“Tanto el Gobierno de España como otros que reconocieron al golpista Guaidó como presidente interino de Venezuela seguramente tendrán en algún momento que revisar sus decisiones”, expresó Ernesto Villegas, ministro de Cultura bolivariano. 

Durante la clausura en Caracas de la exposición “Camarada Picasso”, el ministro consideró que “es muy paradójico que el Gobierno español reconoce como presidente interino a un señor que no es presidente”.

Aun así, el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro pretende mantener su “cooperación cultural” con el Ejecutivo español a pesar de la tensa situación diplomática existente entre ambos países, indicó Villegas tras la pregunta de un periodista sobre las relaciones entre ambos Gobiernos.

España ha expresado su apoyo a los planes golpistas de la oposición venezolana y ha pedido la intervención de la UE en el escenario político del país sudamericano.

Según Villegas, “el Estado, la República Bolivariana de Venezuela es y será sostenible permanentemente. Lo que no es sostenible es el intento de desconocerla”.

Por otro lado, trascendió que la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez respecto a Guaidó ha suscitado críticas entre el pueblo español.

La postura europea de reconocer a Guaidó como presidente encargado del país ha sido señalada como errónea en reiteradas ocasiones por el propio Maduro.

Medios de prensa también informaron que estudiantes, trabajadores, organizaciones políticas y de derechos humanos de Chile se reunieron en Santiago para solidarizarse con Venezuela y en contra de la intervención norteamericana en la región latinoamericana.

Entre los manifestantes se contaron especialmente jóvenes que expresaron su defensa de la paz en la región.

Las críticas también apuntaron a Sebastián Piñera, el presidente chileno, quien adhiere sin cuestionamientos al guión establecido por la Casa Blanca impulsando la creación de Prosur, organismo que reemplaza a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) creado en la década pasada por el presidente Hugo Chávez.

La actividad también fue una demostración en contra de la política hostil asumida por el Gobierno chileno hacia Venezuela que se ha sumado al libreto golpista impuesto desde los Estados Unidos.