Chile: Gobierno Bajo Ataque. Parte II
En la Parte I de este trabajo asomaron varias interrogantes, no resueltas, que evidencian lo curioso, que frente a delitos menores como hurtos, la detención de minúsculos rateros y microtraficantes se actúe con celeridad y cuando se trata de hechos de alarma pública no concluyen con responsables.
En la Parte I de este trabajo asomaron varias interrogantes, no resueltas, que evidencian lo curioso, que frente a delitos menores como hurtos, la detención de minúsculos rateros y microtraficantes se actúe con celeridad y cuando se trata de hechos de alarma pública no concluyen con responsables, que respondan por sus actos, generando una situación de incredulidad frente a la justicia y desafección frente a las políticas gubernamentales.
Mi impresión, discutible por cierto, es que estamos en presencia, cada día más, de la ejecución de delitos por encargo: ajuste de cuentas entre narcotraficantes, la utilización de técnicas de asesinatos que estaban presente en nuestra sociedad, como son las motocicletas montadas por conductores y acompañantes que acribillan a sus víctimas, disparando a la cabeza o a órganos vitales. Técnicas propias del sicariato, que lleva a cabo tales acciones a cualquier hora del día y en cualquier sector de la ciudad. Conducta que me hace pensar que aquí existe un vínculo con doctrinas de la enseñanza, que ideologías como el sionismo, que pone en práctica contra la población palestina – tal como aconteció con la periodista Shireen Abu Akle asesinada el día 11 de mayo pasado, de un disparo en la cabeza mientras ejercía su labor profesional - y en escuelas de enseñanza con la policía, el ejército y cuerpos militares en países latinoamericanos, donde sobresale Colombia. Mismo país donde el llamado Comando Jungla de la policía chilena – carabineros - se entrenó en lucha irregular y llevó a cabo el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca en noviembre del año 2018 en la localidad de Temucuicui
Como también en el caso de la periodista chilena Francisca Sandoval, crimen que evidencia todas las huellas de un asesinato por encargo, un crimen premeditado, destinado a acallar las voces y las imágenes del mundo comunicacional disidente de la línea hegemónica. Conjetura que se sustenta en las reseñas que hemos visto una y otra vez por los medios, en el escenario de disputa entre los grupos de sicarios y una masa de descolgados de la marcha del primero de mayo, dedicados a saquear algunos locales del sector comercial en la frontera entre la comuna de Santiago y Estación Central. Los disparos y la refriega nunca tuvieron como blanco de los disparos, a quienes ejecutaban las acciones de saqueo, sino que el grupo de periodistas, camarógrafos y otros informadores situados a decenas de metros de los hechos.
Mi sospecha es que se está tejiendo una red macabra, peligrosísima destinada a atizar el fuego de la inseguridad, la tensión social, utilizando a grupos de ultraderecha, fuerzas policiales e incluso lumpen, donde se sitúan chilenos y extranjeros financiados para llevar a cabo sus acciones de desestabilización. Un lumpen a merced del que mejor pague sus servicios, así sean narcotraficantes, comerciantes ilegales, políticos y empresas decididas a mostrar un país en llamas, que permita generar una narrativa de un gobierno ineficiente y que requiere salir de ideas de cambios y posibilidad de una nueva constitución y con ello cambios estructurales, profundos, que han sido la gran exigencia a partir de octubre del año 2019. La oligarquía suele vociferar sobre la necesidad del orden pero cuando pierde el poder el uso de la violencia social, el sicariato, la desestabilización están a la orden del día.
Delincuentes sociales, políticos y económicos, usados como herramientas útiles, para aquellos que han resuelto mostrar un país al borde del precipicio, que insiste en mostrar al nuevo gobierno y la Convención Constitucional como instituciones, que están empeñados en una decisión y un objetivo destinado a quitarnos la “posibilidad de elegir” con fuertes campañas radiales, televisivas, insertos, cartas a asociados a ISAPRES y AFPs. Una alerta financiada, en todas las redes y medios, por parte de los dueños de la riqueza en Chile, que vocifera “nos quieren quitar la libre elección, la libertad económica, la propiedad” Una libertad bien surrealista, una propiedad privadora impuesta en la dictadura y que los que se han enriquecido, con esa maquinaria, simplemente llaman a no cambiar. Cómo no sospechar de partidos políticos chilenos como la UDI que incluso ha formado departamentos con inmigrantes, que han sido utilizados en manifestaciones contra los representantes del gobierno de Venezuela y Cuba en Chile. El llamado Departamento de Nuevos Chilenos creado el año 2020 para apoyar los objetivos de la ultraderecha en Chile (2). Venezolanos asentados en Chile de un sector conocido como los “escuálidos” y que representan a los sectores de la ultraderecha de aquel país y que han encontrado cobijo en Chile
