Trump declara emergencia sanitaria en EE.UU.
En total, entre 1999 y 2015 han perecido más de 560.000 personas por el abuso de esas opioides.
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, ordenó declarar una emergencia nacional en el sector salud ante la crisis que se vive en el país por el abuso de analgésicos opiáceos que ha provocado la muerte de más de 91 ciudadanos americanos por día.
El mandatario, sin embargo, expresó optimismo: "podemos ser la generación que ponga fin a esta crisis", dijo en la Casa Blanca, junto a la primera dama Melania.
Según trascendió, la medida permitirá focalizar los recursos existentes en zonas concretas y flexibilizará leyes y regulaciones para abordar con premura el problema pero no llevará aparejados fondos adicionales.
El Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias, ofreció un balance de mortalidad por el consumo de estupefacientes e indicó que para el 2016 más de 64.000 personas fallecieron al consumir una alta dosis de opiáceos generando en ellos sobredosis.
También reveló que 15.400 personas mueren por el consumo de heroína,14.400 por prescripción de analgésicos y el resto por opiáceos sintéticos.
La Universidad de Columbia, en Nueva York, sostiene que en EE. UU., el consumo de heroína (un opioide semisintético que se produce de las plantas de amapola), se quintuplicó en solo una década: de por menos 0,3 por ciento de casos entre la población en el 2001 pasó al 2 por ciento de consumidores en el 2013.
La Agencia Federal para la Investigación y Calidad de la Salud, documentó un aumento del 99 por ciento entre 2005 y el 2014 de pacientes que ingresaron a las salas de emergencias por abuso de opioides. Según este estudio, tan solo en el 2014, más de un millón de personas fueron atendidas en hospitales del país por síntomas de sobredosis.
De acuerdo con el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC), en 2015, las muertes por abuso de drogas en el país sumaron unas 52.000 personas en 2015, y, según datos preliminares, se estima que esa cifra fue de 59.000 en 2016.
Dos tercios de estas muertes están relacionadas con el consumo de opioides sintéticos y semisintéticos, más que las causadas por armas de fuego (unas 33.000 en el mismo periodo) y casi las mismas ocasionadas por accidentes de tránsito (unas 40.000).