El fuego de Petróleo
A pesar de los tiempos de austeridad y gastos y venta de acciones de Aramco y a pesar de la aventura de aumentar la producción hasta dos millones de barriles por día, el gobierno saudita pronostica un déficit de más de 50 mil millones de dólares debido a la guerra de precios contra Rusia.
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El fuego de Petróleo
La insistencia de Arabia Saudita en llevar a cabo una batalla asimétrica contra Rusia indica que el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman sacrifica en vano el petróleo y los fondos financieros sauditas; sin embargo, puede estar obligado a tentar a Donald Trump para que lo proteja con el fin de permanecer en el trono.
A pesar de los tiempos de austeridad y gastos y venta de acciones de Aramco y a pesar de la aventura de aumentar la producción hasta dos millones de barriles por día, el gobierno saudita pronostica un déficit de más de 50 mil millones de dólares debido a la guerra de precios contra Rusia.
Lo que cambió la posición de Bin Salman en cuanto a la cooperación y acercamiento con Rusia (en el acuerdo anterior) es la preocupación del presidente Trump, quien está librando una batalla contra el petróleo ruso y contra la línea de Gazoducto del norte en Alemania y su batalla de sanciones contra Irán, Venezuela y China.
En este contexto, Bin Salman derrocó al ingeniero de la cooperación Khaled al-Falih y nombró a su hermano por parte de su padre, Abdul Aziz, como ministro de Energía, quizás con esta medida tranquiliza la preocupación de Trump, pero la impresión en la Casa Blanca demuestra que el príncipe no es una persona confiable.
Por lo tanto, esta impresión fue reforzada por el fracaso de Bin Salman en la guerra contra Yemen, por sus aventuras no contadas y por los casos de presos de conciencia y muchos otros. El más más importante entre ellos; es la repercusión del caso del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, que tiende a ser aprobado por el Congreso (para publicar el informe de inteligencia estadounidense).
La versión oficial saudita sobre el golpe de estado de los príncipes contra Bin Salman se refiere a las brasas bajo las cenizas relacionadas con el Pentágono y la inteligencia estadounidense, en una expresión de inseguridad por la Casa Blanca por estado de ánimo apasionado del príncipe a la luz de una fuerte represión que llega al estado de emergencia en áreas específicas bajo el pretexto de la coronavirus.
Entre el fuego del petróleo y el de Estados Unidos, Bin Salman elige el suicidio económico, y acelerar la normalización con Netanyahu pronto en El Cairo, con la esperanza de disfrutar protección por parte de Trump y Kushner.
Por lo tanto y según el Wall Street Journal el asunto se trata de proteger la supervivencia del ego, y no el mercado del petróleo.