Embajador cubano: No renunciaremos a nuestros principios ni dejaremos de reclamar la eliminación total del bloqueo
“El bloqueo nos afecta a todos. Es el sistema más injusto, severo y prolongado de sanciones unilaterales que se ha aplicado contra cualquier país... es el principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana y el pleno disfrute de todos los derechos humanos de todos" dijo el embajador cubano en Irán, Alexis Bandrich Vega.
El embajador cubano en Irán, Alexis Bandrich Vega, analizó una serie de problemas con el corresponsal de Tehran Times y Mehr News, incluida la política de Estados Unidos hacia Cuba, el caso venezolano, y las relaciones bilaterales de La Habana.
Durante la entrevista, al referirse al estado de las relaciones Cuba – Estados Unidos, Bandrich señaló que el bloque contra Cuba se mantiene fuerte. “Hoy se establecen récord en multas a las instituciones financieras internacionales por sus relaciones con bancos de propiedad pública o compañías cubanas, por un valor de casi 14 mil 400 millones de dólares, y continuó previniendo a estos el uso del dólar”.
“El bloqueo nos afecta a todos. Es el sistema más injusto, severo y prolongado de sanciones unilaterales que se ha aplicado contra cualquier país, y les puedo asegurar que es el principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana y el pleno disfrute de todos los derechos humanos de todos”, dijo.
Apuntó que la adopción por parte del presidente Trump del "Memorando de seguridad nacional presidencial sobre el fortalecimiento de la política de Estados Unidos hacia Cuba" (16 de junio de 2017), respaldó entre sus objetivos el refuerzo del bloqueo contra la isla y representó un serio revés para las relaciones bilaterales con Cuba.
Al ahondar sobre el tema, el diplomático cubano señaló que “las regulaciones (noviembre de 2017) de los departamentos de Hacienda, Estado y Comercio impusieron obstáculos adicionales a las oportunidades limitadas del sector empresarial de América del Norte en Cuba y restringieron el derecho de sus ciudadanos a viajar a la isla. Estas medidas no solo afectan a la economía estatal cubana, sino también al sector no estatal del país”.
De acuerdo con Bandrich, el fortalecimiento de la aplicación extraterritorial del bloqueo es otro ejemplo del endurecimiento de esta política.
“Con Trump, la persecución permanente de las transacciones financieras cubanas y nuestras operaciones bancarias y crediticias a escala global ha continuado, causando graves daños a nuestra economía, en particular, a las actividades comerciales de compañías y bancos cubanos en sus vínculos con la banca internacional”.
Por otro lado, dijo que a favor del levantamiento del bloqueo y la normalización de las relaciones entre los dos países, se ha expresado el apoyo mayoritario en nombre del público estadounidense, de la comunidad internacional y de la emigración cubana en los Estados Unidos. Sin embargo, subrayó que Estados Unidos lo ha ignorado.
El próximo 31 de octubre de 2018, Cuba denunciará el resurgimiento de esta política y presentará una vez más, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el proyecto de resolución titulado "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba".
No renunciaremos a nuestros principios ni dejaremos de reclamar la eliminación total del bloqueo, afirmó.
En se sentido, Bandrich aprovechó la ocasión para expresar el profundo agradecimiento de Cuba al gobierno y al pueblo iraníes por exigir el cese de esta política, que nunca nos impedirá defender nuestra soberanía y el derecho a elegir libremente nuestro futuro.
La política de Obama hacia Cuba
Según Bandrich, Obama escribió un capítulo único en la historia de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
“En la nueva relación que comenzó en diciembre de 2014 entre La Habana y Washington, tres de los cinco héroes cubanos que permanecieron en las prisiones de Estados Unidos regresaron a Cuba, Cuba fue eliminada de la lista de estados terroristas del Departamento de Estado, la práctica de otorgar la residencia automática a cualquier cubano. Se detuvo a los emigrantes que pisaron suelo estadounidense, se restablecieron las relaciones diplomáticas a nivel de embajada y se firmaron 22 acuerdos de beneficio mutuo en áreas de interés común”. Recordó también que los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba fueron autorizados, aunque no para hacer turismo, dentro de una política de persona a persona que busca influir en los cubanos, pero también transforma las percepciones sobre Cuba en la sociedad estadounidense. Además del impacto bilateral, hubo un impacto en los aliados de EE.UU. que decidieron entonces acercarse a Cuba.
