El cultivo de la Rosa de Damasco se recupera (+Fotos)
Las populares y tradicionales Rosas de Damasco, no solo están dotadas de belleza natural y valor espiritual. Sus cultivos se vieron afectados por la guerra terrorista, pero se recuperan gracias al empeño de los agricultores y el esfuerzo gubernamental.

Ubicado al norte la capital siria, y en la región montañosa del Qalamoun, un poblado destaca por sus coloridas plantaciones: Marah, donde sus habitantes cultivan desde hace cientos de años las famosas rosas de Damasco (Al-Wardah Al-Shamieh).
Sembrar y cuidar las rosas es una tradición: más de 800 años dan prueba de ello. Y como cada año, justo en la época en que inician las vacaciones escolares, comienza la temporada de cultivación. Desde tempranas horas cientos de mujeres, hombres y niños se dirigen hacia las tierras alrededor de Marah para producir las hermosas flores.

Quienes la cultivan, prevén entre 30 y 35 toneladas la producción de su poblado, gracias a las condiciones atmosféricas de abundantes lluvias.

Pero las rosas de Damasco no solo están dotadas de belleza natural y valor espiritual, sino que sus probados usos farmacéuticos y cosméticos hacen de ella la principal fuente de ingreso para los agricultores, junto a la apicultura.
Las Rosas de Damasco no solo están dotadas de belleza natural y valor espiritual.
Mudeen Bitar, presidente de la Asociación de Promoción y Desarrollo de la Rosa de Damasco, reveló que la guerra terrorista afectó el cultivo de la flor, pero desde el año 2015 y gracias a los esfuerzos gubernamentales, el cultivo de la rosa presenció notable recuperación, e incluso la tierra labrada aumentó en unas 800 caballerías este año llegando el total a más de 3000 caballerías.

Cremas, perfumes, agua de rosa y más de 20 productos médicos y cosméticos se producen de la Rosa de Damasco.

La planta productora de los derivados de la rosa se encuentra en la Ciudad Industrial de Adra cerca de Damasco, y su producción cubre las necesidades del mercado local y se exporta también al extranjero.