Cumbre Árabe y UE deja intacto difícil panorama en el Medio Oriente
La declaración final de la primera cumbre árabe-UE solo se limita expresar la preocupación de ambos bloques regionales sobre esos temas; mientras resalta la historia de intercambio cultural y a reitera la necesidad de potenciar la cooperación económica y comercial.

La primera cumbre Árabe y la Unión Europea (UE) cerró sus puertas en el balneario egipcio de Sharm El-Sheik con acuerdos generales que dejan intacto el difícil panorama que hoy enfrenta el Medio Oriente, según expresa un reporte de Prensa Latina.
De acuerdo con la agencia, el punto más destacado de la declaración final del conclave fue el referente al conflicto palestino-israelí, en particular la complicada situación humanitaria que vive la bloqueada Franja de Gaza.
El tema es el acuerdo número siete del texto. Ambos bloques regionales reafirmaron la posición común sobre la ilegalidad en virtud del derecho internacional de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados, y reiteraron el compromiso de alcanzar una solución de dos Estados, sobre la base de todas las resoluciones relevantes de la ONU, como la única forma realista de terminar con la ocupación que comenzó en 1967.
También se reconoce en el texto la necesidad de lograr una paz justa, duradera y amplia entre israelíes y palestinos por medio de negociaciones directas entre las partes que incluya el reconocimiento de Jerusalén Este como parte del territorio palestino y aborde todos los problemas del Estado final.
Los dos bloques resaltaron el papel indispensable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) y reafirmaron la necesidad de apoyarla política y financieramente para permitirle continuar cumpliendo con el mandato de las Naciones Unidas.
Sin embargo, si bien la declaración también dedicó acuerdos a la situación de naciones como Siria, Libia y Yemen, estos solo se limitaron destacar el papel mediador de la ONU en esos territorios.
La declaración reconoce haber realizado análisis constructivos sobre los acontecimientos en Siria, Libia y Yemen, y sobre las formas de avanzar hacia la reconciliación, en línea con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
Asimismo, afirmaron la necesidad de preservar la independencia de estos países y reiteraron el compromiso con los procesos dirigidos por la ONU en dichos territorios, señala la declaración final de Sharm El-Sheik en su octavo acápite.
No bstante, nunca se divulgaron reportes acerca de que el presidente sirio Bashar Al-Assad fuera invitado a participar en la cumbre.
Otras ausencias destacadas por los medios fueron la del príncipe heredero a la corona de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman; y el presidente sudanés, Omar al-Bashir.
La reunión de alto nivel de monarcas y jefes de Estado y gobierno se produjo en un momento en que Medio Oriente enfrenta crisis económicas y políticas en varios de sus países; mientras que en Europa se registra un aumento del nacionalismo y rechazo a la inmigración.
Aun así, la declaración final de la primera cumbre árabe-UE solo se limita expresar la preocupación de ambos bloques regionales sobre esos temas; mientras resalta la historia de intercambio cultural y a reitera la necesidad de potenciar la cooperación económica y comercial.