El príncipe heredero saudita, Mohamad bin Salman (conocido también como MBS), fue recibido en Pakistán en medio de protestas contra los crímenes perpetrados por la monarquía.

En varias ciudades, como Rawalpindi y Karachi, los paquistaníes condenaron los crímenes sauditas contra Yemen, así como las injerencias de Riad en otros países de la región, según PressTV.

La imagen de Bin Salman también está en entredicho por el asesinato del periodista saudita crítico con la monarquía Jamal Khashoggi, el pasado 2 de octubre en el consulado de ese país en Estambul, Turquía.

Los manifestantes coreaban lemas como “Muerte a Al Saud” y “Mohamad bin Salman no es bienvenido en Pakistán”. Algunas fuentes aseguran que la Policía paquistaní detuvo a decenas de manifestantes.

MBS llegó a Islamabad para una visita de dos días y anunció la firma de acuerdos por 20 mil millones de dólares con su tradicional aliado, en medio de las tensiones diplomáticas en la región.

Asimismo, en la ciudad canadiense de Toronto, un grupo de activistas se congregaron frente al consulado paquistaní para rechazar el viaje de Bin Salman al país asiático.

Tras su visita a Paquistán, el príncipe heredero se dirigía hacia la India, mientras dos cortas etapas previstas en Indonesia y Malasia fueron anuladas el sábado sin explicaciones.