Nasrallah: Los movimientos de resistencia están más fuertes y equipados que antes
El secretario general de Hizbulah, Sayyed Hassan Nasrallah, expresó que quien cree en la resistencia no espera a que nadie en el mundo, ni consenso interno o apoyo externo, para que le ayude, y señaló que la victoria de la resistencia sobre la agresión se repite hoy en otra zona y contra otro enemigo que son los grupos armados.
En un discurso televisado ofrecido este jueves desde la ciudad meridional de Hermel, con motivo del aniversario 17 de la liberación del sur de El Líbano de la ocupación israelí, el máximo responsable de la Resistencia libanesa atribuyó la victoria del año 2000 a la profunda cooperación entre el Ejército libanés y la Resistencia.
Al criticar el caso omiso de países árabes y organizaciones panárabes como la Liga Árabe (LA) o la Organización de Cooperación Islámica (OCI) a la agresión israelí contra El Líbano, Nasrallah alabó el apoyo de Irán y Siria al pueblo libanés durante la guerra desatada por los israelíes entre 1985 y 2000.
“Estados Unidos y el Occidente ayudaron a Israel a invadir El Líbano. Los únicos países que se mantuvieron al lado del pueblo libanés fueron Irán y Siria, mientras los países árabes nos negaron su apoyo”, explicó.
Nasrallah atribuyó esa gran victoria ante los invasores israelíes a sacrificios del Ejército, la nación y la Resistencia, junto a otros movimientos nacionales.
Al recalcar que la resistencia ante Israel depende de la firmeza en la decisión y la fe del pueblo, señaló que hoy en día el destino de los países y los gobiernos de la región es sellado por su propio pueblo.
El 25 de mayo del año 2000, la Resistencia de El Líbano derrotó a las fuerzas de ocupación del régimen israelí y las obligó a retirarse de los territorios libaneses ocupados. Este día es fiesta nacional en el país árabe y se ha denominado como el Día de la Resistencia y la Liberación.
En otro momento de su alocución, Nasrallah se refirió a la reunión celebrada el 21 de mayo en Riad, entre líderes de ciertos países musulmanes y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A su juicio, uno de los objetivos de esa cita era glorificar al mandatario estadounidense, a quien tachó del líder racista que más discriminó al Islam y las naciones árabes.
Al denunciar la declaración final de la cumbre, Nasrallah apuntó que la cita buscaba, además, amenazar a Irán y el bloque de Resistencia en Siria e Irak. Aseguró que ese encuentro no influirá sobre la situación en la región.
“Mediante la cumbre, Arabia Saudita buscó protegerse del mundo, pues ya no es un secreto que Riad está detrás del extremismo, la creación de Al-Qaeda o Daesh. Arabia Saudita sobornó a Trump para que aleje de este las acusaciones de ser el epicentro del terrorismo”, dijo.
También denunció la guerra lanzada en marzo de 2015 por el régimen de los Al Saud contra Yemen y los crímenes que cometen Riad y sus mercenarios contra la población civil en esa nación árabe.
Afirmó que Arabia Saudita está masacrando y causando sufrimientos al pueblo yemenita, y calificó la agresión saudita como la clara señal del fracaso militar y político.
Al criticar el caso omiso de países árabes y organizaciones panárabes como la Liga Árabe (LA) o la Organización de Cooperación Islámica (OCI) a la agresión israelí contra El Líbano, Nasrallah alabó el apoyo de Irán y Siria al pueblo libanés durante la guerra desatada por los israelíes entre 1985 y 2000.
“Estados Unidos y el Occidente ayudaron a Israel a invadir El Líbano. Los únicos países que se mantuvieron al lado del pueblo libanés fueron Irán y Siria, mientras los países árabes nos negaron su apoyo”, explicó.
Nasrallah atribuyó esa gran victoria ante los invasores israelíes a sacrificios del Ejército, la nación y la Resistencia, junto a otros movimientos nacionales.
Al recalcar que la resistencia ante Israel depende de la firmeza en la decisión y la fe del pueblo, señaló que hoy en día el destino de los países y los gobiernos de la región es sellado por su propio pueblo.
El 25 de mayo del año 2000, la Resistencia de El Líbano derrotó a las fuerzas de ocupación del régimen israelí y las obligó a retirarse de los territorios libaneses ocupados. Este día es fiesta nacional en el país árabe y se ha denominado como el Día de la Resistencia y la Liberación.
En otro momento de su alocución, Nasrallah se refirió a la reunión celebrada el 21 de mayo en Riad, entre líderes de ciertos países musulmanes y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A su juicio, uno de los objetivos de esa cita era glorificar al mandatario estadounidense, a quien tachó del líder racista que más discriminó al Islam y las naciones árabes.
Al denunciar la declaración final de la cumbre, Nasrallah apuntó que la cita buscaba, además, amenazar a Irán y el bloque de Resistencia en Siria e Irak. Aseguró que ese encuentro no influirá sobre la situación en la región.
“Mediante la cumbre, Arabia Saudita buscó protegerse del mundo, pues ya no es un secreto que Riad está detrás del extremismo, la creación de Al-Qaeda o Daesh. Arabia Saudita sobornó a Trump para que aleje de este las acusaciones de ser el epicentro del terrorismo”, dijo.
También denunció la guerra lanzada en marzo de 2015 por el régimen de los Al Saud contra Yemen y los crímenes que cometen Riad y sus mercenarios contra la población civil en esa nación árabe.
Afirmó que Arabia Saudita está masacrando y causando sufrimientos al pueblo yemenita, y calificó la agresión saudita como la clara señal del fracaso militar y político.