“Los niveles altos de cortisol, una hormona producida por el estrés, parecen predecir la función cerebral, el tamaño del cerebro y el rendimiento en pruebas cognitivas”, afirma el líder de una investigación, el doctor Sudha Seshadri, profesor de Neurología en el UT Health de San Antonio, en el oeste de Estados Unidos.

El cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales, que como su nombre indica están localizadas por encima de los riñones, ayuda a nuestro organismo a controlar el estrés repentino, el psicológico y la inflamación crónica.

Según el informe sobre la investigación, publicado en la revista Neurology, a una muestra de más de 2000 personas se les practicaron escáneres cerebrales mediante resonancia magnética (MRI) para determinar la cantidad de materia gris (célula neuronales, blanca del cerebro, fibras nerviosas).

Los investigadores descubrieron que las personas con los niveles más altos de cortisol tendían a tener menos recuerdos y atención, y volúmenes cerebrales más pequeños, especialmente las mujeres. Además, mostraron signos de lesión en su sustancia blanca, lo que significa que el exceso de la hormona daña la memoria y la atención.

Los primeros síntomas aparecen en el cuerpo por el estrés y pueden dar paso a problemas cardiovasculares y trastornos psicológicos, así como a un mayor riesgo de contraer males como tensión en el cuello, la espalda y otros músculos, problemas digestivos, fatiga, náuseas y vómitos, entre otros.