Se nos presenta, interesadamente, que la educación, salud, pensiones, están en peligro frente a los deseos de establecerlos como derechos sociales, esenciales para una nueva sociedad. La derecha y sus asociados frente a estos derechos esquilmados por décadas, nos hablan como si este elegir banal e ilusorio fuese el derecho esencial. El del mercado, del sálvense el que pueda. Repetido hasta el hartazgo por los que consolidaron uno de los sistemas político y sociales más injusto del planeta, de la mano de la dictadura militar que enriqueció a esa casta política-empresarial, sus grupos económicos, que dominan la banca, las finanzas, los medios de desinformación, la industria, las empresas de salud y pensiones. Los mismos que hoy alertan sobre el peligro que se cierne sobre fondos previsionales, que jamás han sido nuestros y que nos quitan la posibilidad de elegir lo que verdaderamente importa: un país distinto. Una sociedad que rompa con décadas de cadenas y privilegios, sometidos a la máxima de esta miserable realidad de vivir y conformar un país “en la medida de lo posible”
Las sospechas de confabulación y ataques contra el gobierno, sus cuadros dirigentes y entorno se acrecientan, cuando traemos a colación el asalto a la casa de la ministra de defensa, Maya Fernández, lugar donde maniataron a su hijo y esposo, robando especies y un automóvil. Sumemos el ataque con armas de fuego al chofer del grupo de escoltas de la presidencia, quien fue asaltado, secuestrado y baleado en la comuna de san Miguel y abandonado en la comuna de Colina. Adicionemos la presencia de grupos armados en las principales ciudades del país, ligado al narcotráfico, el robo de vehículos y el control territorial. En estos meses surgió la información, no corroborada por los servicios de investigación e inteligencia del estado, de la presencia de miembros de grupos delictuales tanto de Colombia y Venezuela, que aprovechando la crisis migratoria habrían entrado en gran número al país. Conjeturas que deberían tener confirmación, ratificación o negación de aquellas instituciones dedicadas a la seguridad en Chile. Sin embargo, el silencio es mayúsculo.
En este panorama no debemos olvidar, en modo alguno el peligro que representan los sectores más fascistas al interior de las fuerzas Armadas, que, a través de sus voceros inoficiosos, generalmente oficiales retirados suelen arengar a la tropa para estar prestos frente a la eventualidad de un golpe o procesos desestabilizadores, al amparo de sus doctrinas. Tal es el caso del ex comandante en jefe de la Armada y presidente de la liga marítima de Chile, Almirante en retiro Miguel Ángel Vergara, que en presencia del actual comandante en jefe de este cuerpo armado, Juan Andrés de la Maza, el vicealmirante Alberto Soto e incluso el empresariado de compañías portuarias como Daniel Fernández Koprich habló de la fatídica “amenaza interna” que aqueja a Chile, en alusión a esta doctrina surgida en Washington durante la guerra fría para unificar a los países, principalmente latinoamericanos contra un enemigo interno, influenciado, en esa época, por el comunismo internacional.
Vergara sostuvo “La patria no sólo puede estar amenazada por fuerzas externas, sino también, y quizás más graves, desde su interior y de manera solapada. Por eso, los marinos de corazón bien puesto, si fuese necesario, deberemos estar preparados para saltar al abordaje". Haciendo alusión a la conmemoración del 21 de mayo que recuerda la acción del Capitán Arturo Prat Chacón quien en una postrera acción se lanzó al abordaje del monitor peruano Huáscar en la guerra que enfrentó a nuestros países entre los años 1879-1883. Palabras que deben merecer la condena de todos aquellos que se oponen al golpismo y a los planes desestabilizadores de sectores que hablan de democracia pero son fervientes partidarios del totalitarismo. Y afirmó esto pues este mismo cuerpo naval fue uno de los artífices del golpe de estado del año 1973. Por lo pronto y visto las evidentes expresiones golpistas del ya anciano ex almirante Vergara, el comandante en jefe de las Armada pidió disculpas al presidente Boric y lo atribuyó a “opiniones personales”. Pues no ¡¡¡ esas opiniones representan al sector golpista de la marina y deben ser castigadas sin peros.
Urge la puesta en práctica de inteligencia del estado, que permita combatir con pleno respeto a los derechos humanos, con control civil y transparencia cuando ello sea exigible, a este ya conformado panal de zánganos del delito. Que permita atacar al sicariato y el peligro que representa su ramificación. Un camino necesario en el marco de la actual política de ataques al nuevo gobierno, donde los representantes de los alicaídos partidos que gobernaron Chile durante más de tres décadas no dudan en usar la estrategia del sicariato mediático, esbirros vestidos de influencer por redes sociales, de Isapres y AFPs e incluso de ex autoridades, que llaman concretar el paraíso mientras su ejercicio de gobierno fue un pandemónium.
Ese octubre que nos conmovió hasta los cimientos, que exige cambios sí o sí. No hay vuelta atrás me hizo recordar esas palabras pronunciadas, en febrero del año 1962 por un hombre que fue capaz de prever lo que acontecería en nuestros pueblos frente a la injusticia y el sometimiento a los poderes hegemónicos "Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron” (3) Estamos, como sociedad bajo ataque, no sólo el gobierno y debemos despertar, definitivamente de aquel sueño embrutecedor.