Argelia se esfuerza por reactivar su papel regional e internacional tras décadas de ausencia de la escena internacional como consecuencia de la crisis que atravesó durante la década de 1990 y del aislamiento que se autoimpuso bajo el mandato del presidente Abdelaziz Buteflika, enfermo a partir de 2012.

En 2018, Buteflika fue expulsado del poder tras las protestas populares, y Abdelmadjid Tebboune fue elegido presidente. Tras el estallido de la crisis ucraniana en 2022, Europa empezó a llamar a las puertas de Argelia para comprar su gas natural y compensar así el descenso de las importaciones energéticas procedentes de Rusia.

Argelia se ha dado cuenta de que debe restablecer su papel activo en su vecindario inmediato y en la escena africana, después de comprobar que su aislamiento político contribuyó a perjudicar sus intereses, que considera parte de su seguridad nacional, incluida la injerencia en el vecindario inmediato de Argelia en Libia, y el estallido de la Primavera Árabe que derrocó a los regímenes de Túnez, Libia y Egipto, y casi desestabilizó a Argelia.

La hostilidad sionista hacia Argelia

Los esfuerzos de Argelia por desempeñar un papel activo en su entorno regional y en África han despertado la preocupación de la entidad sionista. Cabe mencionar que existe una hostilidad histórica entre Argelia y la entidad sionista, ya que Argelia la considera una reliquia del colonialismo del que Argelia sufrió mucho antes de obtener la independencia. Por ello, Argelia es uno de los países árabes más destacados que apoyan la causa palestina.

Argelia apoya el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y sus esfuerzos por liberar su tierra de la ocupación israelí. Cabe señalar que Argelia, junto con otros países árabes e islámicos, ha mantenido una política de no reconocimiento de "Israel" de acuerdo con el principio de los "tres noes", que rechaza la paz con "Israel", se niega a reconocerlo, se niega a negociar con él e ignora las decisiones de la cumbre árabe de 1968 en Jartum.

Como Argelia depende de las armas rusas y chinas para su armamento, no necesita el apoyo de los grupos sionistas para obtener armas occidentales. Por lo tanto, la entidad sionista no ve la manera de presionar a Argelia a través de los grupos de presión sionistas. "Israel" teme los esfuerzos de Argelia para impedir que extienda su influencia en África, y hay informes que afirman que Argelia desempeñó un papel importante a la hora de impedir el acercamiento de los sionistas a Túnez.

Tensas relaciones argelino-marroquíes

Lo que ha aumentado la sensibilidad de Argelia es la reciente profundización de las relaciones sionista-marroquíes. Argelia y Marruecos mantienen una relación compleja, marcada tanto por periodos de cooperación como de tensiones. Una de las razones más destacadas de estas tensiones fue la asociación de Marruecos con Occidente durante la Guerra Fría, mientras que las relaciones de Argelia con el Bloque Socialista eran muy fuertes. Asimismo, Argelia consideraba que el régimen marroquí era un régimen reaccionario que contradecía los valores del régimen socialista argelino.

Uno de los principales puntos de discordia entre Argelia y Marruecos es la cuestión del Sáhara Occidental, tierra sobre la que Marruecos reclama su soberanía, mientras que Argelia apoya el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui liderado por el Frente Polisario. Esto provocó una prolongada disputa y tensó las relaciones entre ambos países. También contribuyó al cierre de las fronteras entre Argelia y Marruecos desde 1994, cuestión que ha obstaculizado el comercio y limitado las interacciones sociales y culturales entre los pueblos de ambos países.

Además, la normalización de Marruecos con "Israel" ha ahondado las desavenencias entre Argelia y Rabat, lo que ha provocado duras críticas entre los dos vecinos. Argelia también teme que la cooperación entre Rabat y "Tel Aviv" sea una amenaza para su seguridad nacional, ya que esto proporciona a "Israel" acceso a su Frente Occidental.

El acercamiento israelo-marroquí

Marruecos e "Israel" mantienen relaciones secretas desde la década de 1960. En diciembre de 2020, Marruecos aceptó normalizar sus relaciones diplomáticas con "Israel", convirtiéndose en uno de los países que se sumaron a los acuerdos de normalización, una serie de acuerdos destinados a promover la normalización entre "Israel" y los Estados árabes.

