Foreign Policy revela las causas tras la posible Tercera Guerra contra El Líbano
Las razones que llevan a creer que El Líbano está al borde de una nueva guerra con Israel parten de las conversaciones con los israelíes, que últimamente tienen un solo fin: el “casus belli” – que es una expresión latina, traducible al español como «motivo de guerra»-. Y es ese precisamente, el postulado que podría determinar la ocurrencia de la Tercera Guerra del Líbano, según lo refiere un artículo publicado recientemente por Foreign Policy, la revista estadounidense especializada en política internacional y temas globales.

Para los que se preguntan cómo y cuándo ocurrirá dicha Guerra, - refiere la publicación-, los Israelíes han señalado en sus políticas de acuerdo que si los misiles de precisión de Hezbollah son movidos a la frontera sur del Líbano, entonces Israel reaccionará tomando replesarias por la fuerza.
Foreign Policy, deja claro que esta no es una información novedosa: Tras la pérdida de la Segunda Guerra del Líbano en 2006, las Fuerzas Israelíes de Defensa recapitularon sobre sus errores militares, preparándose para un próximo enfrentamiento con Hezbollah. En septiembre de 2017, la IDF lanzó un juego de guerra simulando tal choque. Las tropas de las FDI practicaron pasar de una postura defensiva a una ofensiva y ejecutar maniobras diseñadas para el terreno del sur de Líbano. Considerables recursos de inteligencia ha sido enfocados en la evaluación de cuán bien Irán ha armado a Hezbolá en los últimos diez años.
Si Israel subestimó al Partido de Dios en 2006, no volverá a hacerlo - la mayoría está de acuerdo en que los altos mandos de las IDF se están preparando para una guerra prolongada y desordenada-; sentencia el artículo. Que luego da por sentado que Israel no está necesariamente, tratando de evitar esta guerra, por muy fea que prometa ser. De hecho, los israelíes en general, están de acuerdo en que el enfrentamiento es inevitable, y posiblemente oportuno, dada la situación actual en el Líbano.
A pesar de que la capacidad táctica actual de Hezbollah pudiera eclipsar su arsenal de 2006, es un secreto a voces que la participación de Hezbolá en la guerra de Siria ha sido más costosa de lo que Hassan Nasrallah quiesiera admitir.
Con certeza, los comandos de Hezbolá ahora tienen una sustancial experiencia de combate, pero las pérdidas de personal y parque -sin mencionar el complicado engranaje político al que Assad ha vinculado en la región- significa que Nasrallah y sus diputados tienen pocos y pequeños incentivos para comenzar un conflicto en su propio terreno.
De acuerdo a la publicación especializada: Interiorizando sobre las maniobras terrestres y las capacidades para desarrollarlas, una vez que la chispa se haya avivado, las IDF planean usar su poderío para obligar a Hizbullah a una guerra convencional, que se aleje de la Segunda Guerra del Líbano, donde las FDI confiaron en bombardeos aéreos para asegurar el sur del Líbano. Usando el poderío aéreo para destruir los misiles Katyusha de Hezbollah, y fue una estrategia perdida.
De hecho, como argumenta el artículo de Daoud, hay razones sustanciales para creer que la próxima guerra se parecerá mucho más a la Primera Guerra de Líbano (1982). Si este es el caso: Hizbullah podría adoptar las tácticas de la OLP en 1982, haciendo una invasión terrestre con el mayor costo posible para Israel, el Líbano y la comunidad internacional.

¿Qué es lo que una superpotencia debería hacer? Si ambas partes, hasta cierto punto, creen que la guerra es inevitable, las exhortaciones a la moderación y la diplomacia caerán sobre oídos sordos. Y sin la existencia de un liderazgo moral o estratégico, los Estados Unidos no podrán detener que Nasrallah o Netanyahu se embarquen en una guerra tonta. En cambio, los EE.UU. deberían considerar su posible posición futura cautelosamente, y prepararse para una prueba inevitable de las alianzas en la región, así como de su posición global.
Foreign Policy, señala que los Estados Unidos debieran reconocer que el enfrentamiento entre Israel y Hezbolá eventualmente se convertirá en una guerra entre Israel y el Líbano. El partido político de Hezbolá es el socio fundamental de la coalición gobernante del presidente libanés Michel Aoun, que llegó al poder tras dos años de estancamiento parlamentario.
Aoun disfruta de una gran lealtad por parte de los principales sectores de las Fuerzas Armadas Libanesas, un organismo que recibe considerable apoyo de los EE. UU. Las complicaciones potenciales surgidas de un posible escenario en el que la LAF participa en los combates entre Hezbollah y el IDF resultan obvias.
Asimismo, los Estados Unidos también deben reconocer que una guerra en el Líbano plantea una amenaza existencial para Jordania. Líbano alberga a 2 millones de refugiados sirios; durante la Guerra Civil Libanesa, casi 1 millón de libaneses huyeron del país. La población refugiada siria de Jordania se estima en alrededor de 2 millones, además de los millones de otros refugiados, en su mayoría palestinos e iraquíes, que han vivido allí por años.
Una afluencia adicional de refugiados pondría en peligro la estabilidad de Jordania, sobre la cual la región ha confiado durante décadas.
De acuerdo a Foreign Policy, otra administración estadounidense podría, en esa tormenta de oportunidades, ver una posibilidad de desarrollar una fuerte relación con Irán. Y una guerra entre Israel y Hezbollah no está en los primeros intereses de Irán.
Así mimo agrega que Estados Unidos, desde su posición activa, podría considerar persuadir a través de una doble estrategia que permitiera afirmar públicamente la soberanía libanesa, sin comprometerse militarmente con Jordania. Algo que tendría un efecto combinado que afianzaría a EE.UU. en su status quo dentro de la región.
Esto, según refiere la publicación, formaría parte de la serie de malas decisiones, pero diversificaría su interacción con los países del Medio Oriente.
La primera Guerra del Líbano, comenzó con una invasión Israelí encaminada a eliminar la Organización para la Liberación de Palestina de una vez por todas. Al principio, los ciudadanos asediados en las ciudades al Sur del Líbano, dieron la bienvenida a las FDI; pero tras años de ocupación, se decidieron a luchar: "Fue nuestra presencia [en el sur del Líbano] la que creó a Hezbollah", afirmó el primer ministro israelí, Ehud Barak en 2006.
Hezbolá es la creación de la Primera Guerra del Líbano, y el mundo – sentencia Foreign Policy-, debería esperar que la Tercera Guerra del Líbano produzca frutos similares.