Movimiento militar sospechoso de EE.UU. en Jordania
Durante las últimas horas, informes de grupos armados señalaron la presencia de tropas norteamericanas en compañía con fuerzas jordanas especiales en la frontera con Siria.
Según el comunicador libanés, Ali Chehab, es seguro que la última agresión norteamericana al aeropuerto de Al Chuayrat en Siria está vinculado con un movimiento más amplio. A su vez, el comunicado reciente de los aliados de Siria señala claramente que existen datos en el campo de batalla que explican la política estadounidense en el norte de Siria y en el noroeste de Irak. Los indicios en el sur de Siria no son menos importantes. Apunta que un buque gigante de carga del tamaño de Liberty Passion no se mueve de un puerto a otro solo para desfilar.
A primera vista, esa presencia podía pasar como un hecho normal, si no hubiese ocurrido simultáneamente con otro indicio.
El pasado 26 de marzo, un buque gigante estadounidense (Liberty Passion) partió del puerto de “Livorno” en Italia, uno de los más usados por la sexta flota estadounidense para transportar equipamiento militar y suministrar a las fuerzas operadas en las regiones de conflictos, municiones y equipamientos.
Reseña que el puerto de “Livorno” se encuentra cerca de uno de los hangares de servicios logísticos estadounidenses más grandes que dan al mar Mediterráneo. El hangar se llama “Camp Dirby” y en allí se encuentran decenas de almacenes para municiones estratégicas.
El puerto Livorno fue el punto de partida de las fuerzas marítimas que participaron en el bombardeo contra Libia en 2011.
También el 31 de marzo pasado, el buque llegó a Rumania cargado de 250 vehículos militares, de los cuales se desembarcó una parte en el marco de operaciones de entrenamiento rutinarios.
El buque estadounidense se dirigió hacia Jordania el domingo, en horas de la tarde, después de haber permanecido durante 40 horas en el puerto de Jeddah, en Arabia Saudita.
El único comentario estadounidense sobre el movimiento del buque que transporta vehículos militares, tales como “Hamvi” así como tanques, camiones y helicópteros, fue que el buque está participando en “misiones de control para la seguridad” de esa parte del mundo.
Ese término se refiere habitualmente a operaciones militares en las que participa la fuerza naval y demás tropas norteamericanas, tomando en cuenta que las fuerzas estadounidenses que se encuentran en Europa actúan en el marco de “EUCOM” y los mandos que coordinan sus operaciones en Irak y Siria lo hacen actualmente en el marco de “CENTICOM”.
El 6 de abril el buque abandono Rumania dirigiéndose hacia las costas este del mar Mediterráneo. Mientras que el Rey de Jordania estaba reunido con Donald Trump, el buque se preparaba para dirigirse hacia su próxima estación.
Después entró en el Canal de Suez a las 5:04 de la madrugada del viernes pasado. O sea una hora y 12 minutos después de los ataques realizados contra el aeropuerto de Al Chouayrat, y llegó al puerto de Al Akaba en Jordania a las 9:49 exactamente de la noche del mismo día 7 de abril.
El trayecto del buque estaba decidido anteriormente y tenía que pasar por 7 estaciones, pero su llegada a Jordania fue simultánea con el ataque norteamericano contra Siria.
Su estación en Jordania no ha sido habitual ni por rutina, además un buque gigante de carga del tamaño de Liberty Passion no se mueve de un puerto a otro solo para desfilar.
Las fuerzas navales de Estados Unidos no han explicado cual era la misión del buque en el puerto de Jordania, pero se ha conocido por las comunicaciones entre los efectivos armados que el buque ha realizado un desembarco de los vehículos transportados especialmente para apoyar al “Ejército Sirio Libre”, con la expectativa de una batalla que se librará en el sur, al estilo de la del “Escudo del Éufrates” bajo supervisión estadounidense.
Estas consideraciones convergen con otras provenientes de los aliados de Siria, y que consisten en que la agresión norteamericana ha sido un preámbulo para implantar una influencia estadounidense directa en el norte, cerca de la frontera con Irak, y en el sur, cerca de la frontera con Jordania. Para lograr ese objetivo necesita Washington fortalecer e incrementar su apoyo a las “Fuerzas de Siria Democrática” en el norte, y los grupos aliados a ella en el sur.
