La comunidad en Twitter reaccionó con irritación ante una foto publicada por el gobierno saudita que mostraba al hijo de Jamal Khashoggi con una expresión de dolor estrechando la mano del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien ordenó, según las evidencias, el asesinato de su padre, y le prohibió salir del país.

Según reportes de prensa, el rey Salman y el príncipe heredero recibieron al hijo de Khashoggi, Salah, y a su hermano, Sahel, en el Palacio de Yamama, en Riad.

Los dos miembros de la realeza expresaron sus condolencias, según la agencia oficial saudita SPA, que publicó la foto del apretón de manos.

Un amigo de la familia Khashoggi dijo a AP que Salah ha estado bajo una prohibición de viajar desde que su padre comenzó a escribir críticamente sobre el príncipe heredero en artículos publicados en The Washington Post. La persona habló bajo condición de anonimato, por temor a represalias.

Bin Salman ha estado bajo una creciente presión internacional por las fundadas sospechas de que ordenó el brutal asesinato de Khashoggi.

“Llevaron a Salah a la corte real para que aceptara sus condolencias. Vi la expresión de su rostro. Esta foto me da ganas de gritar y vomitar”, escribió Manal al Sharif, autora de “Daring to Drive: el despertar de una mujer saudita”.

Fadi al Qadi, defensor y comentarista de los derechos humanos en Medio Oriente, también denunció el acto como “despiadado”.

Por su parte, Chris Doyle, del Consejo de Entendimiento Árabe-Británico, dijo a Al Jazeera que la reunión entre los miembros de la familia de Khashoggi y el liderazgo saudita fue diseñada para ayudar a la reputación de MBS, pero la reacción en las redes sociales indica que se trató de otro error de comunicación en relación al asesinato.

“Esta imagen vale más que mil palabras. Realmente cuenta una historia del dolor de Salah, el hijo de Jamal Khashoggi, al conocer al Rey Salman, y particularmente al príncipe heredero”, señaló Doyle.

“Creo que muchas personas en Internet que ven esto en las redes sociales están diciendo: Esta es la cara de un hijo que cree que está estrechando la mano del hombre que mató a su padre. Es otro ejemplo de que los intentos de los dirigentes saudíes de ganar la guerra de relaciones públicas están fracasando”, agregó.