Adriana Ruano, protagonista del deporte de Guatemala en 2024
Tras su victoria en París, Ruano, de 29 años, fue condecorada con el Gran Collar de la Orden del Soberano Congreso Nacional, reconocimiento que simboliza no solo su éxito deportivo, sino también su compromiso con su tierra natal.
La tiradora Adriana Ruano conquistó en Paris 2024 la primera medalla de oro de Guatemala en la historia de los Juegos Olímpicos y con su hazaña acapara protagonismo entre los mejores deportistas de Latinoamérica y el Caribe del año.
Desde su infancia el deporte fue su refugio y pasión, incursionando en varias disciplinas, pero el destino, con su caprichosa mano, la llevó a descubrir el tiro deportivo, donde halló su verdadero propósito.
Bailarina desde pequeña, Ruano comenzó a destacarse en la gimnasia artística al punto de formar parte de la selección nacional con apenas ocho años de edad, hasta que una lesión en la columna le impidió participar en los clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, hecho que marcó un cambio significativo en su carrera deportiva.
Perseverante, la mujer que con el tiempo se convertiría en licenciada en nutrición y haría una maestría en deportes, comenzó a practicar tiro con armas de caza, una disciplina que se ajustaba a sus nuevas condiciones físicas y que jamás imaginó que le abriría las puertas a la gloria olímpica.
En 2018, a pesar de sufrir la pérdida de su padre un mes antes del evento, logró clasificar a la cita bajo los cinco aros de Tokio 2020 en la prueba de fosa individual, obteniendo el lugar 26, para posicionarse ese año como la mejor latinoamericana en el ranking mundial.
De 29 años, dejó inscrito su nombre en la historia al establecer en la capital gala un récord olímpico derribando 45 de 50 platos y situar a Guatemala en el centro de los titulares deportivos.
Su hazaña en la Ciudad de la Luz no solo llenó de orgullo a su nación, sino que también encendió una llama de esperanza en el corazón de muchos y demostró que, con humildad y tenacidad, incluso ante las adversidades, los sueños pueden convertirse en realidad.
Tras su victoria en París, Ruano fue condecorada con el Gran Collar de la Orden del Soberano Congreso Nacional, reconocimiento que simboliza no solo su éxito deportivo, sino también su compromiso con su tierra natal.