Cuba proclama su nueva Constitución
En su discurso, durante la jornada solemne en la cual se proclamó la Carta Magna que regirá los destinos del país en el presente y en los próximos años, Raúl reafirmó que esta Constitución garantiza la continuidad de la Revolución y la irrevocabilidad del Socialismo, sintetiza los ideales de quienes han luchado por una Cuba soberana.
La Constitución que proclamamos hoy es continuidad de aquella primera proclamada en Guáimaro, en tanto salvaguarda la unidad de todos los cubanos y la soberanía de la Patria, subrayó el primer secretario del Comité Central del Partido Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz en la sesión extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En su discurso, durante la jornada solemne en la cual se proclamó la nueva Carta Magna que regirá los destinos del país en el presente y en los próximos años, Raúl reafirmó que esta Constitución garantiza la continuidad de la Revolución y la irrevocabilidad del Socialismo, sintetiza los ideales de quienes han luchado por una Cuba soberana.
Señaló que esa ley de leyes es hija de su tiempo, refleja las circunstancias históricas y tutela jurídicamente los cambios para un Socialismo próspero, inclusivo y participativo. Con este nuevo texto se fortalece e institucionaliza el Estado revolucionario.
El máximno dirigente Partido Comunista de Cuba dijo que, a pesar de las campañas victoriosas de los mambises contra el colonialismo español entonces, no se alcanzó la independencia y la victoria fue arrancada al pueblo cubano por la injerencia del imperialismo norteamericano, sobre cuyo peligro había alertado nuestro prócer José Martí.
Comentó los procesos constitucionales que siguieron luego de Guáimaro, y dijo que en 1959 se rescataron los postulados de la Constitución de 1940, atemperados a las circunstancias de un verdadero proceso revolucionario.
Asimismo, se refirió a algunas de las primeras leyes de la Revolución en el poder, como la de la Reforma Agraria, aprobada el 17 de mayo de 1959, en el corazón de la Sierra Maestra, bajo cuyo amparo se hicieron realidad los derechos reconocidos en el texto de 1940 y surgieron otros más profundos que alcanzarían a los más humildes.
Igualmente, comentó las reformas constitucionales efectuadas en 1992 y en el 2002, resultados de determinadas coyunturas históricas, políticas y sociales, y explicó que en el 2011 se puso de manifiesto la necesidad de introducir cambios en el orden constitucional.
Dijo que a partir del VII Congreso del Partido, en abril del 2016, se arribó a la conclusión de que más que una reforma era imprescindible una nueva Constitución que, entre otros aspectos, ampliara los derechos y las garantías de los ciudadanos, “pensando no solo en el hoy, sino en el futuro de la nación”.
Al referirse al proceso de consulta, Raúl dijo que en él participaron cerca de 9 millones de personas en 133 mil reuniones, donde con absoluta libertad todos pudieron exponer sus criterios, lo cual contribuyó a elevar la cultura jurídica de los ciudadanos.
“El pueblo con su participación se convirtió en el verdadero constituyente, como resultado del aporte popular el proyecto tuvo variaciones en casi el 60 % de su articulado”.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido explicó que en diciembre pasado la Asamblea Nacional del Poder Popular ratificó la nueva Constitución y, de conformidad con lo establecido, aprobó someterla a referendo el 24 de febrero, oportunidad en la que nuestro pueblo dio rotundo apoyo al Socialismo y a la Revolución.
Cuba demostró, una vez más, que desde mecanismos democráticos y basados en el derecho de la libre determinación es posible afianzar el sistema socialista como una alternativa viable.
Raúl afirmó que esta constitución deviene legado para las nuevas generaciones de cubanos y que no basta con proclamarla, sino es necesario hacer efectivos sus preceptos.
Explicó las tareas inmediatas que vendrán a continuación, entre las cuales se encuentra la aprobación de una nueva Ley electoral, en cuyo proyecto se trabaja para presentarla en la próxima sesión de esta asamblea, y la elección de los nuevos cargos de gobierno, el Primer Ministro, y demás miembros del Consejo de Ministros, así como la dirección de la Asamblea Nacional (presidente, vicepresidente, secretario) y otros a nivel de provincia y municipio.
Alertó sobre la conducta agresiva del gobierno de los Estados Unidos sobre la región de América Latina y el Caribe, ratificó una vez más la solidaridad del pueblo y el gobierno cubanos con la República Bolivariana de Venezuela y su pueblo Chavista — “que están escribiendo páginas memorables de resistencia”— y demandó la libertad del expresidente Lula, cuyo primer aniversario de encarcelamiento fue denunciado el domingo último.
Aseguró que la guerra no convencional y la crisis económica se ha desatado contra Venezuela, “sin embargo la amenaza nos concierne a todos”. En ese sentido, destacó la labor de los más de 20 mil colaboradores cubanos (el 61 % de ellos son mujeres) que se encuentran cumpliendo misión en esa nación.
Refirió las amenazas del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, al tiempo que se dan pasos progresivos para deteriorar las relaciones bilaterales.
Señaló que la guerra económica, el bloqueo, y la ley Helms Burton persiguen la vieja aspiración de derrocar a la Revolución cubana, “aspiración que fracasó en el pasado y volverá a fracasar”.
Expresó que se ha hecho saber a la Administración norteamericana por diferentes canales que Cuba no teme las amenazas y que nuestra vocación de paz está acompañada de la libre determinación de los cubanos a defender el futuro de la nación sin injerencia alguna.
El socialismo lo defenderemos porque creemos en la justicia social, en el desarrollo equilibrado y sostenible, practicamos la solidaridad y rechazamos el egoísmo, combatimos el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas, defendemos los derechos humanos de todos los ciudadanos, creemos en la democracia del pueblo, y no en el poder antidemocrático del capital, sentenció.