“En abril de 2016, Barack Obama visitó La Habana. Su estrategia de comunicación insistió principalmente en dos objetivos: borrar la idea de Estados Unidos como adversario de los cubanos (en otras palabras, borrar nuestra historia) y enfatizar las causas internas como la fuente de las dificultades diarias que enfrentan los cubanos. De todo esto, habló sin tener en cuenta el bloqueo, y mucho menos la creciente agresión política, económica y militar de su administración contra Venezuela, el país que tenía el mayor comercio con Cuba en ese momento, y lo declaró como "inusual y extraordinaria amenaza "a la seguridad nacional de los EE.UU., aumentó el hostigamiento financiero (guerra económica) y su apoyo abierto a la violencia de la oposición que buscaba apoderarse del gobierno de Nicolás Maduro.
En fin- dijo- Obama se refirió a los cambios que su gobierno quería ver en Cuba, buscando aumentar la presión de abajo hacia arriba.
La sucesión en Cuba
“Si alguna característica distingue más al presidente actual y al gobierno cubano es la continuidad. Es decir, la elección de un nuevo Presidente y un nuevo Consejo de Ministros no le dio a Trump ninguna oportunidad que no sea la que ya tenía (y tiene). Realmente ha desaprovechado cualquier oportunidad, aumentando las sanciones contra Cuba, volviendo a una retórica muy agresiva, irrespetuosa y descalificadora, con falsedades abundantes y una fuerte dosis de ignorancia”.
Intervencionismo en América Latina
Sin lugar a dudas, la actual administración estadounidense ha incrementado su intervencionismo en América Latina.
Según el diplomático cubano, es un intervencionismo muy peligroso, con presencia de 76 bases militares, apoyo a los golpes militares y judiciales, así como a persecuciones contra presidentes y ex presidentes, intento de asesinato del presidente venezolano Nicolás Maduro, sanciones y bloqueos económicos, el uso de la OEA -desacreditada contra los gobiernos progresistas-, guerra cultural, el apoyo a figuras ultraconservadoras, neoliberales y corruptas.
“Se perciben esfuerzos para fomentar la división y la sumisión entre los gobiernos de América Latina, crear alianzas contra gobiernos progresistas, desmovilizar políticamente los sectores y movimientos sociales y populares, promover la supuesta no viabilidad del socialismo o la aplicación de políticas de justicia social de los Estados, el fortalecimiento. de iniciativas no gubernamentales, campañas antisistémicas, la cooperación de poderes judiciales con organizaciones controladas por Washington para librar una guerra selectiva y brutal contra la izquierda en la región”, dijo Bandrich.
A su juicio, lo que está detrás de todo esto es revertir completamente los avances logrados por los gobiernos populares y con proyecciones antiimperialistas en las últimas décadas, y asegurar los intereses imperiales, dominantes, expansionistas y depredadores de los Estados Unidos en nuestra región.
La izquierda latinoamericana
La ofensiva contrarrevolucionaria, imperialista y oligárquica ha hecho un gran daño a las fuerzas de izquierda, que no han considerado, no han sabido o no han podido identificar y resolver sus propios errores e insuficiencias.
“Las divisiones en el campo popular –apunto Bandrich- son innegables ante las agendas neoliberales restauradas; El abstencionismo y el desdén por la política favorecen los planes de la derecha en países importantes de la región y el fortalecimiento público de figuras y proyectos fascistas en varios países”.
