Las Difíciles Opciones de al Fatah
Lo que despertó el miedo, hasta el punto del pánico, entre algunos de los dirigentes de al Fatah, es el cambio en la opinión pública en las bases de al Fatah a favor del movimiento Hamas.
Los dirigentes del movimiento al Fatah hicieron seguimiento a la batalla la “Espada de al Quds (Jerusalén)”, minuto a minuto, y un destacado líder de al Fatah me susurró al oído: Hamas ha privado del sueño a todos los dirigentes del movimiento lo largo de los once días de los combates en Gaza; ¡¡No creo que hayan dormido incluso después de que terminó la guerra!!
No me sorprendió la conversación de mi amigo, el dirigente en al Fatah, y le dije que al Fatah no fue el único que no pudo conciliar el sueño a causa de la batalla de Gaza, muchos de los actores, a nivel regional e internacional, tampoco han podido dormir.
Al Fatah observó la escena de la batalla desde varios ángulos y direcciones; el primer ángulo se caracterizó por una sensación de “shock”, y tal vez de asombro, del notable desarrollo militar del Movimiento Hamas y de la resistencia palestina en la Franja de Gaza; ya que sabe que Hamas se ha visto privado de suministros militares después de 2014, especialmente después de que las autoridades egipcias eliminaran el afluente de suministro más importante, los túneles militares entre Gaza y Egipto, habiendo Abou Mazen, presidente del Movimiento al Fatah admitido en una entrevista televisada, que el servicio de inteligencia palestino contribuyó a proponer soluciones y brindar información a las autoridades egipcias sobre los túneles de la resistencia; la segunda escena, que observaron los líderes de al Fatah, y que también les ha impactado, son las limitadas opciones militares del ejército de ocupación y el Shin Bet, y su fracaso en lograr sus objetivos, incluso en lo más mínimo, especialmente en lo que respecta la información y el “banco de objetivos”, tomando en cuenta que la relación distinguida entre Nadav Argaman, jefe del "Shin Bet" sionista, y Abou Mazen, se tradujo en una coordinación de seguridad de alto nivel, esta coordinación no se limitó a Cisjordania, sino que también se extendió a la Franja de Gaza, como también lo afirmó Abou Mazen en un discurso, en el que admitió que sus servicios de seguridad revelaron información con la que el cuerpo “Shin Bet” sionista no había soñado; el escritor se reserva información de fuentes confiables en Gaza, que confirmaron el arresto de elementos dirigidos por servicios de seguridad, incluso, hasta antes de la última batalla, y ya no es un secreto que un número de elementos detenidos y juzgados en Gaza, proporcionaron información sobre la resistencia, a los servicios de seguridad en Cisjordania, y por ende al "Shin Bet" sionista.
El movimiento de masas y la gran interacción popular y mediática, a nivel palestino, regional e internacional, llamaron la atención de los líderes de al Fatah en general, pero lo que despertó el miedo, hasta el punto de provocar el pánico, entre las filas de algunos de los líderes del movimiento, es el cambio en la opinión pública producida en las bases de al Fatah a favor del Movimiento Hamas; hubo escenas que mostraron a integrantes de al Fatah voceando el nombre de Muhammad al Dhaif, comandante de al Qassam y Abou Ubaidah, su portavoz, eso fue algo que ni siquiera lo imaginaron en sus sueños…
Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina realizaron recientemente encuestas internas a la opinión pública palestina, incluida una encuesta sobre las simpatías de los integrantes de al Fatah (incluidos los integrantes de las Brigadas de los Mártires de al Aqsa, que fue disuelta por decisión de Abou Mazen, y elementos de los servicios de seguridad); estas encuestas mostraron que existe un gran apoyo al Movimiento Hamas y su enfoque de resistencia, y algunos de los encuestados pidieron que se repitiera también en la Ribera Occidental, la experiencia de Hamas en Gaza; esto le ha quitado el sueño a la dirigencia del Movimiento al Fatah integrada por Abou Mazen y Majed Faraj, jefe del servicio de inteligencia palestino, y Hussein al Shaikh, miembro del comité central de al Fatah y ministro a cargo de la “coordinación y cooperación” con las autoridades del ente ocupante.
