Tel Aviv remite solicitud formal para abandonar la UNESCO por su "política antiisraelí"
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó a la representante israelí ante la Organización de las Naciones Unidas para Ciencia y la Cultura (UNESCO), Carmel Shama-Hacohen, que remita una carta formal a la organización para solicitar su salida, que será efectiva el 31 de diciembre de 2018.

Israel se suma así a Estados Unidos, que igualmente anunció su decisión de abandonar la UNESCO precisamente también por lo que consideran una política "antiisraelí".
Shama-Hacohen remitirá la carta inmediatamente después de Navidad y según la normativa interna, la salida será efectiva el 31 de diciembre del año siguiente a la solicitud, por lo que tanto Estados Unidos como Israel saldrán de la UNESCO el 31 de diciembre de 2018.
La propia delegación de Tel Aviv ante la UNESCO recomendó abandonar la organización y Shama-Hacohen felicitó a Netanyahu por su decisión, ya que "Israel no tiene espacio en organizaciones moralmente corruptas" y a que "nuestro deber es apoyar a Estados Unidos en su salida y sumarnos", dijo.
"La UNESCO, con los países árabes a la cabeza y el resto de países desanimados, frustrados y oprimidos, ha roto todos los récords de hipocresía, incitación a la violencia y mentiras contra Israel y los judíos, contaminando nobles valores con una politización y un terrorismo político que raya el antisemitismo", argumentó.
"El Estado de Israel y el pueblo judío deben ser los primeros en contribuir a la organización y los últimos en abandonarla, pero en el teatro del absurdo de la UNESCO, países sin relación con la ciencia, la educación ni la cultura han arruinado a esta importante organización tanto profesional como presupuestariamente", denunció Shama-Hacohen.
Sostuvo que una "banda" controla la UNESCO, pero no cierra la puerta a un retorno a la organización siempre que se acometan las reformas necesarias.
Shama-Hacohen remitirá la carta inmediatamente después de Navidad y según la normativa interna, la salida será efectiva el 31 de diciembre del año siguiente a la solicitud, por lo que tanto Estados Unidos como Israel saldrán de la UNESCO el 31 de diciembre de 2018.
La propia delegación de Tel Aviv ante la UNESCO recomendó abandonar la organización y Shama-Hacohen felicitó a Netanyahu por su decisión, ya que "Israel no tiene espacio en organizaciones moralmente corruptas" y a que "nuestro deber es apoyar a Estados Unidos en su salida y sumarnos", dijo.
"La UNESCO, con los países árabes a la cabeza y el resto de países desanimados, frustrados y oprimidos, ha roto todos los récords de hipocresía, incitación a la violencia y mentiras contra Israel y los judíos, contaminando nobles valores con una politización y un terrorismo político que raya el antisemitismo", argumentó.
"El Estado de Israel y el pueblo judío deben ser los primeros en contribuir a la organización y los últimos en abandonarla, pero en el teatro del absurdo de la UNESCO, países sin relación con la ciencia, la educación ni la cultura han arruinado a esta importante organización tanto profesional como presupuestariamente", denunció Shama-Hacohen.
Sostuvo que una "banda" controla la UNESCO, pero no cierra la puerta a un retorno a la organización siempre que se acometan las reformas necesarias.