Después de las reformas judiciales “Israel” no será como antes
Diálogo con Abbas Ismail, jefe del Departamento de Asuntos israelíes de Al Mayadeen, analista e investigador, sobre la situación interna en “Israel”.
Abbas Ismail, jefe del Departamento de Asuntos israelíes de Al Mayadeen, ofreció sus valoraciones a la multinacional TeleSur sobre la situación actual en la ocupación tras las políticas implementadas por el primer ministro Benjamín Netanyahu, las cuales generan el caos en los territorios ocupados.
¿Qué consecuencias tiene para “Israel” la aprobación de la reforma judicial?
No hay duda de que los resultados que surgen como consecuencia de la reforma judicial y que ahora se están llevando a cabo en “Israel” son grandes e importantes e implican muchas connotaciones.
La mejor evidencia de esta valoración es la crisis que provocó un proyecto o un plan para la reforma judicial. Esta crisis que dividió a los israelíes y que hizo que la sociedad esté de esta manera que estamos viendo, al borde de una guerra civil, como dicen los propios funcionarios y dirigentes de “Israel”, esto indica la gravedad de las consecuencias que implica una reforma judicial.
El impacto de estos resultados difieren entre una parte y otra de los israelíes, la primera parte considera que esta reforma destruye la democracia y convierte a “Israel” en una dictadura ya que hará que el gobierno israelí controle la Knesset y el poder judicial y por lo tanto logra golpear de esa manera el equilibrio que existe entre los diferentes poderes convirtiendo al primer ministro en el gobernante absoluto o en un dictador que hace pasar lo que quiere a su antojo y esto afectará a todas los aspectos de la vida cotidiana, y es por eso que tiraron a las calles en protesta.
Por otro lado, hay otra parte que es el gobierno que apoya y defiende la reforma judicial y cree que esa reforma llevaría a restaurar el equilibrio entre los poderes y entre los componentes de la sociedad alejando de ese modo la hegemonía de algunos sectores del poder judicial ya que existe la convicción para el gobierno derechista actual que la justicia es un foco de fuerza que aún está sometido a las corrientes no derechistas y no religiosas y por consiguiente es una institución fundamental que entorpece y frena muchos proyectos de leyes y propuestas que el gobierno derechista intenta hacer pasar y es por eso que quieren eliminar este obstáculo que le impide seguir adelante.
Por lo tanto, se puede decir que el resultado que tendrá el proceso de la reforma judicial alberga una gran importancia ya que, si triunfa la coalición gubernamental en hacer pasar dicha reforma según lo planificado, podrá entonces garantizar la hegemonía absoluta en manos de la derecha en todos los puestos claves del poder en “Israel”.
Esto también significa que no habrá una parte capaz de oponerse a las decisiones que toma el gobierno derechista, lo que dejaría su impacto en la identidad de “Israel”, en la naturaleza del régimen israelí, y en la forma que tomarán las relaciones entre los componentes internos de “Israel”, y es por eso que los opositores dicen que “Israel” después de las reformas judiciales no será jamás como antes.
¿Qué peligros enfrenta la coalición y el gobierno de Netanyahu?
Por supuesto la crisis que surgió en “Israel” implica riesgos reales para la coalición del gobierno. Debe tenerse en cuenta que la coalición del gobierno es una coalición coherente y armoniosa en gran medida, primero porque todos sus componentes pertenecen a la derecha sionista y la derecha religiosa, además de estar todos de acuerdo sobre el liderazgo de Benjamín Netanyahu a quien quieren que se mantenga de primer ministro.
Esta adhesión y esta armonía dentro de la fórmula gubernamental no impide que los problemas que fueron apareciendo dejen su impacto en la propia coalición y su unidad, o sea pueden aparecer diferencias de hecho hoy en día estamos presenciando algunas dentro de la coalición gubernamental con relación a la posición de las reformas judiciales.
La situación actual que resultó de la división en el escenario israelí con relación a la posición de la reforma judicial ha dejado sin lugar a dudas su influencia y secuelas en el gobierno actual a pesar de que este gobierno presidido por Benjamín Netanyahu goza de una mayoría sólida de 64 miembros del Knesset integrada por partidos y corrientes armónicos en cuanto a la filiación política e ideológica, o sea todas son corrientes derechistas y sionistas además de la corriente religiosa de derecha, y todas están de acuerdo en que Netanyahu se mantuviera de primer ministro. Esta posición le da al gobierno un tipo de fuerza y de adhesión, pero las divisiones y el movimiento de protestas en las calles ha provocado unas diferencias dentro de la coalición gubernamental sobre cuál sería el trato a dichas protestas y cuál debería ser la posición de la reforma judicial.