Todos esos indicios, si le sumamos las declaraciones del Rey de Jordania al “Washington Post” simultáneamente con su visita a Washington, sobre el temor de “una comunicación o continuidad geográfica entre Irán, Irak, Siria y Hizbulah”, y la Guardia Revolucionaria iraní a solo 70 kilómetros de la frontera jordana con Siria”, indica claramente que lo analizado por el huésped jordano en la Casa Blanca ha sobrepasado el límite de una visita de cortesía árabe para alcanzar un acuerdo de un operativo que se está preparando en la frontera jordano-siria.
A primera vista, esa presencia podía pasar como un hecho normal, si no hubiese ocurrido simultáneamente con otro indicio.
El pasado 26 de marzo, un buque gigante estadounidense (Liberty Passion) partió del puerto de “Livorno” en Italia, uno de los más usados por la sexta flota estadounidense para transportar equipamiento militar y suministrar a las fuerzas operadas en las regiones de conflictos, municiones y equipamientos.
Reseña que el puerto de “Livorno” se encuentra cerca de uno de los hangares de servicios logísticos estadounidenses más grandes que dan al mar Mediterráneo. El hangar se llama “Camp Dirby” y en allí se encuentran decenas de almacenes para municiones estratégicas.
El puerto Livorno fue el punto de partida de las fuerzas marítimas que participaron en el bombardeo contra Libia en 2011.
También el 31 de marzo pasado, el buque llegó a Rumania cargado de 250 vehículos militares, de los cuales se desembarcó una parte en el marco de operaciones de entrenamiento rutinarios.
El buque estadounidense se dirigió hacia Jordania el domingo, en horas de la tarde, después de haber permanecido durante 40 horas en el puerto de Jeddah, en Arabia Saudita.
El único comentario estadounidense sobre el movimiento del buque que transporta vehículos militares, tales como “Hamvi” así como tanques, camiones y helicópteros, fue que el buque está participando en “misiones de control para la seguridad” de esa parte del mundo.
Ese término se refiere habitualmente a operaciones militares en las que participa la fuerza naval y demás tropas norteamericanas, tomando en cuenta que las fuerzas estadounidenses que se encuentran en Europa actúan en el marco de “EUCOM” y los mandos que coordinan sus operaciones en Irak y Siria lo hacen actualmente en el marco de “CENTICOM”.
El 6 de abril el buque abandono Rumania dirigiéndose hacia las costas este del mar Mediterráneo. Mientras que el Rey de Jordania estaba reunido con Donald Trump, el buque se preparaba para dirigirse hacia su próxima estación.
Después entró en el Canal de Suez a las 5:04 de la madrugada del viernes pasado. O sea una hora y 12 minutos después de los ataques realizados contra el aeropuerto de Al Chouayrat, y llegó al puerto de Al Akaba en Jordania a las 9:49 exactamente de la noche del mismo día 7 de abril.
El trayecto del buque estaba decidido anteriormente y tenía que pasar por 7 estaciones, pero su llegada a Jordania fue simultánea con el ataque norteamericano contra Siria.
Su estación en Jordania no ha sido habitual ni por rutina, además un buque gigante de carga del tamaño de Liberty Passion no se mueve de un puerto a otro solo para desfilar.
Las fuerzas navales de Estados Unidos no han explicado cual era la misión del buque en el puerto de Jordania, pero se ha conocido por las comunicaciones entre los efectivos armados que el buque ha realizado un desembarco de los vehículos transportados especialmente para apoyar al “Ejército Sirio Libre”, con la expectativa de una batalla que se librará en el sur, al estilo de la del “Escudo del Éufrates” bajo supervisión estadounidense.
Estas consideraciones convergen con otras provenientes de los aliados de Siria, y que consisten en que la agresión norteamericana ha sido un preámbulo para implantar una influencia estadounidense directa en el norte, cerca de la frontera con Irak, y en el sur, cerca de la frontera con Jordania. Para lograr ese objetivo necesita Washington fortalecer e incrementar su apoyo a las “Fuerzas de Siria Democrática” en el norte, y los grupos aliados a ella en el sur.
Todos esos indicios, si le sumamos las declaraciones del Rey de Jordania al “Washington Post” simultáneamente con su visita a Washington, sobre el temor de “una comunicación o continuidad geográfica entre Irán, Irak, Siria y Hizbulah”, y la Guardia Revolucionaria iraní a solo 70 kilómetros de la frontera jordana con Siria”, indica claramente que lo analizado por el huésped jordano en la Casa Blanca ha sobrepasado el límite de una visita de cortesía árabe para alcanzar un acuerdo de un operativo que se está preparando en la frontera jordano-siria.