Reitera canciller Arreaza necesidad del diálogo entre EE.UU. y Venezuela
"Volvemos a hacer la denuncia y a plantear el camino del diálogo con Estados Unidos, entre el presidente Nicolás Maduro y el presidente Donald Trump. Ahí están las diferencias; trabajemos en las coincidencias, entonces, y el diálogo entre los venezolanos", enfatizó el canciller Jorge Arreaza.

"Volvemos a hacer la denuncia y a plantear el camino del diálogo con Estados Unidos, entre el presidente Nicolás Maduro y el presidente Donald Trump. Ahí están las diferencias; trabajemos en las coincidencias, entonces, y el diálogo entre los venezolanos", enfatizó.
Arreaza dijo que Maduro estaba listo para el diálogo incluso con Estados Unidos y reiteró además la invitación del Ejecutivo de Caracas a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para realizar una visita oficial y conocer de primera mano la realidad del país sudamericano y los programas e iniciativas sociales.
Por su parte, el viceministro primero de Relaciones Exteriores de Cuba, Marcelino Medina, denunció los intentos de Washington de impedir que Venezuela asumiera la presidencia de la Conferencia de Desarme, y pidió a la comunidad internacional que no permitiera a Washington politizar la reunión.
Aprovechó la tribuna de este foro multilateral para ratificar la vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana en 2014, según reportó Prensa Latina.
El representante de la isla denunció la escalada de presiones y acciones del gobierno estadounidense para preparar lo que tachó de aventura militar, disfrazada de "intervención humanitaria", contra la República Bolivariana de Venezuela.
"La historia juzgará severamente una nueva intervención militar imperialista en la región y la complicidad de quienes irresponsablemente la acompañen", recalcó.
Precisó que en Venezuela se decide hoy no sólo la soberanía y la dignidad de Latinoamérica y el Caribe y de los pueblos del Sur, sino también la supervivencia de las normas del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Tenemos la responsabilidad de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, salvar el planeta y crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados internacionales, concluyó.