Un portavoz del Gobierno jordano, Mohammad al Momani, condenó la iniciativa de Trump no sólo en términos políticos, sino también legales, ya que la considera "legalmente nula" al suponer una consolidación de la parte este de Jerusalén, ocupada en la guerra de 1967.

Al Momani recordó que existen resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que obligan al "no reconocimiento de la ocupación israelí" tanto en Cisjordania como en la parte este de Jerusalén, según la agencia de noticias jordana Petra.

Por su parte, la Cancillería iraní censura la decisión de Trump, al considerarla contraria a las resoluciones internacionales. Para el líder supremo de Irán, el ayatolah Alí Khamenei, Estados Unidos está dispuesto a desestabilizar la región e iniciar una guerra sólo para proteger a su aliado Israel.

Las manifrestaciones de rechazo también llegaron desde Egipto, donde el Ministerio de Exteriores rechazó el traslado de la Embajada norteamericana a Jerusalén y el reconocimiento formal de esta ciudad como "capital" de Israel. 

Para el Gobierno turco se trata de una decisión "irresponsable" por parte de Trump, por lo que ha instó al mandatario norteamericano a reconsiderarla. 
Reportes de prensa indicaron que cientos de personas se han concentrado ante el Consulado de Estados Unidos en Estambul para protestar también por la medida.

A su vez, el canciller qatarí, Abdulrahman al Thani, aseguró que se ha dictado "una sentencia de muerte" para la paz entre israelíes y palestinos.

Según el reporte de la cadena de televisión Al Jazeera, Al Thani señaló que se trata de una "peligrosa escalada" en un contexto frágil y complejo.

El Gobierno de Marruecos, por su parte, reiteró su "apoyo y plena solidaridad" con el pueblo palestino, en aras de que puedan "recuperar sus derechos legítimos". 

Asimismo, Rabat convocó al encargado de negocios de Washington para trasladarle personalmente sus críticas, según una nota del Ministerio de Exteriores marroquí recogida por la agencia oficial MAP.