Tercer año en el túnel de la guerra contra Yemen
Hambre, destrucción y un país en estado de suspensión, es el resultado de dos años de la guerra de Yemen; de una tormenta a otra y el Yemen no ha conocido la prosperidad esperada, militarmente la situación no se ha resuelto a favor de nadie y la solución política se encuentra en un sangriento punto muerto; las cifras de la ONU hablan de diez mil muertos en el conflicto, frente a números locales que señalan mucho más que eso; todas las treguas colapsaron además de las rondas de negociación; Yemen a saboreado todo tipo de guerras, desde la militar, hasta la económica, e incluso la guerra del hambre ¿Qué más le espera?
El discurso
saudita destaca numerosos escenarios, entre los que figuran tres: o bien que
todo siga igual o sea combinar la acción militar y la solución política que el
reino cree que madurará cuando se pueda lograr el desacoplamiento entre Ansar
Allah y Saleh, hecho que conduciría según su opinión a aceptar la solución política
sugerida por Arabia Saudita como única solución a la crisis; el segundo
escenario es decidir el conflicto en el terreno militar, lo cual parece una
tarea difícil después de transcurrido todo ese tiempo, y aquí se habla de un
plan contundente de parte de los aliados de Arabia Saudita que podría por
consiguiente lograr una solución y es el de acelerar el ritmo de las
operaciones militares; mientras que el tercer escenario sería que todos se asocien
humildemente intentando encontrar una sola solución sin imponerle a Ansar Allah
renunciar a las armas ya que es su carta más fuerte en la mesa de
negociaciones.
La nueva administración de Estados Unidos se interesa a su manera por la crisis de Yemen, duplicando sus ataques aéreos bajo la consigna de combatir el terrorismo e implícito en ello, según la opinión de algunos analistas estadounidenses, Donald Trump envía un duro mensaje a Irán, acusada precisamente por Washington y Riad de apoyar a Ansar Allah; cualquier intervención de parte de Trump, en opinión de aquellos analistas, haría que el conflicto se saliera de control; lo que sí es cierto, es que la luz verde estadounidense – británica internacional aún se encuentra en manos del reino; tomó tiempo investigar los acontecimientos de dos años pero aparentemente esto puede tomar más tiempo, plumas occidentales escriben sobre el “lodazal de Yemen” y de ese terreno fértil para los grupos extremistas en el que ya no es posible imaginarse un futuro unificado del país.
La nueva administración de Estados Unidos se interesa a su manera por la crisis de Yemen, duplicando sus ataques aéreos bajo la consigna de combatir el terrorismo e implícito en ello, según la opinión de algunos analistas estadounidenses, Donald Trump envía un duro mensaje a Irán, acusada precisamente por Washington y Riad de apoyar a Ansar Allah; cualquier intervención de parte de Trump, en opinión de aquellos analistas, haría que el conflicto se saliera de control; lo que sí es cierto, es que la luz verde estadounidense – británica internacional aún se encuentra en manos del reino; tomó tiempo investigar los acontecimientos de dos años pero aparentemente esto puede tomar más tiempo, plumas occidentales escriben sobre el “lodazal de Yemen” y de ese terreno fértil para los grupos extremistas en el que ya no es posible imaginarse un futuro unificado del país.