En momentos en el que un equipo importante e influyente de los líderes del movimiento al Fatah está ocupado estudiando las repercusiones de la batalla de la “Espada de al Quds” y se esfuerza por aprovecharla, en coordinación y cooperación con Hamas, con el fin de obtener logros nacionalistas palestinos, miembros de la dirigencia de al Fatah, encabezados por Abou Mazen, se esfuerzan por contener cualquier amenaza que socave la legitimidad de la Autoridad, a nivel regional e internacional, ya que es una carta en sus manos, y no quieren darle a Hamas una ventana que aumente las posibilidades del reconocimiento del Movimiento, a nivel regional e internacional, a expensas de la Autoridad; las únicas herramientas que posee este equipo para preservar lo que tiene de “legitimidad” es la herramienta de los servicios de seguridad y la herramienta económica, redoblando los esfuerzos para prevenir un levantamiento armado en Cisjordania y beneficiándose, por otro lado, económica y financieramente de los esfuerzos para reconstruir la Franja de Gaza después de la guerra.
La contienda electoral, que fue cancelada por decisión de Abou Mazen, reveló la profunda brecha que existe dentro de los marcos del movimiento al Fatah, y las divisiones en ambos niveles tanto en la dirigencia como en las bases; al mismo tiempo, la batalla de la “Espada de al Quds” demostró que al Fatah atraviesa una etapa que le dificulta decidir sus opciones; las “dos batallas” resultaron en una victoria arrolladora para el Movimiento Hamas y su proyecto, y en una gran pérdida para el Movimiento al Fatah y su enfoque.
Después de los resultados de las “dos batallas”, el movimiento al Fatah parece estar ante una encrucijada y está al borde de una batalla interna para decidir sus opciones
La opción adoptada por Abou Mazen y su equipo es esforzarse para absorber los efectos de la batalla de la “Espada de al Quds” sobre la base popular y sobre las bases de al Fatah, y centrarse en la pérdida acumulada, el sufrimiento y el alto precio de la resistencia, fortaleciendo así la enfoque de coordinación de la seguridad, previniendo de esta manera una rebelión en Cisjordania, preservando la legitimidad obtenida a nivel internacional y regional, y esforzándose para impedir cualquier apertura al movimiento Hamas internacional y regionalmente, así como limitar las posibilidades de reordenar la Organización para la Liberación de Palestina, obstaculizando los esfuerzos de Hamas, la Yihad y las facciones de la resistencia para incorporarse a la misma, y reduciendo las beneficios de Hamas y la Franja de Gaza después de la batalla.
La segunda opción es impulsada por algunos cuadros del nivel medio y las bases populares del movimiento, y repercute su eco en líderes prominentes a nivel del consejo revolucionario y el comité central del Movimiento al Fatah (tengo algunos nombres); estos buscan poder coordinar y cooperar con el Movimiento Hamas, a todos los niveles, y están convencidos de la necesidad de que Abou Mazen renuncie al liderazgo de al Fatah y que el Movimiento comience a formular un consenso sobre una estrategia nacional con la totalidad de la nación, específicamente con el Movimiento Hamas, con el fin de enfrentar la ocupación, tras el fracaso del rumbo de las negociaciones y el fracaso de la decisión de eliminar la opción de la lucha armada.
El Movimiento Hamas no parece querer debilitar al Movimiento al Fatah o limitar su influencia, y prefiere la cooperación y la coordinación con el mismo, en caso de que este adopte una nueva opción y decida iniciar una nueva fase, sobre la base de una consenso nacionalista y adoptando la resistencia a la ocupación con todos los medios incluyendo la lucha armada; quizás las señalas emitidas por el presidente del Movimiento Hamas en la Franja de Gaza, Yahya al Sinwar, en su último discurso, y su elogio al difunto líder de al Fatah, Abou Ammar, sean evidencia de esta orientación de Hamas.
Todavía es demasiado pronto para predecir hacia dónde se dirige el Movimiento al Fatah con sus opciones, a sabiendas que la opción más difícil es el fracaso en resolver el asunto de las opciones, lo que puede conducir al caos y a una mayor división y fragmentación, y posiblemente a enfrentamientos, especialmente en el caso de una ausencia repentina del presidente Abou Mazen, quien se acerca a sus ochenta y cinco años.