Según la sentencia, Baldetti usó su poder para la adjudicación del proyecto de saneamiento del lago de Amatitlán y autorizó un pago por 17,8 millones de dólares para comprar a una empresa israelí una fórmula química que resultó ser agua con sal.

En su última declaración ante el Tribunal C de Mayor Riesgo, previo a dictar la condena, Baldetti pidió a los jueces resolver conforme a derecho ya que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) necesita justificar con una condena los gastos que ha realizado.

“Yo sé que hay mucha presión, yo sé que para la CICIG en este momento, cuando no se sabe si Iván Velásquez va a regresar o no, la presión para ellos es una condena porque la necesitan para poder justificar los millones que se han gastando a nivel nacional en esta comisión”, aseveró.

Añadió que la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y la CICIG, nunca pudieron comprobar que ella lideró una organización criminal en el país centroamericano que coordinó la adjudicación anómala del contrato para el saneamiento del lago de Amatitlán, a la compañía israelí M. Tarcic Engineering Limited.

 “La única política en la familia soy yo: Roxana Baldetti, mi hermano no fue político, mi papá no fue político, mi mamá no fue política, y por azahares de la vida yo fui política y no me arrepentí”, aseguró.