Bruno Rodríguez: Huracán Irma no doblegó la resistencia de los cubanos
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, al intervenir en el evento de Naciones Unidas en solidaridad con los países afectados por el huracán Irma, señaló que el evento hidrometeorológico no doblegó el espíritu de resistencia de los cubanos.

Rodríguez agradeció, en nombre de los cubanos, la convocatoria de esa reunión, en momentos tan difíciles para los países afectados por el destructivo huracán Irma.
También expresó sus condolencias a los familiares de los fallecidos y a los damnificados, a los pueblos y autoridades de todos los territorios afectados.
Dijo que el huracán golpeó a Cuba por más de 72 horas, en particular arremetió contra casi todo el norte del país.
Señaló que prácticamente ningún territorio del archipiélago quedó exento de sus efectos. A pesar de las ingentes medidas de prevención adoptadas, Cuba sufrió la pérdida de 10 vidas humanas.
"Ha sido un golpe realmente duro. Los sectores de la vivienda, la agricultura y el sistema electroenergético, entre otros, fueron seriamente dañados. Frutos de años de intenso trabajo de nuestro pueblo fueron borrados por Irma en pocas horas", agregó.
Como ha sido siempre a lo largo de la Revolución Cubana -indicó- se utilizarán todos los recursos necesarios para garantizar que nadie quede desamparado.
Aprovechó también la ocasión para agradecer las numerosas muestras de solidaridad y los ofrecimientos de asistencia recibidos de numerosos gobiernos, parlamentos, organizaciones internacionales y de la sociedad civil.
Reiteró, asimismo, la solidaridad y voluntad de cooperación, dentro de las modestas posibilidades de la Isla, con los hermanos pueblos y gobiernos de los países afectados por el huracán.
Al argumentar el llamado a dar prioridad en la movilización internacional de la ayuda, a aquellos Estados y territorios que por su pequeño tamaño, menor población y limitada capacidad de generar recursos propios, Rodríguez dijo que en Antigua y Barbuda, 54 colaboradores cubanos de la salud, ya laboraban, y a ellos se unieron al paso del huracán especialistas y técnicos en redes eléctricas, todos los cuales contribuyen a la recuperación del país.
Enfatizó que este hecho revela la prioridad que plantea para la humanidad el enfrentamiento al cambio climático bajo los principios de responsabilidades comunes, pero diferenciadas y en particular la necesidad de un tratamiento especial y diferenciado a los pequeños estados insulares como las naciones hermanas de Cuba ahora gravemente afectadas.
También expresó sus condolencias a los familiares de los fallecidos y a los damnificados, a los pueblos y autoridades de todos los territorios afectados.
Dijo que el huracán golpeó a Cuba por más de 72 horas, en particular arremetió contra casi todo el norte del país.
Señaló que prácticamente ningún territorio del archipiélago quedó exento de sus efectos. A pesar de las ingentes medidas de prevención adoptadas, Cuba sufrió la pérdida de 10 vidas humanas.
"Ha sido un golpe realmente duro. Los sectores de la vivienda, la agricultura y el sistema electroenergético, entre otros, fueron seriamente dañados. Frutos de años de intenso trabajo de nuestro pueblo fueron borrados por Irma en pocas horas", agregó.
Como ha sido siempre a lo largo de la Revolución Cubana -indicó- se utilizarán todos los recursos necesarios para garantizar que nadie quede desamparado.
Aprovechó también la ocasión para agradecer las numerosas muestras de solidaridad y los ofrecimientos de asistencia recibidos de numerosos gobiernos, parlamentos, organizaciones internacionales y de la sociedad civil.
Reiteró, asimismo, la solidaridad y voluntad de cooperación, dentro de las modestas posibilidades de la Isla, con los hermanos pueblos y gobiernos de los países afectados por el huracán.
Al argumentar el llamado a dar prioridad en la movilización internacional de la ayuda, a aquellos Estados y territorios que por su pequeño tamaño, menor población y limitada capacidad de generar recursos propios, Rodríguez dijo que en Antigua y Barbuda, 54 colaboradores cubanos de la salud, ya laboraban, y a ellos se unieron al paso del huracán especialistas y técnicos en redes eléctricas, todos los cuales contribuyen a la recuperación del país.
Enfatizó que este hecho revela la prioridad que plantea para la humanidad el enfrentamiento al cambio climático bajo los principios de responsabilidades comunes, pero diferenciadas y en particular la necesidad de un tratamiento especial y diferenciado a los pequeños estados insulares como las naciones hermanas de Cuba ahora gravemente afectadas.