Plan propuesto en el Taller de Bahrein fracasará sin un acuerdo político entre palestinos e israelíes, reconoce Greenblatt
En entrevista publicada este miércoles por la cadena televisiva saudita Al Arabiya, el enviado especial del Gobierno de EE.UU. para Oriente Medio, Jason Greenblatt, admitió que la parte económica del plan de paz que Washington ha diseñado para la zona “no avanzará” sin un acuerdo político entre las partes involucradas en el conflicto.
Sin un acuerdo político entre Palestina e Israel, el plan económico del foro de Manama “no tiene ningún valor”, afirma un alto funcionario de la Casa Blanca.
En entrevista publicada este miércoles por la cadena televisiva saudita Al Arabiya, el enviado especial del Gobierno de EE.UU. para Oriente Medio, Jason Greenblatt, admitió que la parte económica del plan de paz que Washington ha diseñado para la zona “no avanzará” sin un acuerdo político entre las partes involucradas en el conflicto.
El taller de Bahrein buscaba impulsar el llamado “acuerdo del siglo”, urdido por Jared Kushner, el principal asesor y yerno del presidente de EE.UU., Donald Trump, supuestamente para poner fin al conflicto israelí-palestino.
“Kushner, junto con un personal profesional de la Administración de Estados Unidos, elaboró un plan de 50 mil millones de dólares para ayudar a los palestinos, jordanos, egipcios y libaneses, pero nada de esto funcionará a menos que haya un plan político acordado entre Israel y los palestinos”, precisó Greenblatt.
Asimismo, señaló que la controvertida conferencia, celebrada los días 25 y 26 de junio en Manama (capital de Bahrein), fracasó por el liderazgo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que se negó a participar en la cumbre y continúa boicoteando las relaciones con la Administración de Trump por su total parcialidad hacia Israel.
Las autoridades palestinas sostenían que los organizadores de la conferencia de Bahrein querían forzar a los palestinos a aceptar la ocupación de sus tierras a cambio de dinero.
De hecho, el plan denominado “acuerdo de siglo” propuesto por EE.UU. niega a los refugiados palestinos el derecho al retorno a su tierra natal, de donde fueron expulsado tras la creación del régimen de Israel en 1948, y ni siquiera contempla que haya un Estado palestino separado y soberano.
En base al acuerdo, casi seis millones de palestinos se verán obligados a residir en “patrias alternativas”, es decir, otros países del mundo.