La noticia es fresca. Mientras en la ONU el Comité de Descolonización el luchador independentista Oscar López Rivera alzó su voz por la libertad de Puerto Rico; el gobernador de la isla caribeña, Ricardo Roselló, pidió a Donald Trump convertir al país en el estado número 51 de la Unión Americana.

La Asamblea General es quien tiene la responsabilidad y la fuerza para abordar el tema de la independencia y puede tomar una decisión para descolonizar a Puerto Rico, dijo esta semana López Rivera en las Naciones Unidos.

Y este jueves trascendió que Rosselló, pidió a Trump en un encuentro en Washington en el que participó también el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que Puerto Rico sea la estrella 51 de la bandera norteamericana.

El gobernador viajó anoche a la capital de Estados Unidos para esa reunión en la Casa Blanca y participar en la cumbre de inversiones SelectUSA, reportó el periódico boricua El Nuevo Día.

“Durante el encuentro, solicité al presidente Trump que adelantáramos el proceso de reconstrucción de Puerto Rico y que se convirtiera en el proceso más efectivo en la historia de los Estados Unidos.

Más adelante precisó: “pero, sobre todo, que culminara con el último enclave del colonialismo y validara la voluntad democrática del Pueblo de Puerto Rico, convirtiendo al territorio colonial en el estado 51 de la nación”.

Roselló remató con que “solo así tendremos trato igual como ciudadanos americanos y dejaremos atrás la ciudadanía de segunda clase”.

Esto no se parece a la aspiración del pueblo de Puerto Rico, que ha protagonizado una larga lucha por el reconocimiento de su independencia.