Señaló también que ha habido actitudes derrotistas, patrocinio o tolerancia del personalismo y el sectarismo, pérdida de confianza en la capacidad política de nuestros pueblos explotados. “Esto no solo constituye una afrenta a los héroes y mártires de las luchas por la emancipación de nuestro continente, sino que es una concesión gratuita e innecesaria a los Estados Unidos, sus aliados en el mundo y en la región”, agregó.
A su juicio, esta realidad explica en grado fundamental el cambio adverso en la correlación de fuerzas que prevalece en la actualidad.
Sobre los casos de la Revolución Bolivariana de Venezuela, el sandinista de Nicaragua y el socialista cubano, señaló que “son el resultado de largos procesos de lucha, en los que el pueblo ha sido liberado y dignificado, ha recibido importantes beneficios de los programas sociales, ha ganado conciencia política y unidad. Se ha forjado y consolidado una dirección política, con una importante raíz popular. Unidad, conciencia, liderazgo son claves muy importantes”.
¿Ataque sónicos en La Habana?
Sobre este particular, el diplomático cubano dijo que “en cuanto a los supuestos incidentes con el personal diplomático estadounidense en La Habana, puedo asegurarles que Cuba no tiene ninguna responsabilidad sobre ellos y que Estados Unidos se encuentra deliberadamente al respecto. No hay la menor evidencia de la ocurrencia de los supuestos incidentes”.
Afirmó que Cuba cumple rigurosamente sus obligaciones con respecto a la protección de diplomáticos extranjeros, sin excepción.
Sobre el particular, enfatizó que los elementos anticubanos en los Estados Unidos han manipulado políticamente este tema con el propósito de revertir las relaciones entre los dos países. Sus decisiones apresuradas, infundadas e inaceptables han afectado seriamente el funcionamiento de las embajadas y los lazos, incluido el diálogo oficial, la cooperación bilateral, los intercambios, los viajes de estadounidenses a Cuba y las visitas familiares.
Destacó que hay una agenda de medios para mantener al público atento a este problema. “No sé hasta dónde quieren llegar con esto. Son expertos en la fabricación de pretextos para iniciar conflictos. Primero fue la teoría de los ataques sónicos, luego viral, y ahora con microondas. Mañana no sabemos lo que será. Todo es falso y absurdo. Ellos lo saben No hay evidencia científica, ni seriedad en lo que dicen”.
Trump y sus proyectos contra Venezuela y Siria
“Tanto en Venezuela como en Siria, los planes de los Estados Unidos han sido derrotados. El uso de la fuerza y el asesinato son opciones desesperadas, que nunca han estado fuera de la agenda de la política estadounidense. Hay muchos ejemplos en la historia. Solo en el caso de Fidel Castro hay pruebas de que intentaron matarlo más de 600 veces.
La única recomendación que puedo hacer al gobierno de los EE.UU. sobre estos casos es que lo piense y no se equivoque, porque les puede costar muy caro.
Relaciones Cuba – Irán
“Las relaciones entre nuestras naciones se han ido consolidando desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979.
Ambos países trabajan arduamente para desarrollarse y llevar al mismo nivel que las relaciones políticas, económicas, comerciales y de cooperación. “Hay varias áreas en las que hemos identificado intereses comunes, algunos ya están trabajando con resultados y otros se encuentran en la fase de exploración: biotecnología (medicamentos, vacunas), energía, mini industrias, nanotecnología, sector académico, turismo y medios de comunicación, entre otros.
Cuba ha expresado su profundo rechazo a la decisión del gobierno de los Estados Unidos de retirarse del Acuerdo Nuclear, y la decisión de imponer sanciones o medidas económicas coercitivas unilaterales.
El incumplimiento de este compromiso internacional viola las reglas de coexistencia entre Estados y puede tener serias consecuencias para la estabilidad y seguridad regional e internacional.
“Hacemos un llamado a todas las partes signatarias para que respeten el acuerdo nuclear con Irán, al tiempo que reconocemos el derecho legítimo de cualquier Estado a producir y hacer uso de la energía nuclear con fines pacíficos”, concluyó.