fuerza militar para reprimir al pueblo de Cuba, es legítimo y pedimos una intervención internacional liderada por Estados Unidos para derrocar ese régimen y acabar con él".
USAID y el Departamento de Estado le han dado a sa organización al menos $ 6,970,939 de 2006 a 2019, según muestran los registros.
A principios de diciembre, en carrera contrarreloj, el Departamento de Estado ha librado nuevas convocatorias para programas específicos contra Cuba. A principios de diciembre, en el contexto de la “Revolución de Colores” que alentaban en Cuba, el Gobierno estadounidense anunciaba la intención de promover programas que impulsen “los derechos civiles, políticos, religiosos y laborales en Cuba”.
Cada proyecto podrá contar hasta con un millón de dólares y debió ser presentado antes del pasado 21 de diciembre. La mayor preocupación del Departamento de Estado es que las propuestas sean capaces de “fortalecer la acción de grupos independientes de la sociedad civil en Cuba para promover los derechos civiles y políticos en la Isla y aumentar la rendición de cuentas de funcionarios cubanos por violaciones de derechos humanos y corrupción”.
También en el Congreso de Estados Unidos, las fuerzas más extremistas lograron incluir nuevamente cuantiosos fondos para la subversión en Cuba en los presupuestos del 2021. Entre las iniciativas incluidas en el proyecto de ley, se encuentran USD 20 millones para programas que promuevan la democracia en Cuba y USD 33 millones para Venezuela; así como proporcionar USD 12 millones para la Oficina de Transmisiones de Cuba (OCB), que sostiene las ilegales Radio y TV Martí.
Angustiado por ver terminado su mandato sin lograr derrocar a la Revolución Cubana, ni a los Gobiernos de Venezuela y Nicaragua, Trump da sus últimas patadas de caballo, bajo el coro entusiasta de las fuerzas extremistas anticubanas que le dieron su voto el pasado noviembre. Su ilusión es hacer en su último mes lo que no pudo durante cuatro años; o, caso contrario, dejarle bien complicado a la administración Biden un cambio en la política hacia Cuba.