Al intervenir este lunes en la sede del organismo multilateral el mandatario del país caribeño manifestó que mucho queda aún por conquistar para hacer realidad los sueños del líder sudafricano y luchador antiapartheid.
Señaló que para lograr un mundo en el que impere la paz y la solución pacífica de los conflictos, urge atender las causas raigales que los generan.

No puede haber desarrollo sin paz y estabilidad, ni paz y estabilidad sin desarrollo, afirmó el jefe de Estado, quien sostuvo que el único tributo digno a la memoria de Mandela es impulsar el desarrollo de las naciones en desventaja.

Actos más que palabras; cooperación, no intervención; solidaridad, no saqueo, exigió el presidente cubano, quien rememoró los fuertes lazos que unen a su país con África.
La colaboración con los pueblos de África se ha mantenido por más de 50 años como una prioridad de la política exterior de la Revolución cubana, expresó.
De acuerdo con el presidente de la mayor de las Antillas, alarman los recientes anuncios del gasto militar que lanzarán al mundo a una nueva carrera armamentista, en detrimento de los grandes esfuerzos por construir la paz.
Que nuestro tributo a Mandela no sea solo al primer presidente negro de Sudáfrica y al Premio Nobel de la Paz, expresó Díaz-Canel.
En ese sentido, instó a pensar también en el rebelde que se vio obligado a luchar contra la injusticia cuando le cerraron los caminos pacíficos, en el preso político, al defensor de los derechos humanos y los derechos de su pueblo, y en el hombre que cambió la historia.
Durante los oscuros años del apartheid y aún mucho tiempo después, fue condenado de por vida a causa de su lucha por la justicia e igualdad, agregó el gobernante cubano y reconoció la lucha del pueblo sudafricano en contra de ese régimen de segregación.

Hacemos nuestras las palabras de Mandela cuando dijo: “Nosotros también queremos ser dueños de nuestro propio destino”, agregó el gobernante.

Díaz-Canel llamó a honrar “de verdad, plenamente, al inolvidable Mandela”, a quien el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, calificara de Un Apóstol de la Paz.
El encuentro en el cual el mandatario cubano tuvo su primera participación en la ONU está dedicado al centenario del natalicio de Mandela, quien tuvo una estrecha relación con la isla caribeña.

Apenas un año después de su liberación de las cárceles del régimen racista del apartheid, el expresidente sudafricano visitó Cuba en julio de 1991 y fue recibido por Fidel Castro.