“Hay alguna gente, incluida en las filas de la seudo-izquierda y de los “decoloniales coloniales”, que se espantan cuando decimos que la resistencia palestina y su pueblo triunfará. Decir esto choca en la mente de aquellos cuya irracionalidad extremista, colonizada y suicida llaman a la resistencia palestina a rendirse. Llamar a rendirse a los únicos que están combatiendo el genocidio contra los palestinos que lleva más de 100 años y que no empezó el 7 de octubre, mientras el resto del mundo participa en complicidad u observa con pasividad, es no solo éticamente errado, sino que es estar del lado equivocado de la historia. El ejército de Israel está sufriendo una derrota militar en Gaza. Lo admiten hasta los mismos generales del Israel Defense Forces (IDF). 

El conflicto abierto entre, por un lado, los políticos extremistas israelíes que optan por una huída hacia adelante ante la derrota militar aplastante que están sufriendo y, por otro lado, los generales del ejército que han reconocido que “jamás le podrán ganar la guerra a Hamás”, está públicamente debatiéndose en la propia prensa israelí. Mientras la resistencia palestina muestra miles de vídeos de sus triunfos en el combate dia a día con imágenes de la guerrilla urbana palestina dándole una paliza a los soldados y tanques de ocupación israelíes, el ejército de Israel no ha podido mostrar un solo vídeo que muestre una sola victoria en los combates en Gaza. Lo único que muestran en sus miles de vídeos es la cobardía de lanzar bombas desde el aire para asesinar a la población civil y destruir la infraestructura de servicios esenciales para la vida. 

Las mentiras del 7 de octubre acusando falsamente a Hamás de crímenes cometidos por el ejército israelí contra sus propios ciudadanos asesinando a cientos de civiles bajo la doctrina que autoriza al ejército colonial de matar a sus propios ciudadanos secuestrados, se han desenmascarado las falsedades y mentiras de la propaganda israelí incluso a los ojos de los propios colonos israelíes y de la opinión pública mundial. Israel ha perdido toda credibilidad. Ha quedado claro a los ojos del mundo que mienten descaradamente inventando falsedades contra la resistencia palestina para justificar el genocidio. La credibilidad está hoy del lado del pueblo palestino y su resistencia organizada. 

La resistencia palestina ganó la guerra. Es cuestión de tiempo para que el colonizador termine por admitir la derrota y retire sus tropas. En Vietnam, el pueblo ganó la guerra años antes de que los imperialistas admitieran su derrota y salieran huyendo del territorio. 

La fuerza espiritual es lo que sostiene a los pueblos y los palestinos dan muestra al mundo de la fuerza del Islam. Millones de occidentales se preguntan: ¿qué espiritualidad es esa que en medio de la catástrofe hace que los palestinos sean un pueblo invencible? El libro de más venta en Estados Unidos es el Corán. Millones de estadounidenses quieren saber por sí mismos y sin que nadie se los cuente lo que dice el Corán curiosos por saber de dónde el pueblo palestino saca tanta fuerza. Los medios no hablan de estas cosas ni de cómo ahora mismo en Europa y Estados Unidos hay cientos de miles de blancos occidentales abrazando el Islam luego de ver la fuerza espiritual de los palestinos en medio de tantas calamidades. 

Aquellos que llaman a rendirse ante un genocidio no entienden que los pueblos colonizados siempre terminan venciendo a los colonizadores, no importa cuánta tecnología de guerra sofisticada tengan, los colonizadores nunca han ganado ni ganarán la guerra genocida contra los pueblos. En Argelia, Vietnam, Afghanistan, Iraq, etc. hubo millones de seres humanos asesinados por los colonizadores y a nadie se le ocurrió la seudo-brillante idea de que la solución era rendirse o abandonar la resistencia armada. Ninguna lucha descolonizadora ha vencido por medio de la rendición ni con argumentos racionales contra el colonizador. Al final, a un costo enorme para los pueblos, la resistencia descolonial ha vencido y seguirá venciendo a los colonizadores. En unos sitios al grito de “patria o muerte” y en otros al grito de “Allahuakbar”, pero la voluntad de vida de los pueblos es invencible. ¡Venceremos!”

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