La Gran Guerra Patria: legado mundial en la lucha contra el nazismo
La Unión Soviética lideró la resistencia contra la Alemania nazi y liberó al mundo mediante una lucha marcada por sacrificio, resistencia y victoria.
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El mundo conmemora el aniversario 80 de la victoria soviética en la Gran Guerra Patria y la derrota nazi-fascista consumada en Berlín el 9 de mayo de 1945.
La Gran Guerra Patria constituyó la columna vertebral de la derrota del nazismo.
Desde la invasión alemana en junio de 1941 hasta la toma de Berlín en mayo de 1945, el pueblo soviético enfrentó la agresión más brutal del siglo XX con un sacrificio humano sin parangón: más de 20 millones de vidas perdidas.
Su heroísmo salvó a la humanidad del exterminio racial y del dominio fascista.
El Ejército Rojo frenó el avance nazi en momentos clave del conflicto y las batallas de Moscú, Leningrado y Stalingrado definieron el curso de la guerra.
La resistencia en estas ciudades simbolizó una gesta de tenacidad, organización y valentía, la cual desmoronó el mito de la invencibilidad de la Wehrmacht.
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El 22 de junio de 1941 a las 04:00, hora local, comenzó la guerra más terrible en la historia de Rusia. Duró mil 418 días y cercenó la vida de decenas de millones de personas.
Victoria en el frente oriental
La batalla de Stalingrado, considerada el punto de inflexión de la guerra, representó una derrota devastadora para Hitler.
Más de dos millones de combatientes y civiles murieron en un enfrentamiento concluido con la rendición del VI Ejército alemán.
A partir de ese momento, la Unión Soviética recuperó la iniciativa estratégica y comenzó una ofensiva hasta la toma de Berlín en mayo de 1945.
Durante esa campaña, el Ejército Rojo liberó Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Austria y Alemania oriental, desmanteló campos de concentración y rescató a miles de prisioneros del horror nazi.
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Tras expulsar a las tropas nazis del territorio de la URSS, el Ejército Rojo continuó la lucha contra la ocupación alemana en los países de Europa del Este.
La participación soviética resultó fundamental para frenar el exterminio sistemático y desmantelar el aparato del Tercer Reich.
El costo humano del heroísmo soviético
Ninguna otra nación pagó un precio tan alto. La Unión Soviética perdió más de 20 millones de ciudadanos, entre soldados y civiles.
Millones más resultaron heridos, desplazados o huérfanos. El país quedó devastado, pero nunca claudicó.
La resistencia en fábricas, hospitales, escuelas y campos de batalla simbolizó la capacidad humana de defender la libertad con dignidad y sin rendición.
En esta batalla heroica las mujeres desempeñaron un papel destacado en el esfuerzo bélico. Sirvieron como francotiradoras, pilotos, médicas y trabajadoras industriales.
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Las mujeres en la retaguardia tuvieron que readaptarse a las condiciones de guerra y aprender profesiones que en aquella época eran en su mayoría masculinas.
A juicio de expertos, el aporte femenino consolidó el carácter colectivo y popular de la victoria soviética.
Legado para la historia universal
La Gran Guerra Patria no solo fue una confrontación supervivencia nacional, fue una lucha por la liberación de Europa y del mundo frente a una ideología negadora de la existencia misma de pueblos considerados “inferiores”.
El rol del Ejército Rojo fue reconocido por historiadores de todo el mundo como decisivo en la derrota del fascismo.
Al conmemorarse 80 años del triunfo en la Gran Guerra Patria, la memoria de ese sacrificio enfrenta campañas de revisionismo histórico, las cuales buscan minimizar la contribución soviética.
Defender la verdad histórica es también reivindicar la justicia, la resistencia y la memoria de quienes ofrecieron su vida por liberar al mundo del nazismo.
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En mayo de 1945, la caída del dominio nazi se convirtió en un hecho evidente.
El heroísmo del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria marcó el rumbo del siglo XX y la victoria garantizó la caída del régimen germano y preservó la humanidad frente a la barbarie.
Olvidarlo sería permitir distorsionar la historia y sepultar el sacrificio de millones bajo la indiferencia. La paz mundial debe mucho a aquella generación, la cual eligió resistir, luchar y vencer.