Abbas: Palestina congela contactos con Tel Aviv tras medidas en Mezquita en Al-Aqsa
Los palestinos congelan contactos con el régimen de Israel tras nuevas medidas de seguridad en la Explanada de las Mezquitas.

Así lo anunció este viernes el presidente palestino, Mahmud Abbas, tras los violentos enfrentamientos en la ciudad de Jerusalén Este.
En esta misma jornada, choques entre fuerzas israelíes y manifestantes palestinos en Cisjordania y Jerusalén dejaron al menos cuatro palestinos muertos.
Los enfrentamientos se produjeron frente a la Puerta De Las Tribus (Asbat) de Al-Aqsa.
Mientras tanto, en Jerusalén y varias ciudades palestinas tuvieron lugar protestas populares en rechazo de las medidas israelíes de colocar detectores de metales en algunos los accesos de la Mezquita Al-Aqsa, después que el pasado viernes tres palestinos cayeron heroicamente durante un enfrentamiento contra policías sionistas. Dos de ellos murieron.
Para los palestinos, no es sólo un arco electrónico de seguridad sino un símbolo de humillación del control israelí iniciado con la ocupación de Cisjordania y Jerusalén desde 1967 y una violación del sensible statu quo en el tercer lugar más sagrado para el Islam.
También se llevaron a cabo manifestaciones similares en solidaridad con la ocupada Cisjordania y en rechazo a las atrocidades israelíes en Jordania y en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Por su parte, el Jefe de la oficina política de HAMAS, Ismail Haniyeh, en su discurso del rezo del viernes desde la mezquita Omari en Gaza, dijo que la ira por Al-Aqsa significa que "nos estamos moviendo en el camino de la liberación de Jerusalén y Al-Aqsa y devolverlos a su lugar en el mundo árabe e islámico".
En esta misma jornada, choques entre fuerzas israelíes y manifestantes palestinos en Cisjordania y Jerusalén dejaron al menos cuatro palestinos muertos.
Los enfrentamientos se produjeron frente a la Puerta De Las Tribus (Asbat) de Al-Aqsa.
Mientras tanto, en Jerusalén y varias ciudades palestinas tuvieron lugar protestas populares en rechazo de las medidas israelíes de colocar detectores de metales en algunos los accesos de la Mezquita Al-Aqsa, después que el pasado viernes tres palestinos cayeron heroicamente durante un enfrentamiento contra policías sionistas. Dos de ellos murieron.
Para los palestinos, no es sólo un arco electrónico de seguridad sino un símbolo de humillación del control israelí iniciado con la ocupación de Cisjordania y Jerusalén desde 1967 y una violación del sensible statu quo en el tercer lugar más sagrado para el Islam.
También se llevaron a cabo manifestaciones similares en solidaridad con la ocupada Cisjordania y en rechazo a las atrocidades israelíes en Jordania y en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Por su parte, el Jefe de la oficina política de HAMAS, Ismail Haniyeh, en su discurso del rezo del viernes desde la mezquita Omari en Gaza, dijo que la ira por Al-Aqsa significa que "nos estamos moviendo en el camino de la liberación de Jerusalén y Al-Aqsa y devolverlos a su lugar en el mundo árabe e islámico".