Asociación “José Martí” realiza conversatorio dedicado al legado del Che, Fidel, Mehdi Ben Barka y a la actualidad
La Asociación de Solidaridad Árabe – Latinoamericana “José Martí”, organizó en el día de ayer, en el centro cultural (Alef) en la capital Beirut, dirigido por el amigo del Movimiento solidario con Cuba, Sarkis Abu Zeid, un conversatorio a cargo del Dr. Jamal Wakim, académico y experto en temas geopolíticos y estratégicos, con motivo del 50 aniversario de la caída en combate del Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara y el primero de la partida física del Líder de la Revolución Cubana, así como el 52 del asesinato de Mehdi Ben Barka.

Al encuentro asistieron medio centenar de periodistas, comunicadores, estudiosos e investigadores especializados en África Norte, Medio Oriente y América Latina.
El Dr. Jamal Wakim, ofreció una ponencia, como preámbulo para un debate profundo y nutrido sobre el futuro de las causas de los pueblos árabes y latinoamericanos.
Golpear el movimiento de liberación mundial y el surgimiento de la hegemonía norteamericana

De igual forma, el secuestro del revolucionario marroquí Mahdi Ben Barka en París en 1965 por la inteligencia francesa y marroquí, fue uno de los golpes más fuerte al movimiento árabe de emancipación.
La crisis del capitalismo norteamericano y el fin del unipolarismo
En su ponencia, habló Wakim de la invasión norteamericana a Afganistán en 2001 e Irak en 2003 con el objetivo impedir que Europa, Rusia, China e Irán lleguen al continente africano, que será el principal campo de batalla entre estas fuerzas.
Sin embargo, dijo, las guerras de EE.UU. en el Medio Oriente y su uso excesivo de la fuerza militar, le ha llevado a un estado de expansión excesiva, causándole una crisis. Esto explica la crisis económica que azotó a Estados Unidos en 2008, que fue uno de los factores más importantes en la llegada de Barack Obama a la presidencia en Washington.
La primavera árabe, lanzada en 2011, fue un intento de Washington y sus aliados de mantener la hegemonía sobre la región árabe, reemplazando regímenes árabes desgastados por regímenes gobernados por el Islam político, alimentado por Estados Unidos y Arabia Saudita durante las últimas cinco décadas.
Pero al no lograr derrocar a Siria, ni liquidar a la Resistencia, viene la elección de Donald Trump de fuera del tradicional club de élite americano como una expresión de la crisis del club, en el logro de sus objetivos estratégicos por medios militares o blandos.
El mundo árabe, América Latina y el nuevo movimiento de liberación

En ese contexto, se destaca el papel de Cuba frente a Estados Unidos en las circunstancias más difíciles bajo el liderazgo del Comandante Fidel Castro; y también se destaca la necesidad de un proyecto pan-árabe que enfrente la hegemonía americana en la región árabe. Esto explica por qué un número de partidos árabes de carácter nacionalista y de izquierda han formado un Frente amplio llamado: Frente Progresista Árabe.
Sin embargo, el movimiento de liberación en América Latina, solo, no podrá enfrentar a la hegemonía norteamericana, ni tampoco el movimiento de liberación árabe puede enfrentarse solo a la hegemonía estadounidense. Lo que hace necesario un encuentro de estos dos movimientos para relanzar un movimiento de liberación global como el que procuraron, Fidel, Che y Mahdi Ben Barka, entre otros, sobre todo porque hoy estamos presenciando el colapso del Islam político árabe como resultado del fin de la era del dinero petrolero saudí y del Golfo, que patrocinó este Islam político y contribuyó a su ascenso.
Esto ayudaría al movimiento de liberación africano por dos razones: la primera es que el mundo árabe tiene frontera con el mundo africano desde el Norte, y es parte de él, mientras, América Latina se limita con el mundo africano desde Occidente; y el segundo factor es el histórico, cultural y demográfico, donde a lo largo de miles de años, ha habido un gran apareamiento entre árabes y africanos en la medida en que sólo podemos considerar que los mundos árabe y africano son una extensión uno del otro.
Esto también se aplica en América Latina, donde ha habido una intensa migración africana forzada por los españoles y de los portugueses, desde el siglo XVI, haciendo que los mundos africano y latino sean una extensión uno del otro.
Aquí debemos recordar el gran papel desempeñado por Egipto en los años cincuenta y sesenta en apoyo al movimiento de liberación en África y el gran papel desempeñado por Cuba en los años 70 y 80 en apoyo a estos movimientos de liberación.
Conclusiones del debate
Cuba resistió frente a un bloqueo impuesto por los norteamericanos durante más de seis décadas, mientras que el bloque de estados socialistas se derrumbó.
El pueblo cubano también tiene una herencia de raíces europeas, africanas e incluso árabes y asiáticas, lo que fortalece la posibilidad de que Cuba constituya ese vínculo.
Así, las circunstancias que ayudaron a Fidel, Che, Ben Barka y otros hace años, tal vez, se han madurado hoy para relanzar el movimiento de liberación mundial basado en el movimiento de liberación de América Latina, del mundo árabe y de África.