ALBA apoya Constituyente y condena agresiones contra Venezuela
Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) respaldaron la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela y rechazaronn las sanciones de Estados Unidos al presidente del país, Nicolás Maduro.
Tras celebrar en Caracas la sexta Reunión Extraordinaria del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado del Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), los Estados miembros reconocieron la elección de la ANC el pasado 30 de julio.
En una declaración final, el bloque sostuvo que la jornada de votación evidenció un “auténtico acto soberano y que sólo compete a los venezolanos superar sus dificultades, sin intromisión, amenazas ni condicionamientos injerencistas”.
También rechazó las sanciones, arbitrarias e ilegales, impuestas por el gobierno de los Estados Unidos, contra ciudadanos venezolanos, incluido el presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros.
Los países del ALBA -TCP advirtieron que se cometen una vez más los mismos errores que los condujeron al fracaso en el pasado.
Declararon que esas acciones contra Venezuela no conducirán a ninguna solución que favorezca al pueblo, y sólo tienen como objetivo generar más inestabilidad, al alentar a los sectores más violentos de la oposición venezolana.
También exigieron la firme e inmediata condena internacional a la violencia en el país, que ha costado lamentables muertes y numerosas pérdidas al pueblo venezolano.
Asimismo, reiteraron el llamado al establecimiento de un diálogo constructivo y respetuoso con vistas a avanzar en la estabilidad política y económica de Venezuela.
Los países que integran la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América, Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) condenaron la agresión sistemática que se ha promovido desde los Estados unidos contra el pueblo de Venezuela.
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso convocar una cumbre para restituir el diálogo latinoamericano y las normas de respeto al derecho internacional.
El líder chavista propuso para ello una cumbre en San Salvador de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Maduro se mostró partidario de convocar al inicio de este diálogo a países como México, Argentina, Colombia, Chile o Paraguay, a quienes recriminó haber roto “las reglas del juego” al no reconocer la Asamblea Nacional Constituyente instaurada por su Gobierno para y apuntalar la Revolución Bolivariana.
El mandatario venezolano dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) fracasó en su intento de acabar con la Revolución Bolivariana.
Maduro señaló estar en posesión de encuestas científicas y serias que muestran que entre un 70 y un 80 por ciento de los mexicanos y los argentinos no están de acuerdo con la postura crítica mostrada por sus Gobiernos con su gestión en Venezuela.
En una declaración final, el bloque sostuvo que la jornada de votación evidenció un “auténtico acto soberano y que sólo compete a los venezolanos superar sus dificultades, sin intromisión, amenazas ni condicionamientos injerencistas”.
También rechazó las sanciones, arbitrarias e ilegales, impuestas por el gobierno de los Estados Unidos, contra ciudadanos venezolanos, incluido el presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros.
Los países del ALBA -TCP advirtieron que se cometen una vez más los mismos errores que los condujeron al fracaso en el pasado.
Declararon que esas acciones contra Venezuela no conducirán a ninguna solución que favorezca al pueblo, y sólo tienen como objetivo generar más inestabilidad, al alentar a los sectores más violentos de la oposición venezolana.
También exigieron la firme e inmediata condena internacional a la violencia en el país, que ha costado lamentables muertes y numerosas pérdidas al pueblo venezolano.
Asimismo, reiteraron el llamado al establecimiento de un diálogo constructivo y respetuoso con vistas a avanzar en la estabilidad política y económica de Venezuela.
Los países que integran la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América, Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) condenaron la agresión sistemática que se ha promovido desde los Estados unidos contra el pueblo de Venezuela.
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso convocar una cumbre para restituir el diálogo latinoamericano y las normas de respeto al derecho internacional.
El líder chavista propuso para ello una cumbre en San Salvador de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Maduro se mostró partidario de convocar al inicio de este diálogo a países como México, Argentina, Colombia, Chile o Paraguay, a quienes recriminó haber roto “las reglas del juego” al no reconocer la Asamblea Nacional Constituyente instaurada por su Gobierno para y apuntalar la Revolución Bolivariana.
El mandatario venezolano dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) fracasó en su intento de acabar con la Revolución Bolivariana.
Maduro señaló estar en posesión de encuestas científicas y serias que muestran que entre un 70 y un 80 por ciento de los mexicanos y los argentinos no están de acuerdo con la postura crítica mostrada por sus Gobiernos con su gestión en Venezuela.