“Países occidentales alientan a los grupos terroristas a utilizar armas químicas contra civiles en la provincia de Idleb y luego fabricar las pruebas para acusar al Gobierno sirio a fin de provocar una intervención militar de esos países para salvar a los grupos terroristas”, denunció Bashar Jaafari, en una sesión de los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El diplomático sirio expresó su extrañeza de que el CSNU no tome las medidas pertinentes contra los Estados que patrocinan, apoyan y financian a las bandas extremistas que operan en Siria.

Afirmó que países occidentales miembros del Consejo de Seguridad se aprovechan de las distintas agencias de las Naciones Unidas para encubrir tanto sus crímenes como de los terroristas, contra el pueblo sirio.

Asimismo, recordó que su gobierno siempre ha condenado el uso de armas prohibidas, incluidas las de destrucción masiva, por considerarlo un crimen en contra de la humanidad.

Informes de prensa señalan que los llamados cascos blancos han enviado materiales químicos a Idleb y han secuestrado a decenas de niños, y los trasladan a un lugar desconocido, en un intento por crear un “show” de ataque químico, previo a la ofensiva del Ejército sirio contra los terroristas en la referida provincia.

Según la Cancillería rusa, alarmantes informes que provienen de distintas fuentes aseguran que algunos grupos terroristas y extremistas desplegados en Siria siguen tratando de organizar provocaciones a gran escala usando armas químicas y agentes tóxicos.