Invasión a Irak: La catástrofe que azotó al mundo árabe a lo largo de trece años
Esa agresión y posterior ocupación estadounidense no solo destruyó al régimen del partido Baath iraquí, sino que destruyó al estado iraquí y creó las condiciones para el nacimiento de Daesh y de otras organizaciones terroristas parecidas, y destruyó el mundo árabe convirtiéndolo en una región candente y fuente de una crisis mundial de refugiados.
The New York Times publicó un número especial dedicado en su totalidad a un tema que abarcó todas las páginas de su edición, hecho que ocurre por primera vez en la historia de este legendario periódico, que es un modelo del periodismo serio.
El tema de la edición es la catástrofe que azotó al mundo árabe a lo largo de trece años, comenzando con la agresión de Estados Unidos y Reino Unido contra Irak y su ocupación en 2003.
Esa agresión y posterior ocupación estadounidense no solo destruyó al régimen del partido Baath iraquí, sino que destruyó al estado iraquí y creó las condiciones para el nacimiento de Daesh y de otras organizaciones terroristas parecidas, y destruyó el mundo árabe convirtiéndolo en una región candente y fuente de una crisis mundial de refugiados, así como dio la señal de partida para el inicio de una era de terrorismo que azota el mundo de hoy y amenaza la humanidad.
El respetable sitio internacional ofrece una descripción con cifras documentadas de las pérdidas humanas y financieras causadas por la agresión de los Estados Unidos contra Irak bajo un falso pretexto, y que había causado la muerte de un millón cuatrocientos cincuenta y cinco mil quinientos noventa personas, y en las filas de los militares estadounidenses causó la muerte de cuatro mil ochocientos y un soldado y oficial, y entre los otros aliados en la agresión, causó la muerte de tres mil cuatrocientos ochenta y siete militares.
El sitio añade que el costo material de la guerra tanto para el ganador como para el derrotado asciende a un billón setecientos cinco millardos ochocientos cincuenta y seis millones de dólares.
La primavera árabe es uno de los resultados secundarios y réplicas de esta catástrofe.
Fuentes internacionales estiman que las pérdidas del mundo árabe ascendieron a 830 millardos de dólares, además de la destrucción producida en Túnez, Libia, Egipto, Yemen, Irak y Siria.
Hay un período de la historia árabe que se describe como la era de la decadencia. Pero la decadencia observada en la nación árabe hoy no tiene precedentes en la historia, especialmente porque se produce en una época en la que los pueblos del mundo logran un mayor avance y progreso.
The New York Times no pospuso la publicación con el pretexto de que la destrucción de la nación árabe aún continúa, y tal vez lance otra edición dentro de otros trece años para hablar de la catástrofe del mundo árabe.
Los árabes luchan contra los árabes en Yemen y destruyen el país; los árabes luchan contra los árabes en Siria y destruyen Siria; los árabes luchan contra los árabes en Libia y destruyen Libia; los árabes luchan contra los árabes en Irak y destruyen Irak; y aunque los terroristas lanzan su guerra contra la humanidad en nombre del islam, el setenta por ciento de sus víctimas son musulmanes.
No hay indicios de que exista un futuro árabe mejor, la mayoría de las heridas árabes sangran y se encuentran inflamadas, siendo estas difíciles de sanar, y que futuro espera a estas comunidades que ya no se consideran colectivos nacionales sino componentes sociales, divididos por la religión, la secta, la confesión o la etnia.
Israel no es responsable de lo que los árabes se hacen a sí mismos, y está en su derecho sentirse cómoda y segura, ya que los árabes se han encargado de destruir su propia nación.