Todo esto dejó su sombra sobre la coalición gubernamental, tanto que hoy hemos visto cómo el Partido de la Fuerza Judía presidido por Itamar Ben-Gvir esté insinuando renunciar al gobierno, otros ministros amenazaron con dimitir y otros alertaron que votarán en contra del proyecto del gobierno. Todo esto puede no llevar a la caída del gobierno rápidamente pero sí deja su impacto en la unidad y la fuerza del gobierno y esta influencia pudiera convertirse en el futuro en algo más que esto. Lo que es importante asegurar es que todos los partidos que conforman el gobierno les incumbe salvaguardar este gobierno y ninguno osará a precipitarse o tener la iniciativa de derrocar el gobierno, primero porque nadie de ellos tiene interés y segundo nadie quiere cargar con la responsabilidad de la caída de este gobierno y la conformación de otro gobierno en su lugar y por lo tanto la caída del proyecto de los dueños de este gobierno actual.
Por eso, y hasta donde es visible, el gobierno israelí puede quedarse y continuar ya que la única solución para derrocar este gobierno es que Benjamín Netanyahu tenga un sustituto cómodo para formar un nuevo gobierno que le permita deshacerse de algunos de sus componentes, tales como el Partido de Fuerza Judía presidido por Ben-Gvir o el Partido del Sionismo Judío, presidido por Smotrich. En este caso, Netanyahu puede recurrir a provocar un problema a la hora de formar un gobierno, esta es una probabilidad teórica lejos de ser una verdad en el horizonte, pero con los pretextos del desarrollo de los hechos en el terreno y los altos intereses y la seguridad nacional, puede ocurrir todo en “Israel” y por consiguiente puede cambiarse el mapa de las alianzas totalmente como ha pasado otras veces anteriormente en los sucesivos gobiernos israelíes.
¿Podemos asegurar que estamos ante un proceso de debilitamiento del ente israelí?
Hay cierto consenso en “Israel” y un acuerdo muy amplio de que la sociedad, el régimen y el Estado experimentan un estado de erosión y hay una gran preocupación, precaución y advertencia de alcanzar el colapso. Es cierto que las cosas aún no han llegado a la etapa del colapso, pero la división que existe hoy en la sociedad israelí y la fragmentación, así como el discurso de incitación y odio se ha convertido en una realidad tajante que hace difícil restaurar la unidad, aunque superen la crisis actual. En cualquier caso, la composición híbrida de la sociedad israelí indica y asegura la inevitabilidad del colapso de esta sociedad desde adentro y este es un problema cronológico, un camino que lleva al colapso necesariamente, aunque no se sabe qué tiempo tomaría porque los componentes de esta sociedad son contradictorios y conflictivos, y los procesos que ocurren dentro de la sociedad sobre todo a nivel demográfico que lleva a un desequilibrio en ese sentido entre los componentes de esta sociedad. Ese déficit o desequilibrio lleva a correlaciones de fuerza favorable a los partidos religiosos y los partidos sionistas, o sea a favor de las teorías extremistas religiosas y políticamente lo que exacerbará el conflicto con las corrientes laicas cada vez más.
Por lo tanto, sí estamos ante un proceso de erosión de la sociedad israelí que fue expresado por los dirigentes de “Israel” y la continuidad de esta erosión podría llevar necesariamente al colapso de la sociedad israelí desde adentro.
¿Cuánto puede repercutir esta crisis interna israelí en la resistencia y la lucha palestina?
Se puede decir que el pueblo palestino y su resistencia, incluso la causa palestina en general, les incumbe directamente lo que está pasando dentro del estado israelí con todo el sentido de la palabra y al más alto nivel. Primero cada vez que la entidad israelí se debilite y cada vez que se incrementa la división y las escenas que estuvimos viendo todo eso se convierte en fuerza para los palestinos, les da una dosis adicional de oportunidades para lograr sus objetivos y anhelos. El otro factor de influencia es que este gobierno israelí derechista y extremista trata con mucha brutalidad y cada vez más a los palestinos, ya sea en Jerusalén ocupada o en Cisjordania o en Gaza y no ofrecerá internamente ninguna concesión a favor de los palestinos porque ellos consideran que el hecho de ceder debilita a su gobierno.
Este gobierno levanta la bandera de más asentamientos cada vez, de más usurpación de territorios palestinos. Todo tiene que ver con el pueblo palestino y deja sus huellas en la resistencia del pueblo palestino, el pueblo palestino sabe con todo lo que está pasando que si “Israel” se debilita internamente así lo verán sus enemigos, incluso se afectaría la relación de “Israel” con la comunidad internacional y con Estados Unidos debido a sus políticas. Se puede decir que el pueblo palestino sigue con atención lo que está pasando ya que son los mayores beneficiados de la debilidad de “Israel” y de su vulnerabilidad y de la división que padece.