Durante décadas, Marruecos e "Israel" han mantenido relaciones informales, especialmente en ámbitos como la cooperación en materia de seguridad y el comercio. La decisión de Marruecos de establecer relaciones diplomáticas formales supuso un gran cambio en su relación, ya que incluía el acuerdo de normalización entre Marruecos e "Israel", el intercambio de embajadas y misiones diplomáticas, el fomento de las relaciones económicas y turísticas, y los intercambios culturales.

Esta evolución fue bien acogida por Estados Unidos y varios países y organizaciones occidentales como un paso hacia la estabilidad y la cooperación regionales, lo que hizo que Estados Unidos recompensara a Marruecos reconociendo su soberanía sobre el Sáhara Occidental. Por otro lado, muchos países criticaron la medida marroquí, por considerarla una puñalada por la espalda a la causa palestina.

La amenaza israelí para la seguridad nacional argelina

Por ello, la expansión de la influencia de "Israel" en África y su establecimiento de relaciones con Marruecos son motivo de gran preocupación para Argelia. En el pasado, "Israel" era un enemigo alejado de Argelia, pero tras la normalización de las relaciones con Marruecos, se ha instalado en sus fronteras occidentales. Una prueba de este peligro apareció durante la visita del ministro sionista de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, a Marruecos en 2021, cuando expresó su preocupación por el papel regional de Argelia, lo que se consideró la gota que colmó el vaso para Argel. Los funcionarios argelinos se sintieron traicionados porque se entendió que la declaración de Lapid procedía del vecino Marruecos, un acto que violaba los principios de unidad y buena vecindad expresados en el proyecto de Unión del Magreb Árabe lanzado en 1989. Las autoridades argelinas relacionaron el aumento de la influencia israelí en Marruecos con el inicio de una serie de incendios que se cobraron decenas de vidas y causaron enormes pérdidas en el oeste del país, y que se sospechaba que habían sido provocados por un movimiento separatista de la región de la Cabilia. 

En respuesta, Argelia rompió relaciones diplomáticas con Marruecos y cerró el espacio aéreo del país a los aviones civiles y militares marroquíes. Argelia también decidió cortar el suministro de gas a Marruecos y, en su lugar, abastecer únicamente a España de gas natural a través del gasoducto Medgaz a partir de principios de noviembre de 2021.

Paralelamente, Argelia, en cooperación con Sudáfrica, logró bloquear la adhesión de "Israel" a la Unión Africana como miembro observador. El 16 de octubre de 2021, el Consejo Ejecutivo de la Unión Africana anunció el aplazamiento de su decisión de conceder a "Israel" el estatuto de miembro observador de la Unión. La decisión fue la culminación de un gran esfuerzo realizado por Argelia tanto política como diplomáticamente durante un período de tres meses para obstruir la decisión tomada por el Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki, de aceptar la solicitud de "Israel" de unirse a la Unión Africana como miembro observador.

Conclusión 

Argelia considera que los intentos de "Israel" de extender su influencia en África son complementarios de los esfuerzos franceses y occidentales por extender su hegemonía sobre África, que también se enmarcan en el contexto de la competencia con las potencias euroasiáticas, encabezadas por China y Rusia, por la influencia en África. Esto constituyó una oportunidad para que Argelia buscara aliados internacionales frente a "Israel" y las potencias occidentales, especialmente porque ve con preocupación los esfuerzos de Francia por restaurar su influencia en África Occidental.

Por ello, Argelia ha optado por el acercamiento a las potencias euroasiáticas, con Rusia a la cabeza, y así se expresó en la reciente visita del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, a Moscú en junio de 2023, cuando se anunció una asociación estratégica entre ambos países. La relación con Argelia representa una oportunidad para Rusia de compensar la pérdida del líder libio Muamar Gadafi como aliado en el norte de África en 2011, con el fin de partir de Argelia para extender su influencia en la región del norte y oeste de África en detrimento de la tradicional influencia francesa. Cabe mencionar que el Grupo Militar Wagner ruso, que opera a las órdenes del Kremlin (a pesar de la reciente rebelión), está presente en el este de Libia, Sudán, África Central, Mali y Guinea-Bissau.