El presidente libanés, Michel Aoun, dijo que "la aprobación de la llamada ley nacional por parte del Knesset israelí es una nueva agresión contra el pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación, un estado independiente con Jerusalén como su capital y la restauración de todo su territorio."

"Esta ley, que suprime el derecho al retorno de los palestinos de la diáspora y abre las puertas de la inmigración a los judíos, es una flagrante violación de las resoluciones de la ONU que afirman el derecho al retorno de los palestinos, la principal de las cuales es la Resolución 194", dijo Aoun.

También instó al pueblo palestino a "unirse y dejar de lado las diferencias políticas frente a esta agresión existencial contra él".

"¿No es hora de lograr la solidaridad árabe que se oponga a las prácticas israelíes contra la entidad palestina y los derechos de un pueblo hermano que ha sido violado?"

El presidente libanés dijo que "el silencio internacional sobre la escalada israelí en Palestina y su existencia y el derecho legítimo de su pueblo a la paz, la seguridad y la existencia en su suelo, hace que la dependencia de la solidaridad árabe ante la injusticia sea más urgente y necesaria. De lo contrario, la historia igualará el silencio árabe con la violación de Israel y la injusticia infligida al pueblo palestino".

Por su parte, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, condenó la decisión israelí y dijo que esta ley representa otro capítulo de la continua agresión israelí contra Palestina y una agresión contra la dignidad árabe y la humanidad en general.

"Estamos poniendo esta agresión con todas sus ramificaciones y peligros para atraer a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas. Exigimos también a la Unión Interparlamentaria y a la Unión Parlamentaria Euromediterránea que actúen y asuman sus responsabilidades para cumplir con los
requisitos legales de un Estado", señaló.

El ex diputado libanés, Walid Jumblatt, al comentar en su cuenta de Twitter la ley del nacionalismo, dijo que los jugadores de la ruleta en la Knesset se han decantado por lo judío del estado, no por la libertad del pueblo palestino o por el escudo.

El Buró Político del Movimiento Amal dijo en una declaración que "la ley del nacionalismo es una de las leyes más peligrosas y constituye la culminación de una variedad de leyes racistas y coloniales que apuntaban específicamente a Jerusalén y sus lugares sagrados.

El movimiento pidió "una posición internacional clara y pública sobre esta ley racista que sacude la estabilidad, la seguridad, la paz y el orden regional e internacional, y provoca conflictos religiosos, así como las guerras crecientes y las tensiones políticas en el Medio Oriente".

El miércoles 18 de julio, el Comité de Derecho y Constitución de la Knesset aprobó el proyecto de ley denominado "Ley nacional" en preparación para su presentación al Knesset para su votación. Uno de los principios básicos de esta ley es que la tierra de la Palestina ocupada es "un estado de Israel con
Jerusalén como su capital, unida y unida".

Hizbulah: El pueblo palestino es capaz de frustrar esta nueva agresión

Hizbulah emitió una declaración diciendo que la decisión de la Knesset se produce en el contexto de políticas sionistas y pasos sucesivos para judaizar toda la Palestina ocupada, y así privar a los palestinos en la Diáspora de regresar a su tierra , así como el desplazamiento de los que quedan ".

La declaración agrega: "Esta decisión abre la puerta para traer judíos de todo el mundo, con el objetivo de judaizar el estado y destruir la causa palestina, especialmente la Jerusalén ocupada".

El partido condenó la decisión racista y sus consecuencias, y subrayó que "el pueblo palestino, independientemente de sus afiliaciones, está confiado a Dios y su autosuficiencia y adhesión a su resistencia y es capaz de frustrar esta nueva agresión".