¿Acaso solo la visita de Macron derrocó al gobierno de Diab?
El escenario político libanés se complica con la dimisión del gobierno de Hassan Diab a raíz del impacto de la explosión del puerto de Beirut, en conjunto con las violentas protestas en la calle.
El gobierno libanés encabezado por Hassan Diab dimitió como resultado del impacto de la explosión del puerto de Beirut, que fue remitido al Consejo Judicial supremo, coincidiendo con un violento movimiento de protestas en la calle, hecho durante el cual algunos edificios ministeriales fueron atacados u ocupados por los manifestantes, ante las renuncias de ministros y diputados, y una convocatoria para una sesión parlamentaria para responsabilizar al gobierno y exigirle rendición de cuenta.
Ante todo esto, el escenario político libanés se complica.
Ahora estamos ante un nuevo escenario, ante un gobierno que podría ser nuevo, pero ¿quién conformará este gobierno y quién sería su presidente? Como está claro, esta decisión siempre fue vinculada y dependiente de contactos regionales y no es a un asunto libanés aislado.
La información confirma que recientemente ha habido un gran debate en los pasillos de los círculos de la toma de decisión en Estados Unidos.
Hay un equipo que informó que las sanciones y el bloqueo impuesto al Líbano no afectaron a Hizbullah, sino a las fuerzas que giran en la órbita de Washington, y por eso se habla en Estados Unidos de que este tema ha fracasado y que hay que ir por otras opciones.
Luego, la explosión en el puerto de Beiru dio a los estadounidenses una excusa para solicitarle al presidente francés Emmanuel Macron que se encargara él mismo de esta tarea, porque si los Estados Unidos intervienen directamente, ni una parte de los libaneses ni los aliados de la Resistencia aceptarían tal intromisión, .
Y esa fue la salida para Washington: que el presidente francés se hiciera cargo de la gestión del expediente libanés.
Todos los datos y informaciones hablan de que la visita del presidente francés no está lejos del enfoque estadounidense, lo que significa que Macron coordinó sus posiciones en cuanto al Líbano con la parte norteamericana. Durante su reunión con todas las fuerzas políticas libanesas en la embajada de Francia, rechazó una solicitud de los líderes del Grupo del 14 de marzo para una reunión en privado con ellos, en la que expresó: "Tengo que reunirme con todos juntos. Bueno, el representante de Hizbullah estaba entre todos en esa mesa de reunión".
Este fue un mensaje de Macron, y lo dejó más claro aún en su reunión con los tres mandatarios, el presidente Michel Aoun, el presidente del parlamento Nabih Berri y el primer ministro Hassan Diab, cuando dijo: "Es mejor tener un gobierno inclusivo para todos los partidos políticos", y sin excluir a nadie.
Las palabras del presidente francés cuando visitó el Líbano, y sus encuentros con todos los espectros políticos, reafirmaron la existencia de una tendencia internacional a tener un gobierno de unidad nacional libanés, del cual ninguno de los partidos políticos estará ausente.
Hay quienes no quedaron satisfechos con esta charla y se enojaron por esta tendencia occidental. Se han registrado movimientos violentos en el terreno, especialmente el sábado pasado, cuando los datos indican que quienes dirigieron este movimiento podrían situarse en algunos países del Golfo; en particular, en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que no quedaron satisfechos con los mensajes que trajo Macron.
En el Líbano jugaron la última carta, que es la calle, que estaba dirigida a provocar una confrontación civil, una colisión. Sin embargo, Hizbullah, el Movimiento Amal y el Movimiento Patriótico Libre, controlaron a sus simpatizantes, seguidores y miembros, sin aceptar además que hubiera fricciones entre las dos calles.
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió una investigación transparente y justa sobre este tema durante la conferencia de donantes, pero no habló de una investigación internacional, y esto en gran medida también molesta a sus amigos internos.
En cuanto a Francia, si Macron habló en el Palacio de Pinos, residencia del embajador francés en El Líbano, sobre una investigación internacional, pero luego Francia dio el paso de enviar expertos para apoyar a las investigaciones libanesas en curso, esto significa que ha eliminado definitivamente el tema de la investigación internacional, ya que está participando en la investigación libanesa.
Por tanto, a nivel internacional, todavía no se habla de la formación de una comisión internacional para investigar y el tema se limita únicamente al grupo del 14 de marzo libanés y sus amigos del golfo.
A nivel internacional todo parece indicar que se quiere facilitar la formación de un gobierno nacional, pero internamente no va a ser tan fácil, ya que se espera que el grupo del 14 de marzo esté convencido.
Este es un problema muy grande que puede dificultar la formación del nuevo gobierno, en caso que insistan en formar la comisión de investigación internacional.
El plan político que se trazó para este proceso es que el gobierno de Hassan Diab continúe durante dos meses con el fin de preparar el camino para su salida y la llegada de un nuevo gobierno, pero los acontecimientos que se dieron en el Líbano durante los dos últimos días, ya sea en la calle o en términos de las renuncias que se produjeron, así como la comunicación que aumentó su ritmo en gran medida durante las últimas horas entre el presidente del Partido Socialista, Walid Jumblatt, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, aceleraron la dimisión del gobierno de Diab, aunque la renuncia en sí no es sorprendente tras la visita de Macron al Líbano.
El primer ministro -desde el momento en que estuvo presente en la sesión a la que asistieron los tres presidentes con el mandatario francés Macron y este último mencionó la importancia "del gobierno inclusivo"-, consideró que ya estaba fuera de juego.
Por otro lado, cuando Diab planteó el tema de las elecciones parlamentarias anticipadas, Berri consideró que lo que se quiere decir es que la Cámara de Representantes es la responsable de la explosión, por lo que propuso, en un movimiento contrario, convocar al gobierno a la Cámara de diputados para cuestionarlo.