El retorno de refugiados en Siria
Llegó el primer grupo de los habitantes del barrio al Waar, de regreso desde los campamentos de la ciudad de Jarablos; hubo presiones para que fuesen reclutados por parte de los militantes armados.
Es el abrazo del retorno al barrio de
al Waar, dos meses después de la salida de estos autobuses de la ciudad de Homs
hacia Jarablos en el campo de Alepo, hoy regresan algunas familias del barrio y
militantes armados que retornan para arreglar su situación, después de un
acuerdo firmado por el gobierno sirio con los grupos armados dispersos en el
campo de Alepo; un acuerdo que se firmó como consecuencia de la presión pública
de los residentes del Waar sobre estos grupos.
Ciento cincuenta familias decidieron volver a al Waar después de sufrir las deterioradas condiciones de vida en los campamentos de Jarablos; campamentos, que según los que retornaron, carecen de las necesidades básicas para la vida; estos cuentan sobre lo amargo que resultó vivir ahí durante el periodo pasado; no se olvidan de mencionar las presiones que ejercieron los militantes armados para reclutar a los jóvenes e incorporarlos a la división de al Sultan Murad administrada por Turquía y perteneciente al Ejército Libre.
El regreso de parte de los habitantes de al Waar a sus hogares aceleró las medidas tomadas por la provincia para rehabilitar el barrio, remover los escombros y garantizar los servicios básicos para las viviendas, es un acuerdo que puede allanar el camino para futuros convoyes de retorno similar a la zona siria que más ha logrado semejantes acuerdos.
Tal vez este no sea el último grupo que regrese del campamento de Jarablos al barrio al Waar, ya que los motivos del regreso son muchos y comienzan con la experiencia vivida en las tiendas de campaña de la miseria y no termina con el dicho de que la patria es irremplazable y por ende también es necesario el retorno.
Ciento cincuenta familias decidieron volver a al Waar después de sufrir las deterioradas condiciones de vida en los campamentos de Jarablos; campamentos, que según los que retornaron, carecen de las necesidades básicas para la vida; estos cuentan sobre lo amargo que resultó vivir ahí durante el periodo pasado; no se olvidan de mencionar las presiones que ejercieron los militantes armados para reclutar a los jóvenes e incorporarlos a la división de al Sultan Murad administrada por Turquía y perteneciente al Ejército Libre.
El regreso de parte de los habitantes de al Waar a sus hogares aceleró las medidas tomadas por la provincia para rehabilitar el barrio, remover los escombros y garantizar los servicios básicos para las viviendas, es un acuerdo que puede allanar el camino para futuros convoyes de retorno similar a la zona siria que más ha logrado semejantes acuerdos.
Tal vez este no sea el último grupo que regrese del campamento de Jarablos al barrio al Waar, ya que los motivos del regreso son muchos y comienzan con la experiencia vivida en las tiendas de campaña de la miseria y no termina con el dicho de que la patria es irremplazable y por ende también es necesario el retorno.