Las imágenes captadas en uno de los cuarteles de los terroristas muestra al iraquí Mousa Yabouri, apodado Abu Al Qahtani y muftí del Frente Al Nusra en diálogo con otros tres cabecillas de orígenes uzbeco, turcomano y egipcio.

Según los datos difundidos gracias a infiltrados vinculados a las Fuerzas “Tigres”, Mousa Yaburi está herido luego de participar en combates contra tropas sirias en las cercanías de Alepo, en el norte del país.

El sitio mencionado mantiene una constante presencia en las redes sociales luego de una intensa labor de infiltración entre las filas de los terroristas, los cuales en medio de serias discrepancias internas, realizan redadas e impiden cualquier manifestación en pro de negociaciones con el Ejército sirio.

Los más diversos reportes vincularon en un tiempo al Frente Al Nusra como una rama de Al Qaeda en territorio sirio pero sus dirigentes desmintieron en el 2012 esa relación y alardearon de ser "puramente" sirios, aunque no negaron coordinaciones con otras organizaciones extremistas.

Derrotados en zonas cercanas a Damasco, sobre todo en Ghuta Oriental y en Alepo, se estima que unos 15 mil de sus efectivos están ahora en Idleb e intentan desde hace algún tiempo que otros grupos se les subordinen.

Ese grupo está encabezado por Abu Mohamad Al Golani, cuya nacionalidad definida no está clara y mantiene un perfil público bajo en las redes sociales o en cualquier otro medio pero se acreditó más de 600 atentados y los ficticios y provocados ataques químicos en varias regiones sirias.

Habitualmente empleó como "cobertura mediática" a los llamados Cascos Blancos, incluso con reportajes enviados al exterior para aparecer como una entidad humanitaria y de socorro nunca demostrada.

Por otro lado, ha recibido apoyo logístico, en armas, hombres y avituallamiento desde las zonas fronterizas con Israel, en el sur y en el norte, con Turquía, y mantiene vínculos operativos con la organización de Daesh, desde los inicios de la guerra impuesta a Siria hace casi ocho años.