De acuerdo a la publicación, fueron aplicados novedosos mecanismos en los que se mezcla citometría de flujo con técnicas de genómica y biología molecular.

Una vez detectados los virus en medios acuáticos, los investigadores comenzaron a aplicarlos en muestras humanas, como la saliva.

Las nuevas técnicas proporcionaron la información genómica que lleva cada virus, para saber de cual se trata, explicó el líder del estudio, el académico español Manuel Martínez García, del grupo de Ecología Microbiana Molecular de la Universidad de Alicante, España.

Según el experto, los patógenos hallados permitirán descubrir otros virus emergentes, imposibles de cultivar en el laboratorio por dificultades técnicas.

Hasta el momento se desconocían cuáles eran algunos de los virus más abundantes en los océanos del planeta, por lo que este trabajo da paso a investigar otros ecosistemas, indicó.

Añadió que con la tecnología se abrió la puerta a descifrar la viriosfera terrestre y ver la ecología de grandes grupos de virus en las y en un ecosistema concreto, como el cuerpo humano.

García precisó que el logro principal fue haber separado un único virus del conjunto de virus rompiendo la cápside y luego haciendo, con técnicas de biología molecular, copias del genoma.