Siria: Un gran centro de artes visuales a pesar de la guerra
Concebido y construido en plena guerra civil, el Centro Nacional de Artes Visuales abrió su puerta en septiembre 2015 para motivar y desarrollar la cultura artística. Teniendo una fe y una confianza absoluta en el arte, el centro no quiere de ningún modo que estas creaciones se hagan un producto mercantil. ¡Qué se queden artísticas!

En pleno barrio estudiantil, el Centro Nacional de Artes Visuales (CNAV) de Damasco, en Siria, podría considerarse como la institución de su tipo más moderna y mejor equipada de todo el Medio Oriente.
Distribuido en dos grandes pisos, de mil 300 m2 cada uno, el Centr ofrece así actividades en un espacio propio y completo.

Al entrar en el CNAV lo primero que disfruta el visitante es el inmenso suelo de mármol que reagrupa la galería donde se exponen las obras puntuales o permanentes, de pintura, escultura, fotografía o comunicación visual.
Bajando las escaleras, un poco a la izquierda, el visitante puede divisar el teatro del centro con capacidad para 700 personas, concebido con alta tecnología acústica para representaciones teatrales, conferencias o cantos barrocos.

Por fin, en el mismo piso, a la derecha, se halla el espacio "taller” que une los profesores a los alumnos, para crear un diálogo artístico entre artistas, aficionados o profesionales, sin que sea académico.
“El taller está abierto a todos los artistas, todo es gratis y está a su disposición " como insiste su fundador Ghayas Akhras.
"Todos los que no pueden materialmente tener su propio taller, porque es muy costoso, solicitan la entrada en este centro con presentación de su currículo, sus obras y sus ambiciones, y el folleto se acepta o no", comentó.

En general -dijo- el gobierno obra mucho para el desarrollo del arte. Las entradas a la galería, a las exposiciones y conferencias son gratuitas".
Solo se pagan las entradas a los conciertos, aunque es un precio simbólico, comentó Ghayas mientras explicó que "todos los gastos son completamente pagados y garantizados por el ministerio de finanzas, pese a la guerra y a las sanciones".
Por otro lado, "es un centro independiente al nivel administrativo. Tiene su propio consejo de administración y gestiona las actividades y la vida cultural del centro de manera autónoma", precisó.
Ghayas Akhras se autodefine "primero artista y luego profesor." Licenciado en cuatro países: Egipto, Francia, Italia y España en 15 años de viaje continuo, es un experto en gemología, pintura, diseño gráfico y perforación.
El destacado especialista participó en la restauración de diferentes palacios en Siria. "Soy una persona de terreno, voy hacia la gente, le escucha, y quiero que el visitante sea a gusto. Cuantas veces he oido el visitante diciendo '¡Qué bien, qué placer, es un lugar lleno de energía, lleno de paz en este período de guerra!', y es, exactamente, lo que necesitamos", subrayó.
Para Akhras el CNAV es "un lugar que transmite la tranquilidad. Nuestro público es muy variado: niños, artistas, particulares, aficionados, profesionales, que vienen para visitar la galería de pintura, escultura, o asistir a conciertos y conferencias".
No sólo fiscales de alto nivel y otras figuras públicas -añadió-. Nuestro público no tiene una edad, pero sí una imaginación y un amor por las artes.
"Muy a menudo recibimos a diputados y parlamentarios del extranjero, sorprendidos de ver el nacimiento de este gran espacio artístico en plena guerra. Y siempre repito que el arte no tiene límites, no tiene fronteras, y los jóvenes necesitan más que nunca este espacio para hacer volar su imaginación, para destruir el estrés cotidiano creado por la guerra", apuntó.
¡Un montón de proyectos!
En efecto, numerosos proyectos están al estudio. El centro quiere ir más lejos y acoger a artistas de horizontes variados como Irán, el Extremo Oriente o Japón. Favorecer el intercambio cultural. Montar talleres de “residense-inn" con artistas, que se queden uno o dos meses en el centro para presentar después una obra completa.
"Queremos trabajar con artistas de toda edad. Estudiamos la posibilidad de ofrecer becas a los talentosos, u organizar talleres de critica artística. También, creo mucho en los niños. Tienen mucha capacidad y un gran potencial. Son creadores, y muy creativos. Al fin y al cabo, tengo una cabeza llena de ideas y una plantilla, muy joven y eficaz, capaz de ayudarme para concretizar todo eso", concluyó Ghayas.